Testigo.

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Me gire y allí estaba Yago mirando a su hermano con odio profundo.  Hugo por su parte sonreía de oreja a oreja mientras todas las chicas de la clase le devolvía la sonrisa. Todas menos yo. Yo tenía cara de haber chupado un limón.

¿Sabría Yago que su hermano era un capo de la mafia? ¿Le habría contado Hugo mi incidente de ayer?

-Vuelvo a disculparme por la intermisión.- dijo Hugo con una sonrisa de modelo de revista tratando de romper el silencio de la sala.

Finalmente se dirigió a la puerta y yo solté un sonoro suspiro de alivio. El  se giro de nuevo hacia su hermano. Sonrió y me miro con una doble intención en la mirada.

-Cass…-susurro alguien desde atrás.

Me voltee y vi a Alexia haciendo un montón de gesticulaciones incomprensibles. Yo solo abrí la boca e hice un movimiento con las manos para contárselo luego.

Las tres primeras horas pasaron volando. Los profesores eran rápidos en llegar a la clase y no daba tiempo de empezar a hablar. Al acabar la primera mitad de la mañana Yago salió casi tirándome al suelo de lo rápido y enfadado que iba.

-Ahora cuenta. ¿De qué conoces a Hugo?- pregunto Alexia apretando mi brazo.

-Pues…Ayer…p-perdí el bus...

-Lo sabia.- dijo Marina negando con una sonrisa.

-Y el digamos que de alguna forma me…rescato…de ir sola.

-Dios santo. ¿Te haces una idea de la suerte que tienes?- pregunto Marina.

-¿Por qué? Es un estirado…

-Hugo Hastings…-dijo Alexia.-Es, pufff, simplemente es que no hay un término para definirle.

Sonreí para mis adentros pensando en mi maldita suerte. Si ellas supieran la verdad no pensarían igual.

Nos sentamos en la cafetería y empezamos a comer. Aquel puré estaba delicioso…

-Si sigues zampando así, reventaras las ruedas de mi coche.- dijo Hugo que acababa de colocarse sobre mi rodeando mi espalda.

-Erezd un tadrugo….-dije con la boca llena de puré. El se río. Trague y me aclare la garganta.- Eres un tarugo. Y no sé por qué dices lo de tu coche.

-Es obvio. Hoy te llevo yo a…-sonrío y miro a mis amigas guiñando un ojo.- tu casa.

Ambas chicas me miraron con los ojos como platos reclamando una explicación.

-No. Tranquilo.- dije sonriendo forzada y hablando entre dientes.- Alexia.- señale a mi amiga pelirroja.- me llevara hoy en coche.

Ella  puso cara de víctima y empezó a negar mientras contenía una sonrisa.

-Yo…Cuanto lo siento Cass. Pero se me olvido traer el cuatro plazas. Además está roto y quien sabe cuando lo repararan…

.-Pero si esta mañana dijiste…

-La pobre Alexia.- dijo Marina acariciando su cabeza.- Cuando no se toma sus vitaminas por la mañana olvida cosillas.

Las mire con odio. Si supieran que lo que realmente hacia era huir de ese loco…

-Oh pues ya me hago cargo yo de ella. Hasta que se saque la licencia y le compren un coche.- sonrió satisfecho Hugo. Hizo el amago de sentarse con nosotras pero un grupo de chicas llego corriendo y tiraron de él hacia una mesa lejana- Vaya, mi club de fans. Nos vemos luego. Se puntual en la puerta Casy.

Las chicas nos miraron a mis amigas y a mí con asco antes de centrarse en Hugo y frotarse contra el.

-Asqueroso…-dije.

Salvada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora