Capítulo 12

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Capítulo 12:

— ¿Me estás tratando de decir que no te quiero, Simón? — entrecerró sus ojos, con una sonrisa dibujada en sus labios.

— Solo... Quería demostrarte una vez más que me tienes loco — alzó sus hombros —. Cómo te dije, es una canción de hace bastante...

— ¿La escribiste para mí? — tomó sus mejillas con dulzura y depositó un beso en la punta de su nariz.

— Sí — sonrió.

— Te amo mucho — se abrazaron —. Pero quiero que me prometas que tu carrera no influirá en nuestra relación.

— No lo hará, Ámbar — acarició su dorado cabello —. Es raro, porque nunca había sentido la necesidad de tener a alguien conmigo siempre, en todos lados.

— Yo tampoco... — él besó su mejilla.

— ¿Estás lista? — preguntó.

— ¿Para qué? — se separaron, arqueó una de sus delgadas cejas.

— Pues para salir, no me vayas a decir que ya no quieres pasar tiempo con tu guapo novio — ella soltó una carcajada, siempre lo hacía, el intento de ser un galán no me salía.

— Oh, sí, por supuesto — alzó sus ojos mientras reía.

— ¿Qué? ¿No crees que soy hermoso? — frunció el ceño, la rubia seguía riendo.

— N-No... O sea, sos re lindo pero — señaló su remera —. Menos mal que te vestís bien, tontito.

— Ah... Eso... — soltó una risita —. Bueno, es que me vestí rápido hoy — sonrió nervioso.

— Bueno, ¿Y a dónde vamos? — terminó de guardar la ropa de baño en la maleta, pero él la detuvo.

— No lo guardes, tienes que llevarla — le guiñó un ojo.

— Ah, eh... — miró hacia el techo —. ¿Vamos a ir a la playa? —  él negó —. Simón, entonces no llevaré esto — volvió a negar.

— Llévalo, puede que vayamos a la playa — alzó sus hombros —. Ya sabes, soy medio raro con estas cosas.

Y no mentía, para su tercer aniversario la había llevado de viaje a unas sierras, y en su noche romántica se le ocurrió llevarla a la cima de una montaña. Sin embargo, hoy sería diferente.

— Ay, no — Hizo su pelo hacia atrás —. ¿Sabés qué?, Mejor nos quedamos acá y ya fue — tomó su peluca, maquillaje y fue guardándolo —. Si querés alquilamos unas películas, o no sé. Tampoco es que te esté pidiendo que me lleves a hacer algo.

— Siempre tan... — la rubia interrumpió al castaño, un poco enojada.

— Bueno, basta — le tomó la mano —. Vamos a ir, pero quiero que me esperes acá. Tengo que decirle algo a Nico — él asintió confundido.

La rubia salió de la suite, para dirigirse a la de su cuñado. Dio tres golpes leves contra la puerta, hasta que obtuvo respuesta.

— Nico, necesito que le digas a mi hermana que los planes se retrasan hasta mañana temprano, por favor, dile que me espere en el aeropuerto de Buenos Aires en la tarde. Y necesito que me consigas un nuevo pasaje.

— ¿Qué sucedió? — preguntó preocupado.

— Escaparé, y Simón no lo sabe.

El celular no paraba de vibrar, eso comenzaba a molestarlo. Estaba impaciente, ¿Cuando llegaría?. No quería contestar y parecer de esos novios celosos, sin embargo, lo hizo.

— ¡Ámbar, ya contestas!, suerte que todavía no abordas.

— Yo — iba a contestar, pero lo interrumpió.

— Ámbar, iré a buscarte con un auto al aeropuerto esta madrugada, así que búscame en el estacionamiento — frunció el ceño —. ¿Estás ahí?.

— ¿Qué aeropuerto, Malena? — se atrevió a preguntar, el color de su piel se volvió pálido, la había cagado.

— Eh, no, ¿Simón? — mordió su labio, tenía miedo, no quería mentirle a su cuñado —. Hablaba de ir a buscarla al aeropuerto de Paraguay, voy a estar unos días con Mari, pero primero quería ver a mi hermana...

— Ajá, bueno... — estaba confundido, algo le decía que no era cierto —. Luego le digo a Ámbar.

— ¿Qué me vas a decir? — entró en escena, y le arrebató de las manos su teléfono.

— Eh, Male... Male dice que mañana te buscará en un auto — su rostro quedó pálido.

— ¿Qué más te dijo? — insistió.

— Nada más, solo eso — suspiró.

— ¿Sabes que te quiero mucho? — se sentó a su lado, y lo abrazó.

En el fondo sabía que todo esto iba a doler mucho cuando el plan esté enterado marcha, pero si seguía, no sabía si iba a durar mucho este romance. Iba a extrañarlo en todas formas.

Hasta el final© | SimbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora