Vuelta.

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-¿Pero qué dices? No me gusta esta broma Vincent. He estado preocupadisima por ti -le dije agarrando su camisa y tirando con fuerza

-Cass... El ha sufrido pérdida de memoria. No recuerda nada de su anterior vida –dijo Celeste en un susurro.

-No... Eso no... Yo...

-Cass, tranquilízate –dijo Rafa apretando mi hombro.

-Es mi culpa.... Y-yo llevaba el coche y...

-Espera... ¿Por tu culpa estoy así? -dijo alejándose torpemente de mi con una mueca de odio -¿Y aun así pretendías que te recibiera con los brazos abiertos?

-Vincent, tío necesitas pensar ella era tu novia... –empezó Rafa.

-¿Mi novia me dejó en silla de ruedas y con lesiones cerebrales? Si... Suena como algo que me gustaría meditar.

Mis manos empezaron a temblar, me estaba quedando sin aire.

-Vincent....vi-vincent...

-Mira… no recordarte puede que sea lo mejor que me ha pasado en mi vida. Porque… Ahora ya no tengo vida – se señalo a sí mismo-. Esto en lo que me he quedado por tu culpa ya no es vida…

Golpeo mi silla a la que pasaba y se alejo apoyando su mano en la pared para no perder el ritmo.

-N-necesito….ai-aire… Sacadadme de aquí… Necesito aire…

-Pero tenéis el grupo de apoyo ahora –dijo Celeste.

-Es un hospital, si lo que necesita es aire… se lo dais –dijo Rafa apartando a Celeste de detrás de mi silla y empujándome el hacia la terraza de esa planta.

Pasamos unos minutos allí, callados. Sin más sonido que el viento a nuestro alrededor.

-¿Ya estas mejor? –pregunto el al fin.

-Sigo… impactada, bueno, no creo que esa sea la palabra. Pero realmente no sé cómo describir lo que siento…esta…esta impotencia al ver que es mi culpa que este así…

-No es tu culpa. Esta vivo.

-A diferencia de Marina.

-Si, a diferencia suya. Tú salvaste su vida. Os habrían matado a todos de no haber cogido aquel coche. Hiciste lo correcto.

-Tú lo sabías… ¿verdad?

-Digamos que si, no es que haya muchos Vincent por ahí… Pero no te lo dije porque sabía que ocurriría esto.

-Habría sido mejor saberlo de antemano que golpear con la verdad de frente. Literalmente…

-Mañana le operan… Van a tratar de reconstruir los nervios ópticos. Es… su última esperanza.

-Dios mío… Yo… debería ser yo la que estuviera así…

-No hagas de mártir ahora. Solo lograras odio hacia ti misma y al final eso no es lo que va a ayudarte ni a ti, ni a él, ni a nadie.

-¿Pero cómo voy a reponerme? ¿Cómo miro yo a Vincent a la cara sin… derrumbarme?

-Hey, va a volver a ver. Y recuperara la memoria, y te dirá que te quiere y te agradecerá por estar viva y haberle salvado.

-O no… Puede que los recuerdos le hagan odiarme más.

-El va a seguir adelante… No quiere ir a su casa porque para él su familia son desconocidos… Pero no le gusta hablar, es decir en las reuniones se cierra. Y se acaba yendo rebotado. Como estaba haciendo hoy.

-Supongo que es normal. No…conocer a nadie sentirte solo…

-Tampoco quería operarse en un principio. Al final cedió… No sabemos por qué.

-Es raro… él nunca cedía. Cuando se empeñaba en algo no dejaba que se le fuera de las manos.

-Bueno has de tener en cuenta que el ya no es el que era. Ha cambiado. Su cerebro ha hecho reset y va a empezar de cero…

-No puedo volver a verle. No tengo fuerzas. Pensar en el me rompe el alma. No… sé cómo afrontarlo.

-Se me ocurre algo… seguir adelante. Tú tienes que levantarte de esa silla. Levantarte y volver a vivir. Y recordarle todo a Vincent.

-No… tu llevas razón. El ya no es quien era… Y yo tampoco supongo. Tengo que levantarme. Andaré y creare nuevos recuerdos.

 Volví a la habitación. Jaime  nos dijo que al siguiente día sin falta nos quería ver en la reunión. No podía esconderme de Vincent y la mejor forma de acercarme a él seria tratar de abrirme en el grupo de apoyo para que viera quien soy y conseguir que se acercase a mí.

Llamaron a la puerta. Alexia entro con un semblante crudo.

-Me entere de lo de Vincent… Ya le eche la bronca a Rafa por no contártelo. Bueno pero la culpa no es solo suya, muchos aquí te podían haber advertido y… en fin, da asco. ¿Qué tal vas con ello?

-Demasiado bien creo. Tuve un charla filosofíca con Rafa y eso…

-Si… cuando quiere puede ser muy profundo. Y lo digo en todos los sentidos.

-Buag…. ¡Alexia! Que… por Dios eso no… dag Información innecesaria.

-¿Qué harás?

-¿Con Vincent? Supongo que tratar de dejar las cosas surgir.. No puedo irle detrás presionándole, eso sería peor.

-Y vas a empezar con la fisio.

-Sí.

Nos quedamos mirándonos sonriendo. La sonrisa de Alexia era de las que iluminan el dia. Pero entonces, de repente, se le esfumo.

-Tengo algo que contarte…

-Me estas dando miedo…

-No es malo en si… creo.

-Hugo ha vuelto. Ha discutido con su padre, creo que fue una gran bronca. Pero… al final le convenció y le dejo volver. 

-¿Y eso como lo sabes?

-Hay otra cosa que no te he dicho… Yago… su padre le deja venir, pero hablamos, creo que podría decirse que somos amigos… Quiere informes detallados sobre ti. Estubo apunto de venir cuando… te trataste de suicidar. Pero los guardias de su padre le pillaron.

-Vaya… eso si que no me lo esperaba.

-Esta preocupado por ti.  Como yo. Tienes que ponerte buena. Pronto.

-Lo hare.

-He de irme… Pasare a despedirme de Rafa antes y bueno… Pienso venir a ayudarte con la rehabilitación.  Así no tendrás oportunidad de echarte atrás.

-Tranquila.

Salió y me quede asimilando las noticias. Algo ocurría con las maras. Algo muy grave si el padre de Hugo, sin saber que él dirigía su propio grupo organizado, no le quería de vuelta.

Llamaron a la puerta de nuevo. Alexia habría recordado preguntarme por la hora y el día que empezaba la rehabilitación…

-Adelante.

-Vaya, vaya… ¿Es cómoda la silla? –pregunto una.

-Jaja. Te queda muy bien. La luces –rio la otra.

Y allí estaban, quienes menos esperaba.

Teresa y  Gabriela.

Salvada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora