16: Navidad sin educación

331 42 3
                                    

chapter 16: El de una mujer monstruosa

┏━━━━━━━━━━━━━━━┓

┗━━━━━━━━━━━━━━━┛

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

┗━━━━━━━━━━━━━━━┛

«El golpe del bastón contra el suelo se convirtió en el único sonido que fue capaz de escuchar. Al instante había erguido su espalda, alzado su barbilla y acomodado sus manos sobre el vestido.
No le era necesario mirarlos para saber que sus hermanos habían hecho lo mismo que ella, la respiración agitada de Sirius la golpeaba de vez en cuando como un recordatorio de que era una bomba de mecha corta.
Y la señora Beckett era una perfecta cerilla para hacerlo estallar.

Aunque su mirada únicamente le permitía ver los zapatos de la mujer, Berenice podía describir con todo tipo de detalles el aspecto de la señora que más de una vez se había convertido en protagonista de sus pesadillas. Los mocasines impolutos vestían unos pies callosos enfundados en medias de encaje que ocultaban varices de unas piernas esqueléticas, su vestido oscuro hasta más abajo de las rodillas poseía un cuello alto hasta en verano y sus filosas y huesudas manos vestidas por guantes negros siempre poseían anillos que hacían que cada golpe doliese más, al igual que el viejo bastón de plata cuyo mango compartía con su varita únicamente teniendo que hacer un leve movimiento para sacarla.

—. El aire escocés os sienta maravillosamente, niños— pronunció con voz acaramelada—. Podéis levantar la mirada, pero sólo hasta cuando yo os diga.

—. Sí señora Beckett— dijeron al unísono. Sirius con la mandíbula tensa decidió que la escultura que tenía frente a él merecía más su atención que el esqueleto que lo atormentaba, Regulus fijó su vista en el cuadro que mostraba a uno de sus antepasados y que miraba con terror a la institutriz y por último Berenice miraba más allá de la ventana.

—. Esta noche presidiréis el baile de Nochebuena y vuestra encantadora madre os ha dado el espléndido regalo de poder contar conmigo hoy para prepararos.

—. Gracias, señora Beckett.

—. Tenemos toda la mañana por delante, acudiréis a vuestras clases por separado. No es correcto que os mezcléis— entonces su peligrosa mirada se depositó en Bernie—. Esperad en vuestra habitación, varones. Tengo mucho trabajo con esta pequeña dama.

Si alguna vez cualquier mago se había preguntado de dónde venían el aire de realeza y la calidad de los modales de los Black, la respuesta se hallaba en la educación que recibían más allá de Hogwarts y de las que únicamente las paredes de Grimmauld Place conocía sus más oscuros secretos.
Una larga dinastía de mujeres y hombres Beckett habían sido los institutrices de los Black, en su plenitud. Y cuando Sirius nació, Walburga se encargó de que contase con la más estricta hasta entonces conocida, Vivian Beckett.
Regulus fue con paso apresurado a su habitación tras mirar con odio a la mujer y con pena a su hermana, Sirius hizo lo mismo salvo que se quedó tras una columna, preparado para observar.

Achernar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora