Al final olvidaras todo de mi.

Capítulo III

Llego a la ventana más alta, ya que es la única que esta abierta. Los gritos sigue hay, algunos al final dejaron de insultarme y ahora me apoyan; no quiero ser una heroína, sólo quiero saber que esta pasando. Entro a la habitación.

La perilla de la puerta empieza afirmar y yo corro a esconderme en el armario, no creo que tenga tanta suerte que entré a la habitación correcta.

-Déjalo encima de la cama.

No, mi suerte no es buena, termine en la habitación equivocada. Fue muy fácil para ser cierto. Me quedo en un rincón del armario.

-Ponle la inyección antes que muera.

Sigo sin entender lo que esta pasando. Gritos de aquel chico, los demás tratando de agarrarlo, calmarlo e intentando de que no se maté a sí mismo. Me quedo paralizada. Sí eso le pudo pasar a el, ¿Por qué no a mi?, ¿Por qué no a los demás?, sigo sin entender cual es el propósito de mandarnos aquí, o porque razón fue que me pusieron aquí, con millones de chicos desconocidos.

Alguien abre la puerta del closet, mantengo mi respiración y me jalan del brazo; sigo sin entender lo que pasa.

-¿Qué esta pasando?, ¿Dónde esta aquel chico que lo trajeron detrás de aquellas murallas?

Me siguen arrastrando por el edificio hasta la puerta principal donde me botan en las escaleras. Hay de pie se encuentra Gally con una de sus imperfectas cejas levantadas; sería muy raro si tuviera sus cejas arregladas. Parece un sapo a punto de explotar, quisiera ayudarlo a explotar.

-¿Qué?

La rabia crece dentro de mi. Suelta una sonrisa, la peor sonrisa que recuerdo haber visto.

-Un judía verde muy rebelde a mi parecer -dice mientras me agarra del brazo. Duele.-. Alguien llévela a su cama y asegure de que no se mueva de ahí. -nadie se mueve y yo sigo en el piso.-¡Muévanse!

Ben me ayuda a levantarme y camina a mi lado. Siento como mi cara se va poniendo roja por mi impotencia, enojo, por ser tan débil, pequeña y delicada. Quisiera ser alguien que nadie pudiera levantar, alguien que diera alguna batalla antes de dejar de pelear, alguien valiente; tengo que serlo.

-Creo que te va a salir un moretón con la forma del dedo del capitán Gally -suelto un bufido.-. Primer día y ya estas Armando problemas; nadie nunca había echo algo como tu, ¿Cómo te sientes al respecto?

-Pequeña e indefensa.

-¿En serio? No lo pareces.

-¿Entonces que parezco?, ¿Un animal con sed de cosas inútiles? o ¿Una salvaje que no sabe hasta que extremo llegar?

-Si eres negativa -dice con una sonrisa en su rostro. Vamos llegando al bosque.-. Y no, no pareces ninguna de tus opciones, sólo que eres curiosa.

-¿Qué hacemos en el bosque?, ¿No era que tenía que irme a "dormir"? -digo haciendo comillas con mis dedos.

-Quiero saber unas cuantas cosas, y tu podrás hacerme todas las preguntas que quieras -encarno mis cejas.-. Todas las que tu quieras.

Suelto un suspiro.

-Bien. ¿Qué aspecto tengo y de que edad parezco?

-Cabello oscuro, casi negro. Ojos color chocolate y algo grandes, labios rosados y delgados -pasa su mano por mi cabello, la quito de inmediato.-. Cabello algo largo y piel pálida. Pareces de dieciséis años.

El se acerca a mi lado y yo me quedo rígida, como si fuera una estatua. Un escalofrío recorre mi columna, doy un paso atrás. Agarra mi mano.

-¿Qué haces?

-Nada.

-¿Qué es una clonc?, ¿Por qué le dices o le dicen Capitán a Gally?, ¿Quien es Newt?, ¿Cuál es nuestro objetivo en este lugar?

-Creo -dice lentamente clavando su mirada en mi rostro.-... Que sólo tengo la respuesta de tres; una clonc es el sonido que hace nuestras heces cuando se golpea con una cubeta de metal; Newt, es un corredor o era, no lo se, pero sea lo que sea que le ha pasado en el laberinto sólo el y unos pocos lo sabrán.

-¿Cuál es nuestro objetivo en este lugar?, ¿Qué es un judía verde?, ¿Por qué soy la única chica en este lugar?

Al final no me dijo nada, sólo me respondió esas dos preguntas. Al poco rato me fui a donde estaba aquel edificio y todavía seguían los gritos. Gritos de dolor, miedo, desesperación, ¿Cuál de todos esos gritos pertenecerán a aquel chico llamado Newt o al que entré en su habitación? Si es cierto lo que me dijo Ben, mañana conoceré algunas de las respuestas de mis preguntas, pero supongo que sólo serán dos.

»Primer día. -pienso.- Llegué a este lugar con miedo. Subí por una enredadera finalizando el día, posiblemente gracias a eso quede con un trauma. Para mañana tendré muchos morados de tantos apretones en mis pobres brazos. Los gritos no paran. Tengo miedo. Soy la única chica.«