007.

1.8K 238 21
                                    

Hanae avanzó entre las personas. Apenas caminaba con energía por el pasillo que la guiaba al patio, realmente arrastraba sus pies; no se sentía muy emocionada. Por cada dos pasos, se encargaba de mirar hacia atrás, sólo para ver si alguno de sus amigos se animaba a acompañarla. Pero los chicos parecían tener los pies plantados en el suelo y ni volteaban a verle. El único que realmente le otorgaba una mirada de entusiasmo era Seung. Pues por supuesto sabía todo lo que pasaba en la cabeza de ella, pero no podía entrometerse en ese tipo de cosas.

Ya avanzando lo suficiente, observó la gran puerta corrediza de cristal y tragó con bastante fuerza. Era completamente bobo que se sintiese tan intimidada por hablar con Hanbyul, pero lo incómodo era el hecho de que Hanae no sabía disimular por completo su desagrado hacia ella. Ella era una muchacha sin filtro, y, para completar, sus expresiones faciales no eran de ayuda.

—Ehm, permiso...—dos chicos se encontraban bloqueando el camino. Ambos, quienes le daban la espalda, dejaron de hablar y la miraron—. Necesito pasar.

Los dos asintieron rápidamente y se hicieron a un lado, avergonzados. Hanae sólo pudo reír ante aquello y decirles que no había de que preocuparse mientras seguía caminando. Luego tomó la manilla de la puerta y la corrió hacia un lado. Al instante, sintió que el mismo frío infernal comenzaba a calar su cuerpo nuevamente. No podía entender qué demonios hacia Hanbyul en tremendo clima, así que dio un paso y cerró la puerta justo detrás de ella.

No iría a decir que el patio de la casa era el lugar más amplio y espacioso. Simplemente contaba con unas cuantas sillas y una mesa centrada entre estas mismas. Luego el resto era césped y plantas. No se enfocó mucho en ver qué había en los alrededores, pues ya lo conocía de sobra. Sólo observó la cabellera castaña. Hanbyul se encontraba sentada en una de las sillas, justo dándole la espalda, y parecía estar muy interesada en lo que hacía.

Si bien Hanae quiso mostrar confianza en ella diciendo que tal vez ya había terminado la llamada, decidió acercarse con un poco de cautela para ver qué tanto hacía con el celular de Jimin. Y cuando ya veía lo suficientemente bien, fue inevitable no fruncir el ceño, confundida.

Hanbyul revisaba el celular de Jimin. No sólo en lo superficial, como mensajes, sino que estaba examinando los contactos. Y no le habría alarmado demasiado si no se hubiese percatado de que estaba eliminando todos los números que poseían un nombre femenino, incluso bloqueando algunos. 

— ¿Qué haces?

Un gran respingo fue la respuesta de la chica. Rápidamente observó hacia atrás, encontrándose a Hanae, y su expresión de sorpresa era bastante chistosa para la última. Inclusive le dieron ganas de reír.

—No sabía que estabas ahí...—susurró, relajando la cara. Después quedó con una mueca de leve disgusto.

—Pues sí, acabo de llegar—se encogió de hombros, y miró las manos de Hanbyul—. Lamentablemente me mandaron ver qué tanto hacías. Supongo que es divertido eso que estás haciendo—elevó las cejas, suspirando—. ¿Borraste el mío también? No creo que sirva mucho, se lo sabe de memoria.

— ¿Perdón?—se levantó de la silla. Y metió el celular en los bolsillos de su pantalón.

—Hanbyul, vi que estabas borrando algunos contactos del celular—rodó los ojos. Hanbyul se cruzó de brazos, observándola—. ¿Sabes que algunas de esas chicas son compañeras de la universidad de Jimin? Necesitará esos números para cuando tenga proyect...

—No sé de qué hablas—negó con su cabeza, interrumpiéndola.

—Hanbyul...

—Ay, qué intensa—comenzó a caminar, dejando a Hanae atrás—. Veré qué tanto me necesitan allá—alzó la voz—. Si quieres vienes, amiga.

La manera en la cual había dicho la última palabra hizo a Hanae gruñir. Aún así, no podía despegar la mirada de la chica. Y se sintió obligada a ir justo detrás de ella, sólo porque también debía entrar de nuevo y no le emocionaba mucho quedarse como una boba ahí de pie.

Hanbyul podía ser preciosa físicamente. Pero era un ogro espantoso por dentro. Y Hanae parecía ser la única en darse cuenta.

Love Maze↠p.jiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora