{He Returned} Nalu Fanfiction

Capítulo 5

5

Nos encantaba estar juntos. Desde pequeños hasta ahora las cosas nunca han cambiado. Incluidos mis sentimientos, como no.

Se acercaba el final del curso.

Definitivamente, lo comprobé. Comprobé que lo que me decían mis amigas era real. No quería que estubiera con otra chica, no me gustaba que se le confesaran, no podía evitar tener mala cara cuando una chica le preguntara si podrían quedar más tarde... "Oh vamos Lucy, eso se llaman celos" "Lu-chan, declárate ya" "O se lo sueltas de una vez, o yo misma hago que abras la boca"
Cana tan maja como siempre.

¿Qué haría? No era experta en temas del amor y nunca había sentido algo así. Cada día sumaba confianza en mi misma hasta que llegara el día. El baile del final de curso.

Normal POV

Se preparó.

—Lu-chan, estás increible.—Levy nunca dejó de apoyarla y fue la primera en notificar ese "amor", que más tarde, revolucionó la cabeza de esta rubia.

—Gracias Levy. En serio, gracias por todo.— nunca me cansaría de decirlo.

—Lo se, lo se. Ahora vamos que nos están esperando.

Llegaron al gran baile. Quedaron sorprendidas al ver tan cantidad de globos y luces. Había demasiada gente y la rubia buscaba cierta cabellera rosa.
Divisó a Gray y sin esperar apenas segundos, también lo capto a él. El culpable de sus tormentos amorosos. Diablos, el smoquin le hacía verse todavía mejor.

Ella se acercó emocionada y rápidamente establecieron conversación. En un instante Gray se retiró.

—Estás realmente bien—dijo él. Bien? En serio? No había otras palabras en su cabeza? Guapa, hermosa, íncreible... No, para nada.

—Gracias, tu te ves íncreible con ese traje.

Y en ese momento fue cuando ella desconectó. Él esbozo una sonrisa. No era una cualquiera. Simplemente, era perfecta para ella. Con tal gesto podía revolverla por completo.
Se sonrojó y apartó la mirada, nerviosa.

—¿Bailamos?—articuló Natsu.

Ella iba a responderle hasta que él la tomó de la mano y la dirijió a la pista. Otra vez desconectó. Cuántas veces iban ya? Quién sabe. Ella solo era consciente de que se sentía en el paraíso cuando estaba en su compañia. Se colocaron.
Sus brazos en su cintura y sus manos blancas, alrededor del cuello del chico. Oh, como estaba disfrutando ella ese momento. Se sentía tan bien, que no se dió cuenta de que apoyó su cabeza en su pecho y se metió en una atmósfera de su aroma. Le encantaba su olor. Cerró los ojos al sentirse tan tranquila.

Al parecer él también se sentía como ella. Ver a la rubia de tal manera le enterneció, de modo que se relajó y dejó caer su cabeza muy próxima a la de Lucy. Los dos disfrutaban su compañia.

No les importaba que no estubieran hablando. Les gustaba ese silencio. Solamente él y ella, abrazados y sintiendo sus respiraciones por la cercanía.

Él, sin dejar de abrir los ojos en ningún momento, habló.

—¿Luce?— Su voz de dormido aceleraba todavía más el corazón de Lucy. La encantaba que la llamara de tal manera.
La primera vez que la nombró así fue cuando eran pequeños. Se conocieron y al presentarse, se equivocó al decir su nombre.

"—Yo soy Natsu, Natsu Dragneel —no dejaba de esbozar sonrisas, mostrando esos colmillos que alocaron a la pequeña rubia— Y tú? Wow! Tus ojos son como el chocolate!— Se le iluminaron los ojos al instante. Se colocó muy cerca de la rubia.
—G-Gracias...—su sonrojo no tardó en aparecer— M-Mi nombre es Lucy— no podía sostenerle la mirada, se ponía muy nerviosa.

—Me gusta tu nombre, Luigi. Nunca lo olvidaré—

—Es Lucy!—la fastidió. "Lucy es un nombre muy sencillo, no es difícil pronunciarlo bien" pensó.

—Bueno, ahora tengo hambre. Ya nos veremos otro día. Nos vemos, Luce!— no la dejó responder. Salió rápidamente de allí.

"Es como un dragón" imaginó la joven.

¿Luce? Solo con pensar en el apodo la entusiasmaba.

¿Se equivocó al decir su nombre adrede? Quién sabe.
De lo que si estaba segura Lucy, es de que los cogió cariño.
A "Luce" y al pequeño dragón.  "

—¿Mhn?— articuló. No quería separarse de él. Nunca.

—Yo...— apretó un poco su agarre— Tengo que contarte algo.

—¿No puede esperar?—

Natsu no se movió. Pero abrió los ojos para mirar cómo su amiga descansaba en su pecho tranquilamente.

—Y-Yo... —Lucy le tonó preocupado. Ella ya no estaba tranquila—
Me voy, Luce.

Y otra vez.

¿Qué?