Capitulo XIX

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Mi respiración es irregular. Mis manos tiemblan y mis nudillos están hinchados. Newt sangra, no puedo hacer nada, sólo esperar que no muera, no puedo con su peso. No puedo dejarlo sólo, luego le pasa algo y yo voy a vivir con la culpa. Siento su mirada en mi cara. No puedo mirarlo a los ojos. Tengo que sacarlo de aquí, pero no se como. Me siento fatal.

-Pensé que ibas a hacer otra cosa -me empiezo a reír. Pasa su mano por mi cabello.-, nunca pensé que sacarías la flecha.

-Salió completa. -admito. No estoy orgullosa de mi misma, sólo fue suerte.

-Y ahora me desangro -eso basto para que volteará a verlo. De su cara a su estómago. De su estómago a su cara. Todo fue una mala broma.

-Por favor, no vuelvas -me cuesta hablar.-... nunca, pero nunca hagas eso.

-¿Por qué me ayudaste?

-¿Por qué no? Estabas muriendo, y sí, se que quería matarte, pero tenía que ayudarte. Algún día me devolverás el favor.

Seguimos acostados. Mi mente inventa muchas cosas, inventa lo que posiblemente le hubiera pasado si no hubiera estado hay. El muriendo lentamente mientras intenta sacarse la flecha, tal vez le haya quedado una parte dentro de el y ahora mismo estaría tumbado en un charco de sangre. Todo se volvería un escándalo. Uno de sus líderes muertos. Una de las personas muertas, una de las mejores personas que puedes encontrar aquí, el que de seguro lo pasa peor que cualquier otro.

-Es increíble como siempre apareces cada vez que me pasa algo -no entiendo.-. Cuando quede cojo de por vida, y ahora la flecha.

-Son accidentes estar siempre en el lugar y momentos equivocados. Ahora creerán que yo te lance la flecha.

-No lo creo, tu me ayudaste. Tienes tu ropa destrozada por mi culpa.

-Es sólo un pedazo de tela. -digo despreocupada. Me siento.-Tengo que sacarte de aquí, Newt. No se cómo pero tengo que hacerlo.

-Ya has hecho mucho por mi, déjame aquí.

-Ni siquiera son las doce del día, ¿Crees que te dejaría aquí botado como un perro? -exclamo.- ¡Ni siquiera al perro lo dejamos botado cuando se lastima una pata!, ¿Me vez capas de dejarte aquí?

-No, no te veo capaz de dejarme aquí.

-Bien. -me levanto rápidamente y limpio mis manos en mi pantalón. Agarro su brazo.- No puedes quedarte todo el día aquí. Agarra bien el pedazo de tela y ayúdame un poco que pesas mucho, Foder.

El sigue las instrucciones que le digo, en poco tiempo ya estamos saliendo del bosque. De un momento a otro tomamos descansos. Yo no puedo con su peso y el con su dolor. Llevo la flecha en mi mano. Seguimos caminando. Todos nos ven llegar, al principio nadie nos toma en cuanta hasta que uno de ellos me ayuda a llevar a Newt a la enorme casa esa. Muchos se ponen a nuestro al rededor; no los soporto. Veo a Robb tratando de ver que pasa, Eric y otros más los echan para atrás. Hoy es su segundo día como Judía Verde y están pasando muchas cosas malas. De seguro ya vio a los laceradores.

-Ve a limpiarte y conseguirte nueva ropa -añade Alby cuando llegamos a la escalera de la casa enorme.-, nosotros nos encargaremos de el.

Todo el mundo empieza a preguntar un millón de cosas a la vez. No le presto atención a nadie y busco con la mirada a Gally; no esta. Sujetó la flecha con fuerza. Algunos ya están gritando cosas como "¿Por qué le lanzaste la flecha, luego se la quitaste y lo trajiste aquí?", "¡Que la saquen al laberinto!", muchas cosas estúpidas. Sigo caminando, Robb se planta al frente mío.

-¿Qué paso?, ¿Por qué estas llena de sangre? -se pone a caminar al lado mío.

-¿Ya viste la razón por la cual las murallas se cierran cada noche? -desvío su pregunta. No lo enfurece.

-Si, los laceradores. Horribles criaturas -juega con sus manos regordetas.-. ¿Por qué tienes la ropa rota?

-Por algo que paso, por ser tan egoísta, por eso tengo la franela rota.

-Tu no eres egoísta, más bien, si quien sea le sacaste esa flecha debe estar muy agradecido contigo, al menos no murió. Además -musita.-, agradece que no le cayó en otro lado mucho peor.

-¿No te haz preguntado que hace una chica entre casi treinta chicos? -pregunto. El niega.- Tener mala suerte. Yo tengo mala suerte.

Todavía estoy como cuando deje a Newt en manos de Alby. Todavía tengo la flecha en mi mano. La pongo al frente del escritorio en el cual esta sentado Gally, el alza una ceja al ver la flecha ensangrentada, luego me ve a mi y se para su silla de madera de un salto. El se queda pasando su mirada de mi cuerpo, mi mano a la flecha y así millones de veces. Levanto la flecha.

-¿Quien más sabe utilizar un arco?

-¿De quién es la sangre?

-¡Responde!

-Tres personas más, miertera -responde desesperado.-. ¿A quién le cayó esa flecha?

-En el estómago de Newt.

-¿Tu se la sacaste?, ¿Qué hacías con el?

-Si, no soportaba más su peso así que lo deje tumbado en mitad de bosque y saqué la flecha.

-Tienes suerte de que salió completa. -Se va. De seguro va a ver que le paso.

Salgo cansada. Mis piernas ya no dan más al igual que mis brazos que duelen un montón. Miro mi ropa y gran parte de ella tiene sangre de Newt, no se como pudo haber soltado tanta sangre. Mis manos están iguales. Quiero dormir y nunca despertar. Robb me encuentra caminando hacia los baños pero no escucho lo que me dice. El se da cuenta y me dice algo que suena como: "Menos mal que todo esta bien.". Muchas cosas vienen a mi mente con esa palabra.

Entro a la ducha y dejo que el agua recorra mi cuerpo. Se siente como pequeñas agujas pinchando cada espacio de mi. Empiezo a enjabonar mi cuerpo y ver como la sangre de mis manos se resbala. Sigo bañándome. Mis brazos duelen y lo único que quiero hacer es dormir. Sólo dormir. El agua fría no despierta mis sentidos. Este mes ni el que se aproxima van a ser fáciles para mi.

-Allison -estoy en el pequeño mesón en donde Sartén realiza sus actividades.-, ¿Estas bien?

-Me siento cansada. Todo lo que me ha pasado es muy raro. No tengo ni idea porque los malditos creadores me han metido aquí con ustedes.

-Será mejor que vayas a dormir.

Dicho eso me levanto de la pequeña silla y comienzo a caminar. Mis piernas duelen. Todas mis articulaciones duelen. No recuerdo que fue lo que paso después, sólo escuche que gritaron mi nombre antes de caer en una terrible oscuridad.

Al final olvidaras todo de mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora