Dos Flechas Y Un Blanco (Yato/Yukine y tu) [CORRIGIENDO]

Hiro

Narra Narrador:

-Vamos, yo se que también quieres helado.- dijo la diosa parpadeando un par de veces mientras juntaba sus manos, haciendo una tierna suplica.

-Esta bien.- dijo Yukine dejando ir una bocanada de aire.

-¡Yey!- gritó _________ tomando una mano del rubio y jalándolo hasta el puesto de helados. -Dos de vainilla por favor.- sonrió la chica al empleado. El hombre no demoró en entregarles a los chicos sus helados de vainilla en conos de galleta. Yukine pagó los helados y ambos se retiraron, mirando el atardecer.

-Apenas dos meses.- comentó el de ojos color ámbar.

-Y parece que pasó más.- rió la chica antes de llevar el helado nuevamente a sus labios.

-Y... ¿Estas feliz?- indagó preocupado el shinki.

-¡Por su puesto que sí! ¡¿A qué viene esa pregunta?!- rió la diosa como si le hubieran contado un chiste.

-Bueno... Me tenía preocupado el haberte rechazado...- respondió con una voz casi audible y desviando un poco la mirada, haciendo que _______ dejara de reír y volviera a ver al cielo.

-A decir verdad... Si me sentí triste... Pero además que no quería obligarte... No quería que te arrepintieras.-

Flashback:

-Estoy feliz de que están bien.- dijo la diosa abrazando a Yato y a Yukine.

-________ me ahorcas.- se quejó el de cabellos oscuros.

-Lo siento.- dijo la chica terminando el abrazo apenada. -Se que ahora no es el mejor momento pero...- añadió jugando con su cabello y sonriendo nerviosa, llamando la atención de todos los presentes. -Ya elegí con quien quedarme...-

-¿E-Es enserio?- dijo asombrado y asustado Yukine, haciendo que nuestra protagonista asintiera apenada.

-B-Bien... ¿C-Cuál es tu respuesta?- los chicos estaban tan asustados como ansiosos, pero bueno, eso es lo que querían.

-Yo... Yo... Bueno...- decía ruborizada ________ la chica y moviéndose nerviosa.

-¡Vamos dilo de una vez!- exclamaron los chicos.

-¡Amo a Yukine!- gritó en respuesta y cerrando los ojos, haciendo que los chicos quedaran en shock. -Yukine, no creas que esto se debe a la flecha con la que me pinché aquella vez. Es decir si, bueno no. ¡Agh! Después de ese día, me di cuenta que me había enamorado de ti.- decía la chica totalmente sonrojada.

Los dos chicos se quedaron callados, Yato estaba confundido, los días que estuvieron "raptado" habían muchas señales de que ella pudo haberlo elegido. Pero luego pensó que ella lo hacía más por él que por si misma, dándole opción a que esto iba a pasar.

-Yato... Eres una persona increíble, y no conozco a ni un chico que se te compare, pero... Bueno... Yo...- decía la chica.

-No es necesario que me des explicaciones _________.- dijo el chico sonriendo, haciendo que la mencionada se sorprendiera. -¿Al menos podemos ser compañeros de crimen?- preguntó con un entusiasmo infantil.

-Si.- dijo sonriendo nuestra protagonista. Yukine hizo lo mismo, y caminando se acercó hasta ________. Ambos se miraron fijamente a los ojos

-¿Así que soy yo el afortunado?- sonrió victorioso el rubio.

-¿No te molesta?-