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Samuel;

Hoy traías esa camisa blanca que tanto me gusta, sueles usar más camisa rollo formal y yo más camiseta, ay, qué bonito todo. (/.\)
Anda pues dos notitas en un día, remontando la costumbre, ya ves, como me tienes. ❤

Eres muy dulce cuando le comentas a Rubén -porque sí, descubrí como se llama tu amigo- lo lindas que te parecen mis notas y veo que sueles leerlas en el almuerzo, vaya bonita sonrisa haz de tener, ¡espero verla sin dudas!

Aunque desde una esquinita, perdón por ser tan... Yo. ;-;

-Un muy tímido Willy </3

•°••°•°

Guillermo divisó a Samuel, abriendo su casillero y recogiendo con una alegre sonrisa la notita que Guillermo acababa de dejarle. Tensó rotundamente su cuerpo al verse atrapado por tener desordenado su casillero y no encontrar su estúpido libro, libro que contenía una importante tarea y por eso era indispensable, si no ya se hubiera ido a tomar por saco. Aún así, siguió buscando intentando parecer normal, no es como si el amor de su vida estuviera a su lado, sonriendo bobamente por la notita que acababa de dejarle.

"¡Maldito libro! ¿Dónde mierda estás?" Pensó. "¡Y vaya que soy imbécil! ¡Le dejo justo la nota cuando sé que también necesita venir él!" Se palmeó la frente internamente.

-Disculpa.- Le habló, ¡Samuel de Luque le habló! Quiso gritar de emoción al sentir su mano en su hombro y también quiso correr muy lejos de ahí antes de decidir algo estúpido.

-¿Eh?- lo miró saliendo con timidez de su refugio tras la puerta de su casillero, rojo hasta las orejas y tratando de no tartamudear.

-¿Haz visto a alguien por aquí?- Samuel le dedicó una sonrisa amable y sincera, con el libro de inglés ya en la mano, Guillermo dió una rápida mirada al interior de su casillero, ordenado y con varios stickers de figuras geométricas en los costados, morados por supuesto.

-B-bueno yo...- se rascó la nuca nervioso. -He visto a muchas personas por aquí hoy... Pero ya sabes...- se encogió de hombros sin saber qué mierda decir.

-No, o sea.- Samuel dió una leve risilla, palmeándose la frente al preguntarle algo tan estúpido y Guillermo lo miró confundido. -Me refiero a si viste a alguien dejar esto aquí...- le mostró la nota y definitivamente Guillermo quiso correr antes de cagarla como era lo usual en él.

-N-no, yo no había visto eso en m-mi vida- se apresuró a decir, por suerte para él, Samuel era alguien despistado y no se dió cuenta de su sospechoso nerviosismo. -¡Y y-ya me tengo que ir!- retrocedió unos pasos de espaldas, señalando con sus pulgares, la clase de Inglés.

Pero los nervios y sus pies torpes le jugaron sucio, haciéndolo tropezar, cayéndose justo con la mochila abierta, haciendo que se desparramaran sus cosas, entre ellas, ¡Su maldito libro de inglés! ¡Estuvo en su estúpida mochila todo el tiempo! ¡Pudo haberse ido hace ya rato y no hacer el ridículo frente a Samuel! Pero nooo, él es tonto y estaba en el suelo, apresurándose a recoger sus útiles y agradeciendo que las notas fueran anónimas porque no sabría que cara plantarle después de esto.

-¡¿Estás bien?!- Samuel se agachó preocupado, dejando sus cosas al lado y ayudándole a meter todo dentro de su mochila.

-Sí, sí, no te preocupes, a-aveces soy muy torpe...- se sonrojó mientras cerraba la mochila y se la ponía a la velocidad de la luz.

-Ten, te faltó esto.- le extendió el asqueroso libro por el que se había enrollado en esta situación y Guillermo lo tomó con la mano temblorosa.

Ambos se rozaron la mano por un segundo, haciendo que una corriente eléctrica les atacara el cuerpo como un corto circuito. Samuel sintió sus vellos erizarce y sonrió, mientras que Guillermo sentía como si el corazón se le viviera arriba, como en una montaña rusa.

- Oye veo que vamos a la misma clase de inglés.- "y de matemáticas y de francés y de biología y de educación física" pensó Guillermo en todas las clases, mas sólo respondió...

-Sí.- dijo mirando al suelo. -Supongo...- pasó una mano por su pelo, acomodándolo hacia atrás.

-¿No te importa si me siento junto a tí?- le preguntó y al pelinegro se le subieron los colores al rostro.

-No, p-para nada, si a tí no te molesta creo que no...- se encogió de hombros y retiró la mirada enseguida, haciendo que a Samuel eso le pareciera la escena más tierna del mundo.

-Me llamo Samuel.- le extendió la mano, Guillermo se cuestionó si tomarla o no.

Al final, la vida sí era demasiado corta para esperar...

- Guillermo.- la tomó con una tímida sonrisa en el rostro.


life is too short to wait; wigetta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora