{He Returned} Nalu Fanfiction

Capítulo 12

12

Era increíble. Cómo se movía y todo lo que había cambiado.

Al parecer no había notado nuestra presencia, pero yo no le quitaba la vista de encima y ellas lo notaron.

—Lu-chan te gusta lo que ves, ¿no?— dijo Levy, y al instante se me subieron los colores a la cara.

—Cállate— dejé de ver a mis amigas mientras que ellas se reían y dirijí una vez más, mi mirada hacia él lentamente.— Ha cambiado, ¿verdad?— una sonrisa nostálgica se hizo presente.

—Bastante, ahora esta mucho mejor— dijo a la vez que me daba varios codazos y reía de nuevo. Juvia se unió a ella.

—Juvia piensa que es realmente apuesto. Según habíais dicho él no jugaba baloncesto y ahora parece un jugador de la NBA— añadió Juvia.

Y era verdad, me acordaba de que solía ir a verle jugar al fútbol, pero al baloncesto nunca le había visto jugar.

En este momento me daba igual como jugase, yo solo estaba pendiente en él y en sus facciones. En cómo mantenía su cuerpo con un mínimo bronceado favoreciendo su común pelo rosa y sin duda alguna, mi sonrisa favorita permanecía también.

—Lu, vamos. Ya han acabado— Levy me cogió del brazo ayudándome a levantarme. Estaba tan ocupada estudiándole que el tiempo se me pasó volando.— Supongo que querrás verle más de cerca, ¿no?—y otra vez, mi cara se tornó de un rosa palo.

—Si si, ya voy— me levanté del asiento y me quedé mirando como Gajeel y él hablaban, cuando los demás participantes se fueron al vestuario. Estaban teniendo una conversación de amigos después de mucho tiempo. Se les veía. Risas y golpes cariñosos era lo que observaba. 

Estaba feliz, su retorno nos había alegrado a todos.

Cuando me di cuenta, Levy y Juvia ya se habían adelantado. Suponía que habían bajado de las gradas para esperarles al salir, así que me dispuse a bajar también.

Pero no pude porque algo me paró.

¿Una mirada? Giré mi cabeza para comprobarlo. 

Y sí, si lo era.

Sus ojos jades.

Solo quedaba él en la pista y yo en las gradas, no había nadie más presente.

Y me estaba mirando detenidamente. Como respuesta me giré por completo. Mis mejillas adquirieron un leve tono sonrojado, pensando en la situación.

Me recordó a nuestro último baile, específicamente ese silencio que hubo entre nosotros mientras estábamos tan cerca uno del otro. Al igual que ahora, todo era silencio.

Llevaba puesta una camiseta de tirantes negra, realzando su cara. Tenía una toalla en el hombro, por todo el esfuerzo de hace unos minutos.

Natsu estaba medio girado, y al reconocerme, se giró quedando de frente  a mi.

Una vez mas me había quedado petrificada, y no fue por su voz, sino por algo que extrañaba y que no contemplaba durante muchos años.

Su sonrisa y sus colmillos.

Abrí mas los ojos y le respondí de igual manera. Ofreciendo mi mejor sonrisa posible acompañada de mi tono rojizo en la cara.

Yo nunca pude mantener su mirada y, como una niña pequeña en Navidad, bajé las escaleras de las gradas corriendo. Estaba demasiado emocionada.

—¡Lucy-san aquí estas! Pensábamos que te habías perdido.— Juvia llamó mi atención. Ella y Levy estaban en un banco afuera, esperando y mirándome confundidas.

—¿Ha pasado algo?— Levy preguntó intrigada. La miré y respondí con una sonrisa tonta, algo que mi cuerpo hizo solo. Iba a responderla emocionada, pero el gran grupo de chicos salió. No divise al pelirosa, pero Gajeel se acercó a nosotras y puso su brazo alrededor de los hombros de su novia.

—La cosa se ha puesto interesante— dijo riéndose, refiriéndose a Natsu.— No lo ha hecho nada mal, estoy sorprendido. Vamos a tener un año muy facil en los partidos— dijo orgulloso con brillos en sus ojos.

— Ya ya, ahora bájate de las nubes.— dirijió su mirada hacia mi— Lu, le vas a esperar, ¿verdad?

—Claro— mi entusiasmo se notaba incluso en mi voz— Podéis iros si queréis. Además...— miré a Juvia que estaba tranquila escuchando la conversación—¿Tú no tenías examen mañana?

Y una Juvia menos en el mundo.

Se le fueron los colores al instante. ¿Dónde estaba Gray para cogerla en momentos como este?

Antes de que se desmayara, Gajeel la ayudó.

—Juvia necesita fuerzas— dijo ella moribunda.

— Será mejor que le llevemos nosotros. Lu, mañana ya sabes. Necesito saber todo lo que pase hoy— dijo guiñándome un ojo. Mi débil cara se sonrojó otra vez. ¿Podía acaso estar un segundo sin hacerlo? Diablos.

Me despedí de ellos y me senté en un banco esperándole, ya que suponía que saldría en cualquier momento.

Normal Pov

Natsu estaba recogiendo sus ultimas cosas en el vestuario. Nunca había sido rápido a la hora de ducharse y recoger todo, pero ahora había encontrado un motivo.

Su motivo especial.

Se disponía a salir cargando con su bolsa a la espalda, a paso rápido, pero no pudo llegar más lejos de la salida del vestuario.

Lo oyó. Una voz le llamó con un apodo que solo él podía identificar.

— Así que has vuelto, flamitas— dijo alguien a su espalda. Se hacía una idea de quién era, y lo confirmó su última palabra.

Natsu mantuvo su mirada al frente, no se giró. No hacía falta.

— Sé que me echas mucho de menos, pero ahora tengo prisa.— se giró y le vió— Payaso.

Natsu le llamó siempre payaso, refiriéndose al pez payaso. Únicamente él, porque los demás solían reconocerle como León, alias, Loke.

—Si la buscas a ella, he de decirte que ya no esta aquí— el pelirosa prestó atención.

"¿Qué?" pensó

—Oh, ya veo que el tema te interesa— rió — Ya sabes, tiene otras cosas pendientes que hacer.

—¿Cosas?— repitió. Lo miró desafiante. Se simulaba a la mirada que un depredador tenía al contemplar su presa.

Loke se iba acercando a él a paso lento, Natsu no apartaba la mirada de él, le observaba desafiante.

—Se ha ido con las chicas hace tiempo, así que yo no tendría tanta prisa por llegar a ella. Además, — se colocó muy cerca de él y le puso la mano en el hombro.— las cosas han cambiado, flamitas. Puede que tal vez ella ya comparta su vida con otra persona. Después de lo que la hiciste, algo tuvo que hacer con su vida.— dijo Loke.

La presa había escapado de la mirada del depredador y le había cogido en guardia baja.

Loke sabía perfectamente como ese tema le escocía a Natsu. Y le encantaba ver esa cara en el pelirosa.

Cara de derrota.

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