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-¡YO SÉ BIEN QUE ESTOY AFUERA!-Cantaban el coro los muchachos con gorros de mariachi en la cabeza, aquel antro se volvió un gran espectáculo con esos despechados adolescentes.-¡PERO EL DÍA EN QUE YO ME MUERA! ¡SÉ QUE TENDRÁS QUE LLORAR! ¡LLORAAAR Y LLORAAAR!- se abrazaban entre ellos, bailando de un lado a otro algunos ya muy ebrios.

Se estarán preguntando ¿Qué cojones? Bueno pues no se preocupen, ya les hago yo un pequeño resumen, resulta que Frank invitó a Guille y bueno sin poder evitarlo llegó con Samuel, la dicha fiesta a la que los había invitado era la misma salida de despecho de Rubén, al parecer Frank en ausencia de Guille por su "asuntito" con Samuel, se había vuelto muy buen amigo de Rubius, este último le había dado el derecho de ir a su "fiesta" o mejor dicho salida, ya que Mangel, su mejor amigo al que le había confesado su afecto durante años, lo rechazó hace unos días y Rubén... Bueno, Rubén decidió que era suficiente el haberlo llorado tres días, al cuarto se puso su mejor cara e invitó a todos sus amigos -excepto a Mangel, claro está- a ir a beber.

Rubén invitó a Samuel, y sin saber que este ya se llevaba de puta madre con Guillermo, al invitar a Frank le dijo que llevase dos personas, Guillermo fué su primera opción pero al no tener segunda opción para llenar sus cupos, accedió a que llevase al idiota de Samuel, sabía que le dolería como un infierno el verlos tan juntitos durante la noche, pero fingiría estar feliz eso es lo que hacen los amigos ¿No? Apoyarse entre sí.

-¡FUEE UN PLACEEER, CONOCERTE!- Gritó Rubén en la tarima, con el micro en mano, cantando rancheras mexicanas de despecho a todo volumen. -¡Y TENERTE UNOS MESES, AUNQUE ESOS MESES FUERON, EL PRINCIPIO Y EL FIN!- Le tendió la mano a Frank, quien subió sin excusa alguna a cantar con él, después de todo, era la noche de Rubén ¿No?.

-¡DE UN AMOR TAN BONITO! ¡AUNQUE NO ME QUISISTE! ¡PERO YO SI TE QUISE Y HOY ME TENGO QUE IR!- como si de una dedicatoria o serenata se tratase, miró a Guillermo, clavándole las palabras en la cabeza y unos celos interminables se le clavaron a Samuel.

Varias partes más de esa canción fueron cantadas por los chicos en el escenario, incluso algunas no sólo dedicadas indirectamente a Guillermo por Frank, si no también a Samuel por parte de Fargan. Llegó el final y Francisco no apartaba la mirada de Guillermo al recitar el último verso de la canción.

Yo me hubiera quedado, para siempre contigo... Pero no fué posible...– y ahora todos los demás, sabiendo lo enamorado que estaba el moreno de Guille, se le unieron al final. –¡Y hoy me tengo que ir!– los gritos de la gente eran presentes, pero Frank sólo le tendió una sonrisa a Guillermo, este bajó la mirada nervioso.

Samuel se acercó y abrazó a Guillermo por los hombros, Frank rodó los ojos y bajó del escenario, estaba harto de Samuel, maldecía la hora en la que le dijo a Guillermo que enviara la primera nota.

[...]

La noche avanzaba y la pareja de Guillermo y Samuel era de comentar, bailaban juntos ¿Y Frank? A pesar de cometer un error al invitar a su peor enemigo, decidió beber con Rubén, también sería su noche de despecho, la vida era demasiado corta como para seguir llorando a Guillermo.

Pero se veían tan felices que... Mierda, no podía con el dolor, sin que nadie lo viera se fué al baño, y lloró, durante quizás veinte minutos.

Sorbió la nariz, un poco más recuperado y se apoyó en el lavabo, encendió un cigarrillo y suspiró, la puerta se abrió de repente, dejando entrar a Samuel riéndose por la idiotez que acababa de pasar afuera, idiotez que Frank se había perdido.

–Me cago en...– rodó los ojos el moreno.–Lo que me faltaba chaval.– escupió.

–Pero si aquí está el mejor amigo de mi chico.– se lavó las manos y se peinó el pelo.

–¿Porqué no te mueres tronco? De verdad, hablo en serio.– dió una larga calada al cigarro y le soltó el humo a Samuel.

–Ya Frank, hablando en serio, ¿Porqué coño me odias tanto?– sacudió el humo.

–¿Porqué coño eres tan jodidamente molesto?– dió otra calada, estresado.

–A una pregunta no se contesta con otra, imbécil.– le volvió a tirar el humo. –¡Para cojones, me molesta el humo de esa mierda!– se quejó.–¿Acaso no toleras que Guillermo me quiera a mí y no a tí?– insinuó burlón.

–Cállate pringao', tú no sabes nada.– se comenzaba a hartar.

–No creas, puedo ver la manera en la que lo miras.– rió.–Puedo ver como deseas ser quien lo bese.– Frank se moría por darle un golpe, y su cigarro para la ansiedad casi se acaba.

–Si ajá, felicidades.– apretó los dientes.

–¿Sabes? Incluso puedo ver lo celoso que te pones con sus notas, y eso que son notitas infantiles... ¿Ahora quién queda como pringao'?– esa fué la gota que derramó el vaso.

–¿Sabes qué? Muérete, sí, muérete, en vez de tratarme como la mierda, porque yo al menos intento ni hablarte.– explotó, tirando el cigarrillo al suelo y pisándolo. –Deberías darme las gracias, por mi culpa, Guillermo te envía notas, fué mi idea que lo hiciera para hablarte, quería verlo feliz a cualquier costa, no sabes lo que es tener que consolar a la persona que amas cuando su ex pareja le rompe el corazón, llegaste tú y le moviste de nuevo el mundo, así que Frank, el imbécil al que odias, le da la idea de ponerte notas ¿Y cómo me lo paga el destino? ¡Con que tú te enamores de él y me trates como una mierda, día tras día, valgo mierda!– hizo una pausa.

Ahora su rabia desbordaba su cuerpo, las lágrimas pintaban sus mejillas, Samuel estaba atónito, no sabía que decir.

–Frank...– intentó disculparse.

–¡No! ¡Ahora cállate y escucha joder!– sollozó.–Es mi culpa que estés aquí, yo le dije que te invitara ¿Y sabes porqué?– Samuel negó. –Porque amo verlo reír, y nunca lo había visto tan feliz con alguien... También es mi culpa que se enamore de un idiota, ahora, púdrete.– lo empuja y sale de ahí, dispuesto a irse a su casa con alguna excusa. Lamentablemente no pudo disfrutar a gusto la noche.

Samuel, después de escuchar todo eso, pudo sentir como todo el odio que le tenía al moreno se esfumaba, se sentía un idiota...

La vida no sólo era corta, Francisco tenía razón, también era injusta...

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life is too short to wait; wigetta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora