Camille - Carl Grimes | Terminada |

"gross"

Camille P. O. V

Salí de bañarme y me cambié con un pequeño vestido azul y mis converse negros de siempre.

A mi padre siempre le había gustado que use vestidos y yo me acostumbré a eso.

Intenté secar un poco mi cabello y me miré en el espejo.

No había mucho que hacer, nada lograría hacerme ver menos pálida.

Salí corriendo de mi habitación.

Tenía que ver a Carl.

No quería dejarlo mucho tiempo solo con Negan.

Se que me dijo que me quería en mi habitación, y lo hice, pero no puedo dejarlo tanto.

Tenía miedo de lo que pudiera hacerle.

¿Dónde estará?

Fui a su oficina, pero no había nadie.

¿Estarán arriba? ¿Dónde están las mujeres?

Esperando que si, subí corriendo las escaleras para llegar a aquel piso.

-hey, ¡Dwight! - grité al verlo hablar con otro hombre y me acerqué.

-¿Qué pasa Camille? ¿Qué haces nuevamente acá? Te dije que no subieras, si Negan te ve...

-Negan ya me vió aquí, Dwight por favor, dime dónde está.

-Camille...

-por favor Dwight, ¿dónde están?

El suspiró.

-en su habitación... - no terminó de hablar y me alejé a dónde recordaba que estaba su habitación, ya que nunca había subido aquí hasta hoy.

Me detuve frente a una puerta, según yo era esa.

No muy segura por lo que iba a encontrar, y si es que era la habitación correcta, abrí la puerta.

Para mi suerte solo vi a Negan sentado y a Carl frente a él.

Ambos estaban serios.

-¿Qué haces aquí?- preguntó mi padre apenas abrí la puerta.

-¿Carl?- murmuré, el no me miró y bajó la cabeza, haciéndome fruncir el ceño.

-¿Qué haces aquí Camille? Te dije que...

-Carl, ¿estás bien? - interrumpí a mi padre y me acerqué al chico, Negan se levantó del sillón, pero Carl no lo hacía.

Pude ver en la mesa su sombrero y una venda, por instinto, miré su cabeza.

Toqué el hombro del chico.

-Camille, ¿puedes irte? - me pidió Carl en un hilo de voz.

Era extraño escucharlo hablar así, en lo que tengo de conocerlo, nunca lo había escuchado así.

Negan río.

-¿Por qué?- pregunté ignorando la risa de mi padre.

-si Carl, ¿por qué? ¿No quieres que vea lo mal que te ves?

Mi corazón se aceleró.

-¿de que hablas? ¿Le hiciste algo? ¿Carl estás bien?

Mi padre volvió a reír como si hubiera dicho algo bastante divertido.

-vete Camille- su voz fue una suplica.

Negué, como si me estuviera viendo, lo cual obviamente no estaba haciendo.