12capitulo

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Abrí con pesadez mis ojos y mi mano se estiro para buscar a Cal a su lado, al no encontrarlo, agarro la almohada y la puso en su lugar. Me acurruque contra ella y cerré mis ojos para dormir nuevamente pero algo quito mi manta, y me desperté con el ceño fruncido. Me encontraba en bragas y en sostén, me sentía incomoda estar tan expuesta.

— Silver apenas te levantas y ya tienes la cara molesta...si sigues así, te arrugaras rápido— Hablo Cal con una sonrisa burlona en sus labios. Puse los ojos en blanco, y al ver como repasaba con su mirada mi cuerpo, me tape con la almohada.

— ¡No me mires así!— Dije con molestia y le tire la almohada con fuerza, pero antes que cayera en su cara el la agarro y la dejo a un lado.—¿osas golpearme con una almohada?— pregunto con tono irónico y retrocedí al ver como se acercaba a mi, parecía un león acorralando a su presa.

Sus manos fueron hasta mi cintura y me levanto, poniéndome bajo el. Aveces odiaba ser tan delgada, pesaba muy poco y  fácilmente me podían cargar. Al sentir sus besos en mi cuello lleve una mano a mi boca para reprimir los gemidos, esa zona era sensible a esas acciones, pero de inmediato Cal la quito.

 — No hagas eso...me gusta escucharlos— Susurro con voz seria y penetrante, no sabia como era eso ultimo de "penetrante" solo sentía que mi cuerpo reaccionaba a sus mandatos de manera vacilante, pero lo hacia. Observe con las mejillas sonrojadas como este besaba el espacio que se hacia entre mis senos, se sentía tan bien.  

Nunca le había prestado atención a mis senos, siempre los había visto como algo normal, ni tan grandes, ni tan pequeños, pero al parecer a la boca de Cal le encantaba jugar con ellos, y llenarlos de marcas. Reprimí un quejido al sentir como mordisqueaba mi pezón con algo de fuerza y como de a poco mi entrepierna comenzaba con esa sensación de excitación. 

—  Cal...lle-llegaremos tarde a la escuela— Avise mientras trataba de salirme de su agarre, hasta lograr zafarme y ponerme de pie frente a la cama. — ¡Eres un brusco! mira como lo dejaste marcado...— Susurre lo ultimo al ver mi pezón y acariciarlo un poco, estaba rojo y botaba algo de sangre. — Eso te pasa por no querer hacerlo anoche, te quedaste dormida y me dejaste con las ganas...— contesto él desviando su mirada a otro lado y levantándose de la cama.

— Estaba cansada— Respondí con simpleza observando el piso por unos segundos, ¿hasta donde llegaríamos Cal y yo? ¿teníamos algún futuro? la respuesta era obvia: No. Eramos hermanos, no debíamos sentir cosas por el otro, no debíamos tener relaciones, no debimos hacer nada esto. Una fuerte nalgada en mi trasero me saco de mis pensamientos y me sobe, mientras volteaba a ver a Cal confundida.

— No me ignores cuando te hable—Dijo algo neutro y puso la toalla alrededor de mi cuello.— Ahora vete al baño, no quiero llegar tarde por tu culpa— Terminando con eso me dejo sola en la habitación y entorne los ojos, ¿y ahora que hice? ¿acaso podía leer los pensamientos? Con cansancio me metí al baño y comencé a ducharme.

***

La comida de la cafetería apestaba, manteniendo aun mas mi mal humor. Sin importar que me vieran camine hasta el recipiente de la basura y tire toda la comida en el, no se suponía ¿qué en un colegio prestigioso la comida debía ser mejor? pues aquí era falso. Al regresar a mi mesa un gruñido salio de mis labios al ver como Alex estaba sentado junto a Alice, ese era mi lugar. Sin decir nada solo comencé a caminar hacia el pasillo, no seria violinista de esa pareja, y menos cuando el novio me lo restregaba en la cara. 

Camine hasta el pasillo y observe a Thomas sentado en el comienzo de las escaleras, aunque era mi exnovio hablábamos de vez en cuando, llegue hasta el y me senté a un lado, recostando mi cabeza en su hombro.

Hermanos con derechosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora