Capítulo 33. Es una promesa

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Canción: Risk - Metric

Renesmee

Al atardecer de ese día, la guardia se coordinó para realizar una reunió con el objetivo de quemar el cuerpo de Marco y guardar las cenizas en la cripta del clan. Suena nefastamente horrible pero aparentemente era la voluntad de él.

La pequeña cripta es tan solo una edificación en el bosque en medio de la nada, hecha de piedra. Tiene un nivel debajo, como una especie de sótano. Las paredes son grises para variar. En cada columna hay una gárgola de esas tan feas, que crees que te está mirando.

Por el único lado donde accede un poco la luz del día es a través del techo. Hay un pequeño círculo hecho de pequeños cristales. Alrededor de él, hay dibujos de figuras que parecen ángeles. Y otras quizás sean demonios. Todos andamos vestidos igual. De negro, con las respectivas capas. Incluso a mí me han proporcionado una. A pesar de que ya no soy una Vulturi y no creo que vuelva a hacerlo.

Trato de tomar la mano de Alec y el por unos segundos permite que obtenga lo que quiero, pero luego retira su mano, y sé que no va a mirarme. Hago como si no me importara, pero lo hace. Desde que Marco falleció, pienso que Alec ya no es igual. Lo tengo claro.

- ¿Es necesario hacer todo esto? -Cuestiona Jane. Mirando a Aro, el mismo está al lado de Caius en el otro extremo de la habitación.

En todo el tiempo que llevo tratándola, es la primera vez que la veo dudando de algo.

-Es lo que él quería. -Sisea Demetri. Derrick lo mira. Ambos intercambian una mirada de odio.

-Continuemos -Aro miro a cada uno en la habitación ignorándolos. Él no le responde directamente a la hermana de Alec, lo deja ser. -Marco fue un buen compañero. Siempre cumplió con lo que se pedía. Y fue... un buen ejemplo de lo que un Vulturi debe de ser cada día de su vida. Estamos aquí para honrar su memoria. Por ende, siempre estará en nuestras mentes hasta el día que no existamos más. Si alguien quiere decir algo antes de proceder...

Entre tanto, dos guardias se acercaron con el ataúd, en consecuencia, el grupo se dividió en dos partes para abrir espacio en el centro, lugar en donde acomodaron la caja de madera negra con el cuerpo.

Alec se acerca al lado de Aro.

-Pequeño Alec. Si quieres tomar la palabra. -Alec se ve distante. Frío. En sus ojos no se ve ya esa expresión que solía tener cuando me mira. No sé si está tratando de ocultar sus sentimientos bajo una máscara. Y si ese es el caso, está funcionando.

-Quizá para ustedes solo fue un Vulturi más. Para otros, un ejemplo. Para mí, fue mi mentor y mi maestro. Casi como mi padre. Ojalá su memoria permanezca intacta en cada uno de ustedes, porque probablemente no volverán a conocer a alguien igual. -Hace una pausa para mirar a Aro. Por un momento siento que alguien me mira, y creo que se trata de mí, pero es Jane. Hay algo diferente en ella, solo que no lo había notado hasta ahora.

Caius se impacienta y toma la palabra. -Si no hay nada más que decir... procederemos. Nadie habla. Aro hace la señal y Demetri procede a abrir el ataúd y Félix enciende una antorcha, luego la deja caer en el cuerpo de Marco.

-Un minuto de silencio por Marcos Vulturi. Un ejemplo a seguir en toda la extensión de la palabra. -Pide Jane.

Tras los 60 segundos de silencio, Alec sale de la habitación sin mirar atrás. Por un momento siento la necesidad de seguirlo, pero no quiero verme como una irrespetuosa.

Mi ansiedad al parecer, paso a mi rostro. Siento el apretón de manos de Chelsea, quien ahora está a mi lado con una sonrisa de apoyo.

-Tranquila - me dice en voz baja mientras mantiene mi mano en la suya.

Hasta que tu corazón deje de extrañarme (Twilight Fanfic) HQTC #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora