Al final olvidaras todo de mi.

Capitulo XXVIII

-¡Allison! -grita Eric. Me volteo y me quito del agarre de Newt.

Camino hacia el y me arrastra a unos pocos metros lejos de Newt, supongo que es para que no escuche. Lo miro y el se encoge de hombros; se va con Gally.

-No sabía que salías con Newt.

-No salgo con nadie -"¿O si?" Me pregunto a mi misma.-. ¿Qué sucede?

-Sólo quería saber como estas después de todas tus noches con pesadillas y todas esas cosas raras que te suceden.

-No lo se, sigo con el mismo presentimiento. -el juega con sus dedos.- ¿Pasa algo?

El se queda en silencio y su mirada es distante. No todos han cambiado su actitud, pero últimamente todo esta pasando de manera muy extraña. No puedo saber que es, no puedo descifrarlo y tampoco quiero que alguien me ayude. Suspiro y espero a que diga algo.

-En realidad... -piensa unos segundos.- no. -se va.

Me quedo parada sin entender todavía lo que esta pasando. Empiezo a caminar hacia el huerto, paso muy cerca de las puertas que nos separan del laberinto, paso mi mano por ellas y siento como se raspan. Arde un poco, pero aún así no quito la palma de mi mano de las murallas. Siento como mi corazón se puede salir de mi pecho por lo fuerte que late. Estoy llegando al huerto por la parte de atrás así que quito mi mano y la limpio en mi pantalón. Puedo ver a Gally con su simple cara de ogro a metros de aquí, al frente de el esta un chico, no logró distinguirlo esta de espalda.

Camino un poco más rápido y ya en unos segundos estoy detrás de aquel chico. Gally lo regaña y el esta cruzado de brazos. Sigue hablando, escupe mientras habla; levanta una ceja al verme y señala hacia la última esquina del huerto.

-... ¡Así que espero que para la próxima este todo organizado! -dirige su mirada hacia mi.- Tus papas se secaron.

-Okay. -dice con fastidio aquel chico que me guiña un ojo.

Gally me agarra del brazo y me arrastra hacia donde había señalado antes, donde esta Newt con una gran sonrisa. Yo sólo camino y trato de liberar mi brazo de las manos de Gally. Cambia su expresión a medida que nos vamos acercando.

-Eres un miertero. -admito cuando todavía nos faltan unos metros.

-¿Qué?, ¿No quieres reunirte con tu príncipe? -lo fulminó con la mirada.- Bien.

Suelta mi brazo y lo miro detenidamente. El ve mi mano raspada y la levanta. La quito con rapidez. Bufa. Me quedo caminando a su lado. Newt me sonríe y aparto mi mirada. No es por ser mala, no por evitarlo porque ya comprobé que eso es imposible.

-¿Pasa algo? -pregunta.

-No. -respondemos Gally y yo al mismo tiempo.

-Gracias a los creadores. -musita.

-No sabía que salían. -dice Gally después de unos pocos segundos en silencio.

Los dos intercambiamos una mirada y el me sonríe, yo por mi parte siento como mis mejillas se sonrojan y miro hacia el piso. Se que los dos me están mirando, siento sus miradas encima mío. Estoy incómoda. Demasiado incómoda a decir verdad. Levanto mi mirada y me encuentro con los ojos azules de Newt y el café de Gally.

-¿Qué? -muerdo mi mejilla.

Se empiezan a reír. Cruzo mis brazos debajo de mi pecho y levanto una ceja. Sigo esperando una respuesta, cosa que no obtendré por el paso de burlas que hacen a mi persona. Trago en seco y suelto un suspiro.

-Claro, muy graciosos burlarse de mi, ¿No? -dejan de reírse.

-¿Estas molesta? -pregunta Newt.

-¿Qué?, no.

Gally pone sus brazos debajo de su pecho y levanta un ceja. Me mira desafiante y luego se va. Ruedo los ojos y observo hasta que su silueta no se ve. Newt me agarra por sorpresa y me agarra en sus brazos. Sin querer arranco uno de sus cabellos. El hace una mueca y pongo los tres finos cabellos en su hombro, el sonríe. Puedo decir, admitir, que es primera vez que lo veo sonriendo tanto, que tiene una sonrisa tan radiante en su rostro y el lo sabe.

-¿Quieres bajarme? -pregunto mientras miro su rostro y su cabello golpea parte de mi frente y cabello.

-Hmmm, no.

-Perfecto...

-¿Qué sucede?, ¿Las pesadillas?

-No recuerdo nada de lo que soñé, ¿te ha pasado alguna vez? -el niega.- Es horrible, créeme que nunca querrás tener algo así.

-Quédate tranquila, ya pasara, ya veraz.

Me acomodo en su pecho y puedo escuchar los latidos de su corazón; puedo sentir como su pecho sube y baja. Cierro mis ojos y sólo escucho eso mientras el camina, sus latidos. Abro los ojos y el me baja. La planta de mis zapatos tocan el césped y el me da un beso en los labios. No creo que haya estado mucho rato con los ojos cerrados.

-Gracias. -susurra.

-¿Por qué?

-Por estar siempre conmigo -cierra sus ojos.-, por ayudarme cuando no había nadie y tu hiciste algo y apareciste al lado mío, a pesar de que en muchas ocasiones querías matarme...

-Sólo fue una vez.

-... Aún así me ayudaste con la flecha y tuviste curiosidad cuando llegue del laberinto. No se sí te lo he dicho antes pero...

-Calla, no tienes que dar explicaciones.

-No estoy dando explicaciones.

-Aún así, calla.

El se queda en silencio mientras que yo me quedo observando como su cara se ve más vieja a pesar de su edad. Yo sólo me acerco a el lentamente y pongo mis brazos rodeando su cuello. El me sonríe y agarra mi cintura.

-¿Estamos saliendo? -puedo sentir como mi corazón está a punto de salirse de mi pecho.

-Se podría decir que si. -yo sólo sonrió y me quedo mirando su cara.- ¿Sucede algo?

-No -respondo.-, todo esta perfecto.