Capitulo VI

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Todo esta oscuro, la tensión crece en mi cuerpo, todo esta cubierto de metal y siento como la respiración me va fallando. Es la misma sensación que cuando llegue al claro, sólo que esta vez, es peor. Puedo sentir como mi cuerpo sube por una máquina; no puedo moverme. Trato de gritar, mi voz no sale, lo único que deseó es despertar de esta pesadilla.

Mis ojos se abren y puedo sentir que estoy temblando. Sigo en la misma esquina que en donde me quede dormida, todos siguen hablando en su mundo de maravillas, sólo que ahora tengo una manta a mi alrededor.

-¿Qué esta pasando?

Mi voz sale débil, como si no tuviera suficientes fuerzas para levantarme o hacer algo en este momento. Todos voltean a verme. Me arrepiento de haber dicho eso.

-Nada, gilipulla, sólo estabas teniendo una pesadilla.

Me quedo callada, todos vuelven a su conversación. »¿Gilipulla?«. Me cuesta analizar un poco de lo que habla, me quedo en mi mundo de fantasía pensado en mil y un cosas, estando en otro lugar y desapareciendo del todo de mi realidad, hasta que de un momento a otro lo entiendo, me acaba de insultar y yo como que si nada, ¿¡Qué me pasa!? Es que soy idiota, eso es lo que me pasa.

-¿Cómo te hiciste lo de la pierna, shank?

Primer tema de conversación que prende mis sensores. Miro a aquel chico y por primera vez su cara calmada se vuelve desesperada, como si todos sus nervios fueran activados con sólo una frase. Piensa sus palabras, esta listo para mentirles o tal vez no, no lo se.

-No lo recuerdo muy bien, sólo se que me di contra algo. -dice suavemente. Su expresión no cambia.

-Obviamente te diste contra algo, idiota -dice Minho con desesperación-... pero, ¿no te acuerdas de nada más?

-No.

Todo acabó hay, cada quien se paró de su respectiva silla y se fueron uno por uno. De seguro si tuvieran una jarra enorme de cerveza ahora mismo estarían borrachos, todos, sin ninguna excepción.

Me levanto, doblo la cobija y la pongo al lado de aquel libro que al final me dejo teniendo una pesadilla. Me quedo mirando mis manos y todavía tiemblan. Reviso mis bolsillos y veo que aún esta hay la pequeña bolsa de terciopelo rojo.

-¿Cuál es tu nombre?

-Allison. -salgo de la habitación y cierro la puerta.

Estoy tendida con aquel pequeño pedazo de piedra azulada (que venía dentro de la bolsa) en la mano. No puedo concentrarme en ella, millones de pensamientos me llenan la mente. ¿Cómo se sentirá ser perseguida por un lacerador? O el simple hecho de estar hay afuera y estar consiente de que puedes morir o quedar con una lesión debe ser terrible. Suelto un suspiro. Largo y cansado. Mi estómago cruje.

-No puedo creer que no quieras comer. -dice Ben sentándose al lado mío mientras come.

-Mi estómago puede crujir, pero en realidad no siento hambre. -acomodo mi espalda al tronco que tengo detrás.- ¿Sabes subir árboles?

-¿Uhm?

Suelto una pequeña risa. Supongo que es el único amigo que tengo aquí.

-¿Cómo han sobrevivido tanto?, ¿Cómo lo han hecho?

-No lo se, tal vez lo creadores lo quieran así.

-Los creadores -digo en un murmullo.-... Los escarabajos, CRUEL. ¡Todo encaja! -digo pegando un brinco.

-Nunca, pero nunca vuelvas a asustarme de esa manera. -se hecha a reír. Me cruzo de brazos.- ¿Qué encaja?

-¿Quien es CRUEL? -estoy entusiasmada.-, no me respondas. ¡Los creadores!, ¿correcto? Nos metieron en un laberinto para ver cual de todos nosotros servimos para sus experimento, ¡Somos ratas de laboratorios!

-Felicidades, Allison, te costo todo un día para descubrirlo. -aplaude sin ánimo.

-Somos ratas de laboratorio... ¿Somos ratas de laboratorio? ¡Somos ratas de laboratorio!

-Si, si, ya lo has dich...

-¿¡Cómo es posible!?, ¿Por qué se quedan aquí sin hacer nada y le siguen la corriente? -me siento enojada, estoy enojada.- Es que todos son... Somos unos gilipullos -se hecha a reír.- ¿Qué?

-Cálmate, no es tan grave, shank.

-Explicate.

-¿Quienes han sobrevivido más tiempo? Una parte de los habitantes del Claro, ¡un año! -estoy a punto de protestar.- No hables. ¿Y qué sí somos ratas de laboratorio?, si estamos todos aquí es por algo, si quisieran que saliéramos de aquí nos darían una señal. ¿Que pasa si afuera de este lugar es peor?

-No lo se... -me recuesto sobre el tronco del árbol.- Sólo se una cosa, quiero salir de aquí.

Al final ninguno de los dos dijimos nada. Cada quien se fue a dormir y todo quedo a oscuras. Las cosas pasan muy rápido en este lugar, y un día significan muchas cosas si eres un judía verde como yo, alguien que acaba de llegar y no puede creer que este viviendo algo como esto.

Al final olvidaras todo de mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora