Minho cierra la puerta y empiezo a desconectarme. Me cuesta un poco respirar sin aquel conducto que le traía oxígeno. Saco las sábanas que cubren mi cuerpo y me levanto. Me mareó un poco pero puedo estar de pie. Camino muy lentamente hacia donde esta un armario grande que tiene pantalones, una franela y mis zapatos. Doy gracias en silencio y empiezo a vestirme. Estoy abrochandome los zapatos cuando Eric entra. Cierra la puerta lo más rápido que puede.
-¡Debes estar tendida! -empieza el regaño.- No puedo creer que te hayas...
-Pues créelo. -Me pongo de pie. Todavía siento que el piso se mueve.- ¿Hay mucha gente afuera?
-¡Estas sangrando, ponte algo!
Me lanzo sobre la mesa, agarro algodón, lo mojo en alcohol y me lo pongo en los pequeños agujeros de mi mano derecha. Lo cubro con algo para que se quede pegado y camino hacia la puerta. Agarro el pomo. El no dice nada.
-¿Hay mucha gente afuera?
-Tienes que estar en cama.
-¿Hay mucha gente afuera? -pregunto por tercera vez. No soporto estar aquí.- Sólo quiero irme, no soporto estar aquí como si me estuviera muriendo lentamente en este lugar mientras que todo el Claro, literalmente todo el Claro, viene a decirme como estuve esos cinco días. ¿Lo crees bonito? No tengo ni idea porque discuto contigo.
-Porque yo si veo por ti, tu no ves por ti misma. -aquí va otra declaración de amor.
-Pues yo se lo que hago. -Salgo de la habitación.
Empiezo a caminar muy deprisa, no escucho lo que me dicen y simplemente paso por debajo de los brazos de los mediqueros. No corro, pero si bajo las escaleras demasiado rápido, ya en pocos segundos estoy al frente de la puerta principal, la abro y salgo. Nadie dice nada cuando me ven afuera, todo se ve como si no hubiera pasado nada, absolutamente nada. Es algo bueno. Camino al huerto. No me encuentro con nadie en el camino y si me encuentro con alguien sólo saluda y sigue caminando, el resto del ruido se quedo atrás, se quedo con los mediqueros. Agarro una pala y me pongo a hacer huecos.
-¿Ya te dieron de alta? -un chico que casi siempre trabaja conmigo pero no nos hablamos.
-Sí -miento.-. ¿Qué a pasado de interesante en este fuco lugar?
-Todo normal. Todo tranquilo.
-Es algo bueno.
-¿Es cierto los rumores de que habías muerto? -pregunta. Los dos cavamos debajo del sofocante sol.
-No lo se. Ellos dicen que si -el me queda mirando.-, todos dicen que si, pero yo no lo creo.
-Tienes suerte. Menos mal que te dieron de alta, mañana es ese estúpido concurso. -lo había olvidado.
-¿Tan rápido han pasado los días?
-Cuando estas en un coma, si.
Nos quedamos en silencio. El tararea algo y yo sólo sigo cavando y acomodo mi cabello como puedo. Viene alguien corriendo, eso significa malas noticias, ya me ha pasado esto muchas veces. Pongo la pala clavada en la tierra, me apoyo en ella. Espero que hablé, esta jadeando. No dice nada, se va corriendo, al menos no son malas noticias, al menos no son noticias.
-¿Haz estado en coma? -vuelvo al trabajo.
-No. -tiene una pregunta. Se le ve en la cara.- No se sí te lo han dicho -esto va mal.-, pero dicen que Newt y tu... Bueno, tu sabes.
-La única vez que he hecho algo por el fue sacarle la flecha, nada más. -siento como el sudor cae por mi frente.
-¿Entonces por que estas tan roja?
Sólo faltó esa frase para que sintiera que mi rostro empezara a arder. Bajo mi mirada y no le presto atención. No respondo, el se ríe.
-Es el sol. El sol y el sudor hacen mala combinación en mi y hacen que mi cara se ponga roja. -miento. Me siento sucia.
-Claro, échale la culpa al pobre sol.
No nos dirigimos ninguna palabra más, hasta hay quedo la conversación. Los dos seguimos cavando mientras que mi mente empieza a imaginar un montón de cosas realmente ridículas. Trato de imaginar mi cara, trato de verme a mi misma en una camilla muriendo, pero no puedo, es frustrante. Mañana se realiza el concurso y de seguro no podré ni siquiera lanzar una simple flecha. El Capitán gilipullo me matara. Ojalá perdamos el concurso, ni siquiera se que ganamos.
Agarro unos girasoles y los esparzo por todo el hueco cavado. Vuelvo a agarrar la pala y los tapo. El sudor cae por mi frente. Mis manos están rojas y no puedo seguir plantando. Agarro los instrumentos y los dejo adentro del pequeño armario.-¿Cómo escapaste? -alguien dice enojado.
-Plante girasoles -desvío el tema.-. Necesito un baño, así que si me das un permiso...
-Tienes que estar en cama.
-Tengo que darme un baño.
-Si alguien se entera...
-¡Que se entere! -alzó la voz.-, con tal, mañana de todos modos me van a ver, ¿cuál es el problema?
Murmura algo para sus adentros, suelta un suspiro, un largo y cansado suspiro. Se cruza se brazos y mueve su pie derecho frenéticamente. Tiene el ceño fruncido y su cara demuestra enojo. Me doy media vuelta y me voy. El grita algo y yo sólo sigo caminando. Me dirijo al baño y entro. Quito los algodones de mi mano y las lavo. Miro mi cara. Esta sucia, con los labios rotos y secos; mi cara parece la de una maniática.
-Escuchen bien -Gally está en una parte del gran círculo que nos mando a hacer, es ridículo.-, primero van a hacer una carrera de velocidad, después...
-Allison -dice el chico a mi lado.-, ¿te encuentras bien?
-Hmm, si, ¿no lo parezco?
-Todo esto es ridículo.
-¿Sabes en donde quedo Robb? Debe estar traumatizado ese pobre niño.
-Con Alby. Espero que no ganemos.
-Yo también.
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Al final olvidaras todo de mi.
FanfictionImagina que un día tu vida es normal y la compartes con la gente que amas, y al otro estas encerrada dentro de una caja metálica y oscura que te lleva a tu próxima vida. No, no me refiero a la muerte, sino más bien a un secuestro junto con una gran...