Narra Yukine:
-¿Por dónde se habrá metido?- me preguntaba mientras buscaba con la vista a mi alrededor al shinki.
-¡Yukine-kun!- me llamó una voz femenina.
-¡Hiyory!- corrí hasta ella.
-¿Encontraste a alguien?- pregunté angustiado. El tema de las ceremonias no es algo que cualquiera se toma por chiste.
-Daikoku y Mayu nos ayudarán. ¿Ya encontraste a Aisuke?- indagó la de ojos rozado jadeante, pues estuvo corriendo.
-No.- respondí decepcionado de mi mismo.
-Tranquilo, lo encontraremos.- dijo la estudiante posando una mano sobre mi hombro con una sonrisa consoladora.
Continuamos buscando, por las calles de la ciudad, hasta los parques menos visitados a esas horas de la noche. La noche cada vez se hacía más fría, incluso podía notar el humo que salía de mi cálida respiración.
-Tenemos que encontrarlo, si no nos apresuramos...- decía Hiyori mirando la pantalla de su celular.
-No lo digas.- pedí agachando la mirada. -No soportaría... No volverla a ver...- la chica me sonrió.
-Tontito, en el caso de que pasara, ella reencarnaría.-
-¡¿Cómo puedes decir eso?!- regañé alterado. -Creí que eran amigas. Se supone que deberías estar como yo, preocupado, a no, olvídalo, tu no sientes lo que yo siento.- un silencio se provocó entre nosotros.
-Lo siento, no pensé en lo que decía.- dijo la estudiante dándome la espalda. Alcé la mirada, buscando alguna excusa que nos llevara a otro tema.
-¡Aisuke!- grité al ver al de cabellos rojos arrodillado ante un árbol. Corrí hasta él, Hiyori me siguió por detrás. -¡Aisuke!- repetí jadeante y tocando mis rodillas. -Te estuvimos buscando...-
-Ya me encontraron. Ahora váyanse.- respondió frío el de ojos de color cobre sin mirarnos, su mirada estaba fija en las raíces del árbol.
-Claro que no.- dijo la mitad Ayakashi indignada.
-Tenemos que ir con _______.- añadí.
-Sin sufijos, ¿eh? Así te atreves a llamarla. Oh, había olvidado que pretendías algo con ella.- dijo +ecuánime+ el shinki.
-Deberías saber que a _______ nunca le gustaron los sufijos.- respondí volviendo a mi postura.
-_________, _________, todo es ________.- decía alzando poco a poco la voz, se notaba su molestia.
-Si, ella es a quien proteges, ¿no es así?- mi pregunta al parecer lo hizo reflexionar. Pues notamos como alzó la cabeza un poco. -Tú la protegiste esa noche. Como shinkis nos comprometemos a cuidar siempre de nuestros amos, tu lo hiciste, es hora de que lo demuestres.-
-Yo... La cuidé esa noche. Le dediqué canciones, la alimenté... Y luego ella...- dijo cambiando su tono triste a molesto. -Así me agradece, le prohibí verlos por su bienestar... Y los encuentro en mi casa, decidiendo un futuro juntos...- cada vez se oía más y más molesto. Y cuando volteó a vernos... Mi piel se erizó instantáneamente. Su rostro tenía un enorme ojo morado, y manchas del mismo color casi sin dejar ver su color de piel original. -¡Se supone que solo yo estaré junto a ella por siempre!- gritó lleno de odio. Sentí como Hiyori me jaló de mi suéter, evitando un ataque del contaminado. Salí corriendo detrás de la de ojos rosados, de vez en cuando volteaba a ver detrás de mi, y me encontraba con el alma maldita.
-Si sigue corriendo detrás de nosotros, podemos llegar a donde lo necesitamos.- decía la mitad Ayakashi sin perder de vista el rumbo.
Seguimos corriendo, la respiración se me complicaba. Parecía como si estuviera debajo del agua y tratando de aguantar la respiración hasta que encontrara aire.
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Dos Flechas Y Un Blanco (Yato/Yukine y tu) [CORRIGIENDO]
FanfictionNarra _____(tn): "Mi corazón está dividido y mi mente confundida, no sé como pude enamorarme de dos personas al mismo tiempo, de alguna manera ambos se metieron en mi corazón pero solo uno se quedara en él. Ambos son tan diferentes pero especiales a...