Capitulo XVII

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-Minho es así -arderé en el infierno por esto.-. ¿Te gusta -no pudo pronunciar el nombre. Estoy nerviosa. El se da cuenta.- Minho?

El se queda perplejo y su cara de sorpresa es enorme. Lo he ofendido, no fue mi intención. El se empieza a reír. Su cara paso de tranquilidad a confusión, de confusión a perplejidad, de perplejidad a risas, sonrisas y todo muy colorido. Siento como me empiezo a ruborizar por la pena. El sol todavía no sale. Esta todo oscuro, así que espero que no vea mi cara.

-Buena broma. -broma. Una palabra que oculta mis intensiones. Nunca lo creí de el, pero mi mente si, algo me dice que si.

-Supongo. -me encojo de hombros. El se queda detallando mi cara. Esto es incómodo, muy incómodo.- No me gusta que me miren -añado para su sorpresa. Mi tono es neutral.-, me hace sentir incomoda.

-Lo siento.

Me acomodo en el tronco y cierro los ojos, caigo en la oscuridad.
Gritos. Todos están gritando y corriendo de una enorme llama. La mayoría mueren quemados, la otra parte corre, gatea hace lo que puede para no morir. Árboles, casas, centros de salud, centros sociales, millones de lugares; niños, adultos, viejos tratan de correr, tratan de salvar su vida, pero hasta ellos mismos saben que eso es imposible. Me quedo parada a un centímetro del fuego y la lava. Esta me traspasa. Me quedo sorprendida. Empiezo a gritar, quiero detenerlo, no puedo. Todos van a morir, y yo no voy a poder hacer nada. Trato de despertarme, me pellizco, trato de golpearme a mi misma, no puedo despertar, mis ojos no abren. Empiezo a ahogarme con el humo que producen los árboles quemados.
Intentó correr. No puedo, mis piernas están pegadas, todo mi cuerpo esta inmóvil. Alguien aparece al frente mío. Trato de gritarle que me ayude, sólo se me queda viendo y se ríe. No puedo, no puedo con esto. Mis ojos empiezan a cristalizarse. No lloro, pero tengo la sensación. Estoy perdida. Todos estamos perdidos. Cierro los ojos. Me despierto.

-¿Estas bien?

Estoy en los brazos de alguien. No me tomo la molestia de ver quien es. Todos están al rededor mío. Harry mira desde lejos. Me levanto de un golpe. El fuego se ha extinto. Mi cabeza empieza a doler. Agarro el arco y flechas, me voy lejos. No se a donde pero si lejos. No voy a salir al laberinto. Voy a ver el fuego, o donde antes estaba el fuego. Salgo corriendo.
Me meto en la sala de mapas. Busco a Eric entre todas las cosas. Huele a papel quemado, sigo caminando con cuidado. Miro mis brazos, tienen pequeños moretones de pellizcos y uno que otros hematomas provocados por mi misma cuando estaba dormida.

-¿Por qué te gusta alejarte de la gente que quiere cuidarte? -Es Minho. Esta recostado del marco de la pequeña puerta.

-No me he alejado de nadie. -estoy mareada. Se muerde el labio.

-Me dijeron que eras inteligente -¡Auch!-, pero no se qué pensar de ti.

Hace una pequeña pausa. Se acerca a mi. Parece mi papá.

-Tienes morados por todo el cuerpo. Los mediqueros no pudieron hacer nada para que te dejarás de agredir a ti misma, se formó un escándalo.

-Estaba dormida -digo bajo, no tengo intención que me regañen.-, no sabía que hacia, sólo quería despertar.

-Sólo toma en cuenta una cosa -no esta enojado, pero si me habla duro. No grita.-, no todos son lo que tu crees. Aprende a confiar en alguien que de verdad valga la pena, preciosa.

Me deja sola. Alguien viene corriendo. Dejo mis cosas en la mesa encima de algunos papeles quemados. Un montón de chicos entran y me saludan como siempre, todo muy normal. No me siento normal, me siento rara, simplemente rara, no tengo manera de describirlo.
Voy caminando al huerto donde todavía esta la gente de Alby. Me hace una seña para que lo siga. No me niego. Ahora si voy a recibir un regaño.

-¿Qué soñaste? -pronuncia después de cerrar la pequeña puerta de cristal.

-Nada importante. Algo que no tiene significado.

El se pasa la mano por la cabeza y me mira. Desvío mi mirada, el se da cuenta de que no quiero hablar, pero estoy obligada a hacerlo. El alza una ceja, esta esperando por mi. Alguien entra. Gally y Newt. Los dos parecen despreocupados. Me siento como si fuera culpable de algo.

-¿Puedo irme?

-No, miertera -dice Gally. Se queda callado en busca de una respuesta impulsiva de mi parte. No hay nada. Se sienta en el piso.-. ¿Qué viste, gilipulla?

-Nada importante. -repito. Alby suelta un suspiro. Agarro unas semillas.- Sólo millones de personas quemándose, alguien riéndose por eso. Me quede inmóvil adentro de la lava y veía como niños, ancianos y adultos morían al frente de mis ojos.

-Una catástrofe. -pronuncia Newt. Su cara no tiene ninguna expresión.

-Nada importante, ya lo dije. -muerdo el interior de mi mejilla.

-Si eso para ti no es importante, yo...

-Debió ser que como veía que el fuego no se apagaba me quedo esa parte en mi mente, mientras que pensaba sobre la población mundial, sólo es una relación que no tiene significado, nada más. -me defiendo.

Me quedo mirando a cada uno. Gally juega con unas raíces en el piso, los otros dos intercambian miradas entre si. Me quedo examinando la bolsa de las semillas. Son zanahorias, tenemos tiempo que no sembramos zanahorias, casi a nadie les gustan. Nadie habla.
Abro la puerta que tengo detrás mío y me voy. No corro, pero sí camino rápido y me adentro en el bosque buscando a Robb, el pequeño niño con cabello de tazón que no entiende lo que esta sucediendo, y sería muy cruel de mi parte no explicarle. Miro mis brazos por segunda vez, no puedo creer que me hiciera esto, me siento estúpida. Soy estúpida.

-Robb -mi voz suena débil. Sólo se escucha eso, mi voz.-. Genial.

Musito. Sigo caminado. Salgo del bosque en un abrir y cerrar de ojos, caigo sentada en la orilla en donde terminaron las llamas. Juego con la tierra. Trazo pequeños círculos en el césped negro, se deshace al tacto. El viento se lo lleva, sigo dibujando círculos, cuadrados, líneas. La palabra CRUEL sale por sí sola.
Me levanto de un brinco y entro al edificio cuyo nombre nunca me acordare. Subo hasta el último piso y me asomo hacia donde esta el gran espacio quemado. Nadie esta al rededor. Las siglas CRUEL están verticalmente en aquel círculo, cada letra tiene su significado. Me quedo quieta, perpleja.

-Eso es lo que sale en el laberinto -dice alguien. Me volteo, hay esta un corredor.-, es raro que lo hayan puesto aquí.

-Es raro que el fuego se haya prendido de la nada.

-Si lo piensas detenidamente, no lo es. Es una señal. -se para la lado mío con cierta distancia.- No se sí alguien te lo había dicho, pero cada vez que llega un judía verde a las tres o cuatro semanas muere el anterior, ha pasado eso por tres meses. Espero que no seas la siguiente.

Se va.

Al final olvidaras todo de mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora