Capítulo 18

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18





Hoy no tenía prisa por ir a clases, más bien no me importaba. No estaba de humor.

Entre todo lo que había pasado lo único que quería era permanecer en mi cama, en modo "rollito de primavera" por siempre. Pero no me podía permitirme ese lujo. El curso no había llegado ni a la mitad y ya me encuentro cansada cada mañana. Genial.

Acompañada de mis cascos me disponía a ir a la entrada del edificio, hasta que una figura captó mi atención.





Pelinaranja.

Se encontraba apoyado en una pared, descansando la cabeza y cerrando los ojos. Solo con verle a lo lejos pude notar un pequeño pinchazo en mi corazón. Divisaba puntos en su labio, numerosos moratones y uno destacando demasiado en su ojo derecho. Llevaba puesta una sudadera, por lo que no podía verle los brazos y tampoco sabía si quería hacerlo. Tan pronto como le vi, me quité los auriculares y me acerqué a él con prisa.





— Lo siento. Loke, yo- Sonaba preocupada, porque así lo era, y me cortó al hablar.


Abrió los ojos, dejó de recostarse contra la pared y me miró con su rostro serio.

— Antes de decir nada...— dijo para luego abrazarme. Me tomó por sopresa pero correspondí al abrazo. Se separó y sentí como el frío viento volvía a rozarme.— Soy yo el que lo siente. Me comporté como un idiota.— me miró tan detenidamente que me sorprendí— Espera un momento, ¿estás bien? ¿Te ha pasado algo?—

Antes de salir de casa esta mañana tenía la cara un poco pálida. Solía pasarme bastante al desmayarme. Mi madre me recordaba siempre que yo tenía un cuerpo débil, que debía cuidarme muy bien. Al recordar sus palabras me entristezco, ya que mi vida fue a peor tras su pérdida.

— No es nada, tranquilo. Además, tú también deberías tener cuidado. No hace falta que te preocupes por mí—

—Lo hago,—tomó un silencio para luego volver a hablar, pero está vez, diciendo las palabras suavemente— porque me importas.


Le dediqué una sonrisa acompañada de un leve sonrojo. Iba a continuar hablando con él, pero le agarré de la mano y pude notar como su cara adquiría un tono rosado. Creo que nunca había visto a Loke así y me recordó a un niño pequeño. Su pelo despeinado, los ojos abiertos por mi acción y su mirada en mí con un brillo especial. Adorable.


—¿Vamos?— le dije con una sonrisa. Las clases empezarían pronto.


Asintió y apretó nuestro agarre. Me disponía a empezar a andar hasta que unas risas llamaron mi atención, por lo que me quedé quieta y miré de dónde provenían. Loke hizo lo mismo, extrañandose por mi parón.

—¡Vamos, Natsu!¡Llegaremos tarde por tu culpa!— una albina corría agarrada a Natsu de la mano.

Pasaron por nuestro lados y yo escuchaba su risa. Al contrario, Natsu parecía tener una cara de molestia. El pelirosa me captó en su vista, ya que dirigió su mirada hacia mí, soltó su mano de la chica y me sonrió. No paró de correr, pero sentí como si ese saludo lo hubiera hecho en la Luna, en cámara lenta. Yo no me inmuté y solo quedé sorprendida.

¿Ayer pasó de mí y hoy me sonríe? ¿Qué demonios está pasando y quién es esa chica?







— Lucy. Hey. Luccyyy—Loke me despertó de mi trance moviendo las manos.

— Lo siento.— fingí una sonrisa, no estaba bien del todo porque les había vuelto a ver juntos. Natsu siempre iba conmigo hasta que apareció ella.— Estaba pensando en mi mundo de nuevo.

{He Returned} Nalu FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora