{He Returned} Nalu Fanfiction

Capítulo 8

8

—Lucy, ¿estás bien?— Gray me tocó el hombro, disipando mis últimos recuerdos de Natsu.

— S-Sí... Solo estoy algo sorprendida—
No me lo creía. Natsu, después de tanto tiempo, que quiere volver? — En mi opinión, no me lo esperaba para nada— me reí incómoda.

— Ya somos dos. Ha pasado demasiado tiempo, pero se le echaba de menos. Magnolia ha estado demasiado tranquila desde su despedida— Jellal añadió.

Era verdad. No era lo mismo sin él, para nada. Sobretodo para mí, que había quedado con un vacío que ni siquiera mis amigos pudieron llenar.
Las personas se olvidan, pero no los recuerdos con ellos. Diablos, no he dejado de pensar en él ningún día.

— Tres.— corrigió Levy— Bueno chicos, no sé vosotros pero Lucy y yo tenemos ahora clase de matemáticas en la otra punta del edificio y no puedo permitir que la pongan más partes.— nada más pronunciar la penúltima palabra me cogió la mano, empujandome hacía ella para más tarde hacer que la siguiera.
Sin duda alguna había notado mi incomodidad en ese momento. Siempre me saca de apuros. Realmente, no sé que haría sin ella.

Antes de voltear mi mirada hacia el frente para evitar caerme, observé la última imagen que capté:

Loke fijando su mirada en mis ojos.
Una mirada reconfortante.

Gray, Jellal y Gajeel explicaban a Juvia quién era ese horno con patas. Gajeel llegó a conocerle, pero ella no y tras notar los silencios incómodos que se formaban estaba confusa.

Pero él no estaba hablando con ellos. Loke no apartaba su mirada de mí.
Ésta era una... ¿Empática?
Loke y Natsu no fueron muy amigos en su momento, dudo mucho que conociera mi relación con él.
Una brisa del viento hizo que su pelo anaranjado se revolviera. Sus ojos seguían en mí, y yo no podía apartar los míos.
Solo hasta que tocó el timbre y me mirara por última vez de reojo, no dejó de mirarme.

Seguí hacia adelante.
Minutos más tarde, tras llegar a la clase correspondiente y calmarme, pude formular palabras.

—Y-yo Levy... No sé que pensar de todo esto—mi voz temblaba. Sin duda había sido una noticia inesperada, y demasiado.

—Lu. Tranquila. Las chicas estamos aquí para todo. Nadie se esperaba que Natsu volviera y menos después de lo que hizo. Se fue a Osaka, y eso no está cerca— Levy me intentaba calmar, pero con tan solo recordarme el pasaso consiguió el efecto contrario.

—N-no estoy preparada. No todavía— parecía que me iba a poner a llorar ahí mismo.

—Vamos Lu-chan, piénsalo. Natsu va a regresar... ¡Podreis volver a estar juntos! Como los viejos tiempos, ya sabes.— No tenía muy claro que iba a pasar cuando le viera. Más bien, cómo voy a reaccionar yo?— Además, Gray ha dicho que volverá, pero no cuando. Tienes tiempo de mentalizarte y prepararte para cuando os reencontreis. Seguro que él te ha hechado muchísimo de menos.

—Levy, grité "Te quiero" a un tren cuando él se iba y no quiero ni pensar que hubiera pasado si lo hubiera llegado a escuchar. Vamos a ver, ha pasado demasiado tiempo... ¿Y si tiene novia? ¿Y ha cambiado de aspecto? ¡A lo mejor ya no se acuerda de mí!—definitivamente estaba nerviosa y euforica. No se notaba mucho, verdad?

—Estás enloqueciendo—rió— No va a ocurrir nada de eso—me cogió la manos— Si no se acuerda de ti, le patearé la cabeza hasta que recuerde cada segundo de su vida que habeis pasado juntos.

Y me reí, soltando todo el estrés que llevaba dentro. El ambiente se volvió más calmado y nuestras carcajadas se expandian por la zona.

—No me gusta cómo te está enseñando Gajeel, eh, Enana—golpes de codo en su cuerpo y mirada sensual se hicieron presentes. Recordarla como la llamaba él hizo que se sonrojara al instante.

—Ay Lu-channnn. ¡Cómo eres!—me dijo el tomate peliazul.

Las clases siguieron surgiendo y yo cada vez, me dormía más.
Todavía tenía esas inseguridas en mi mente a pesar de intentar despejarme.

Finalmente tocó el timbre de salida de la última clase.
Debido a mis despistes mentales, se me olvidó coger unos libros de mi taquilla.

"Eres genial, Lucy."

—Levy, ¿le puedes decir a Gray que me espere fuera? Tengo que ir a mi taquilla un momento.—le dije cuando estabamos a punto de salir.

—Claro, pero date prisa porque Juvia le está acosando de nuevo.—dijo al verlos en el patio del instituto. Él reposado sobre su moto y ella casi encima de él.

—Lo se, lo se. Ahora vuelvo—

Y con paso rápido me dirijí hacia mi taquilla.