Alison sonreía con suficiencia, sin parar de acariciar la espalda Hugo. El por su parte parecía asustado de mi presencia y trataba de fijar sus ojos, que bizqueaban en mí. Hugo iba a decir algo pero Alison no le dio tiempo y volvió a besarle, a lo que él no se resistió.
-Menudo imbécil... -dijo Yago apareciendo junto a mí.
Yo no quise ni mirarle y recogí la guitarra encaminándome hacia su habitación.
-Cassandra...lamento que vieras eso. Debí haber ido yo a por la partitura.
Le mire incrédula. ¿Le importaba lo que yo sintiese? Claro que no, solo estaba siendo educado conmigo. Note que tenia lágrimas escurriendo por mi cara y él me miro impresionado.
-No te vayas a enfadar pero...Cuando Hugo contó que estaba contigo yo pensé que lo habías aceptado para darme celos o algo así -se aclaro la garganta- Lo siento, ahora veo que me equivoque y que si le quieres...
-Ya bueno...Pero resulta que él se está liando con otra ahora mismo.
-Cassandra estaba borracho. ¿No olias el Wisky? Tufaba bastante.
-¿Y qué más da? Borracho o no...Tu dijiste que el traía chicas y que...
-Lo dije para que te alejases de él, y de mi. Pero eres tozuda...
-Pues creo que al final te ha salido bien. Cuando acabe con esto no volveré a acercarme a vosotros. Ya he tenido bastante dosis de malas compañías... Pongámonos con el trabajo a ver si al menos sale algo bueno de todo esto.
Yago asintió y le plante la partitura de Thousand Years en la mesa.
-¿De dónde la has sacado?-preguntó él con nerviosismo.
-Estaba al lado de la de its time, La tengo aquí también. Pero...esta me gusta mucho y pensé que no perdía nada por proponértelo.
-Claro...pero...prefiero Its time. Es más alegre -agarro las partituras y las guardo en un cajón-. Empecemos…Luego yo te llevo a casa.
-Tranquilo, no está lejos. Puedo llegar yo solita andando. No te preocupes.
-Bueno, vale.
Cuando se dieron las siete me fui a mi casa. Hugo no se había molestado ni tan siquiera en venir a ver si quería hablar con el, para pedirme perdón o algo así. Pero tampoco yo quería buscarle a él. Mi rebote era tan grande que creía que iba a volver y darle una paliza tremenda.
Me costó dormirme. Llore, como una idiota. ¿Cómo pude creerme que el siendo tan guapo no hubiera estado con cientas antes de mi? Y seguro que mejores. En Inglaterra habría tenido una gran lista sin duda.
-¡Cass! Llegas tarde -dijo agitándome mi hermana.
Me desperté agitada y mire la hora.
-Mierda…ya he perdido la primera hora.
-Corre anda. Eres muy tonta ¿eh?
-Isa. No estoy de humor.
-Ayer ni cenaste. Llegaste y te metiste a dormir. Podías haberme dicho como mínimo que habías llegado.
-Lo siento… No fue un buen día.
- ¿Qué paso? ¿Te dejo el tío bueno? -la mire iracunda-. Oh Dios. ¿Te dejo?
Negué apenada.
-Me engaño.
-Normal. Es como querer juntar una berenjena con caviar -dijo saliendo de mi cuarto-. Para que conste. Tú eres la berenjena. Y las berenjenas pegan con calabacines y de más cosas sosas…
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Salvada.
Romance¿Por que a mi? ¿Eh?¿Eh? Mi vida era maravillosa. Nadie me controlaba. Pero tampoco necesitaba control, nunca había sido una chica alocada de las que se meten en líos. Podía hacer lo que me diera la gana. Hasta que nos mudamos. Llegamos a este sitio...