Hugo corrió hacia mi y en un derrape se planto de rodillas frente a mi.
-Hugo no hagas el tonto -le replico Yago.
Hugo le ignoro y alargo sus manos hacia mi cara.
-Ay... Por todas las tazas de te inglesas... Estas preciosa incluso en silla de ruedas...
Gire los ojos y le pellizque la mano.
-No tontees con el tema de la silla -le dije.
-Eres un completo idiota... -dijo Yago sin soltar los agarres de mi silla mientras seguíamos llenado hacia mi habitación.
Al llegar a mi habitación nos quedamos mirándonos en tensión.
Hugo le miro.Se aclaro la garganta. Me miro. Volvió a aclararse la garganta. Volvió a mirar a Yago.
Este ni se inmutaba.
-Yago... -empezó Hugo- hermanito del alma ¿Que tal si te largas?
Yago se quedo unos instantes sin replica. Pero soltó una carcajada y se empezó a alejar hacia el ascensor.
-Mejor me voy antes de que me paséis algo contagioso. Como vuestra idiotez.
-En realidad, ni si quiera entiendo por que estas aquí -dijo Hugo.
Yago rodó los ojos.
-Tanto tu como yo tenemos culpa de que este así. Así que he de cumplir, como mínimo, viniendo a verla. Se llama deber moral.
Auch...eso dolió... Hace un momento estaba encantador y ahora...
-Ya... Bueno, pero ahora yo estoy aquí y puedes desacerte de tu deber...moral.
Yago tenso la mandíbula y se fue murmurando un adiós.
Hugo me miro con fijeza entonces. Veía la pena en sus ojos. Sentía lastima por mi...
-No me mires así...
-Lo siento, es que me impacta verte así. ¿Como lo llevas?
Suspire profundamente antes de contestar.
-Mal. Bien. Regular. No se, todo depende del día. Cuando noto avances con las piernas, ese día es genial. Si no noto nada...incluso lloro al volver a mi habitación. Con Alexia y Rafa trato de parecer alta de autoestima pero en realidad, la tengo por los suelos.
-Dos cosas. Primero. Eres fuerte. No tienes que rendirte. Y segundo ¿Quien narices es Rafa?
Me reí y le mire con ternura. Ese chico no cambiaba.
-Es mi novio en el hospital.
Hugo abrió los ojos como platos y sus orejas se pusieron rojas.
-¿Que? No, no. Tu no puedes tener novio. Tienes que estar centrada en tu rehabilitación.
-Tienes razón... -dije fingiendo arrepentimiento- Sera mejor que no vuelvas entonces Hugo. Me distraes.
El hizo un puchero. Yo me empecé a reír y el se agacho para hacerme cosquillas.
-Eres una mentirosa. ¿Por que me asustas diciéndome esas cosas? Te quiero para mi. Y solo para mi. Ahora que todo ha acabado podemos estar juntos de nuevo.
-Hugo... ¿No lo sabes? -el fruncio el ceño confuso-. Los cavernarios tienen nuevo líder... Han vuelto. Y te sorprenderías al saber quienes me dieron la noticia.
-¿Quien?
-Teresa y Gabriella. De una forma intimidatoria me dejaron mas que claro que volverán a por mi con represarías.
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Salvada.
Romance¿Por que a mi? ¿Eh?¿Eh? Mi vida era maravillosa. Nadie me controlaba. Pero tampoco necesitaba control, nunca había sido una chica alocada de las que se meten en líos. Podía hacer lo que me diera la gana. Hasta que nos mudamos. Llegamos a este sitio...