-¡Salvaje! -grita Gally. Me volteo y veo el tenedor clavado en su mano derecha. Me levanto de un brinco.
-¿Qué querías que hiciera si tu empezaste? Créeme que si tuviera algo que hiciera más daño...
-¿¡Qué están haciendo!?, ¿¡Quien le clavó el tenedor a Gally!? -grita Alby.
-¡La Judía Verde! -grita alguien a mi derecha.
Me quedo en silencio y veo la cara triunfadora de Gally, pero yo tengo mis razones, el me provoco. Tengo el brazo lleno de morados por su culpa, el no es un santo y yo se que yo tampoco lo soy porque me lo he buscado diciéndole cara fuco.
-¿Eso es cierto Allison?
-¿Tu pones la disciplina aquí? -le pregunto a Alby. El encarna una ceja.- Olvídalo. -digo en un susurro.
-Los dos van a pasar veinticuatro horas juntos. Traten de no matarse. -Se va.
Miro a Gally que esta tan disgustado como lo estoy yo, sólo a Alby se le ocurre algo así. ¿Qué no nos matemos?, difícil. Me siento en el taburete al lado de Ben esperando a que termine su comida; no quiero acompañar a Gally, ni que el me acompañe a buscar mi próxima ocupación en este lugar. Juego con mis manos y Ben pone algo al frente mío.
-¿Qué es esto? -pregunto dándole vueltas en mi mano a la pequeña bolsa.
-Algo. -dice y se levanta. Gally se sienta al frente mío.
Sigo jugando con la bolsa en mi mano, el trata de quitármelo, cierro la mano. Suelto un suspiro y me paro.
Ya he recorrido todos los oficios por hacer y ninguno me llama la atención, prefiero estar cocinando con Sartén; es amable, creo que lo haré, realizare mis oficios con el. Por otro lado, el Capitán Cara fuco no ha dejado de seguirme. »¿Por qué se toma todo tan literal?«, pienso.
Ahora el se va a otro lado y yo me voy al bosque, justo antes del cementerio; apoyo mi espalda a un tronco grande y robusto, cierro mis ojos. Millones de pensamientos, imágenes, angustias y molestias en tan sólo dos días llegan a mi mente, y de último aquella pequeña bolsa que me dio Ben. Busco entre mis bolsillos la bolsa y la saco, me detengo a examinarla. Pequeña, roja, suave (tal vez hecha con terciopelo), tiene un cordón dorado... ¿De dónde habrá sacado esto?
-Bien, Cara fuco -dice Gally mientras se sienta a mi lado.-, es hora de que tu me acompañes a todos mis oficios, como yo lo he hecho contigo, así que quiero que mantengas esa boca cerrada, ¿Entiendes?
¿Cómo podré aguantarlo veinticuatro horas?
-Pensé que tu eras el cara fuco, miertero. -digo mientras guardó la bolsa. Supongo que antes de dormir saber que hay adentro.
Se levanta echando humo y camina lo más rápido que puede, me quedo sentada hay tratando de pasar unos cuantos segundos más en paz. Grita algo, posiblemente me este maldiciendo, me levanto y camino lo más lento que puedo, el no me espera, camina más rápido, casi corriendo; lo odio, pero a la vez me da risa, es tan horrible que ni el mismo se lo puede creer.
Veo a la distancia que se queda parado moviendo un pie frenéticamente, en cualquier momento me puede agarrar por el cuello y matarme. Acelero el paso y me demoró un poco en donde esta. Me encojo de hombros y sigo caminando, no voy a obedecer órdenes suyas.
-¿Por qué no caminas? -digo enfurecida; no se porque estoy enfurecida.
-Lo mismo iba a decirte, tengo prisa -me agarra de mi muñeca con moretones.-, así que quiero que camines rápido, nuevita.
-¿A dónde tienes que ir?
No me respondió y siguió caminando de largo. Sus pasos eran largos, así que me tocaba trotar para alcanzarlo. En cerrar de ojos llegamos a donde esta la escalera de aquella casa, edificio o como se llame, parece que tiene que ver a alguien. Mi mente revive los sucesos de ayer; golpes, insultos, enredaderas, moretones y un leve coqueteo por parte de Ben; subo las escaleras y Gally entra primero y cierra la puerta en mi nariz. Suelto unas palabrotas y luego abro la puerta y sigo a el Capitán cara fuco en su increíble actividad de no hacer nada. Llegamos al frente de una habitación; no se escuchan gritos, pero el nerviosismo sigue en mi.
-No quiero que hables -voltea a verme.-. Nada, absolutamente, nada.
-Esta bien.
Abre la puerta y hay esta ese tal chico que hace dos días estaba herido, con una posibilidad de que se haya roto una o las dos piernas. Su cara es relajada, como que si no le hubiera pasado nada. Cierro la puerta y Gally se sienta en la pequeña silla que esta al lado de la cama de aquel chico que se llama... ¿Newt?, Newt. Me quedo sentada en un escritorio con un gran libro al frente mío; abro el libro.
Me quedo hay esperando a que al miertero de Gally se le ocurra la maravillosa idea de irse, hemos estado aquí por casi dos horas y sus conversaciones son aburridas y ya me vi todo el libro; es una desesperación la que siento en este lugar, quiero irme, ¿me podré ir?... Si, no necesito pedirle permiso a nadie para irme. Levanto mi a dolorido trasero de la silla, abro la puerta y hay esta Alby con el chico de los rasgos asiáticos; »¿Esto es una reunión o que?« pienso.
-¿No era que iban a pasar todo un día juntos? -me sorprende la ingenuidad de Alby.
-¿Quien es ella? -pregunta el chico de los rasgos asiáticos. Sin querer frunzo el ceño.- Relaja la cara, querida.
-La judía verde, ¿no sabías, Minho? -pronuncia con desagrado el muy desgraciado de Gally.
-¿Y qué?, ¿No habla?
-Te sorprendería lo molesta que puedo ser. -las palabras salen por sí solas de mi boca.- Si me dan un permiso...
-¿Ya te cansaste de estar aquí? -pregunta aquel chico que esta tirado en la cama.
-¿Tu no? -se queda todo en silencio.
Al final me obligaron a quedarme hay, haciendo que mi dolor de trasero se incrementé cada vez más, sólo que ahora me voy paseando por todos lados de la pequeña habitación; mirando por la ventana, revisando datos curiosos del libro, mirar en el armario que es idéntico al que me escondí ayer, escuchar una conversación aburrida y escuchar que Gally le dice a todos que soy una salvaje; esto es como un maldito ciclo que nunca termina, al final,opto por quedarme sentada en una esquina hecha un ovillo como el primer día que me encontraron en la caja.
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Al final olvidaras todo de mi.
FanfictionImagina que un día tu vida es normal y la compartes con la gente que amas, y al otro estas encerrada dentro de una caja metálica y oscura que te lleva a tu próxima vida. No, no me refiero a la muerte, sino más bien a un secuestro junto con una gran...