Esa noche estuvo repleta de muchos abrazos, mejillas mojadas por lágrimas y algunas palabras tontas que decía Hanae para hacer reír a Jimin. Hablaron por horas, un poco después de medianoche, Jimin sacó todo lo que sentía sentía dentro de sí mismo. Le contó cosas a Hanae que ella jamás pudo imaginar, realmente no podía creer que esa relación fuese aún más tóxica de lo que parecía. Sin embargo, se ahorró los comentarios llenos de furia. Quería dejarlo hablar, quería que se desahogara, puesto a que parecía tener bastante tiempo ya guardándolo. Y se sintió mal por nunca haber tratado de saber más a fondo sobre todo, sin embargo, era algo de lo que ya no podía arrepentirse demasiado. Sólo prometió estar con él sin importar nada.
Ambos cambiaron el tema luego de un rato de hablarlo, tratando de pensar en otra cosa: como por ejemplo, la vida de adolescentes que había sido tan sencilla y de cómo la extrañaban, todo mientras miraban el techo de la habitación. Jimin fue el primero en dejar de hablar. Cuando Hanae apenas se dio cuenta de aquello, encontró al chico con los ojos cerrados a su lado, demostrando estar dormido. Después de todo, llorar te da sueño, y bastante. Hanae, como pudo, lo cubrió con sábanas y trató de acomodarlo en una mejor posición, pero Jimin estaba pesado. Se rindió a media tarea. El chico se observaba tan tranquilo. No podía dejar de pensar en lo mucho que amaría que él tuviese esa paz siempre, que su cara estuviese tan calmada y que nunca más fuese a cubrirse de gotas saladas empapadas de tristeza. Hanae siempre había considerado a Jimin como uno de esos chicos que, sinceramente, te hacen suertuda de poder conocer. Una risita se salió de sus labios mientras recordaba la tarde de Enero en donde lo conoció. Aún estaban muy jóvenes, apenas entraban en la secundaria. Fue un simple coincidencia, sin embargo, a partir de ahí se hicieron inseparables. Siempre iban a cualquier lugar juntos, y muy constamentente los confundían con se pareja, cosa que siempre desagradaba a Hanae y hacía a Jimin reír. Ella siempre aseguraba que jamás iría a sentir cosas por él, era como su hermano, realmente no lo podía ver de esa manera. Pronto cayó rendida al lado de Jimin, durmiéndose entre sus pensamientos.
Sin embargo, no pasaron más de dos horas cuando Hanae tuvo que abrir sus ojos nuevamente. Sus ojos le pesaban, y su mente le rogaba que siguiera durmiendo, mas el sonido molesto del celular de Jimin era más que suficiente como para despegarse la de cama. El chico ni siquiera había respingado, parecía estar muy dormido. Tuvo que quitar el brazo de Jimin que estaba en su cintura, pues, al parecer, después de dormise terminaron abrazados. Y salió de la cama para tomar el aparato que estaba encima de la cómoda, justamente al lado del vaso que agua medio lleno que le había llevado a Jimin.
No entendía cuál era el problema de Hanbyul para estar llamando a las 4 de la madrugada, así que colgó de una vez. Realmente era intensa, muy necia. Y ya estaba harta, sinceramente quería poder tenerla al frente para decirle el montón de cosas que pensaba de ella. Un mensaje llegó, y Hanae dudó en si leerlo o no, pero algo llamó la atención de su mirada y fue imposible no empezar.
"No sé qué te hace pensar que me duele el hecho de que quieres que terminemos. Si ya me viste con él, ¿entonces qué te hace pensar que tú me importas? Entiéndelo de una vez, Park Jimin. Me das igual. Bájate de esa nube, niño."
El ceño de la chica no tardó en fruncirse, y volteó a ver a Jimin. Él seguía acurrucado con la manta, sin saber nada de la situación. Y Hanae se sintió loca por lo que fue a hacer. No tardó en borrar el mensaje, evitando que así Jimin lo fuese a leer, y no tardó en colocar el número de Hanbyul en la lista negra de su celular, evitando que lo fuese a llamar. Inclusive entró en sus redes sociales para bloquearla también por allí. Era la vida de su mejor amigo, lo entendía, pero sinceramente el sueño no la dejaba pensar bien; y estaba harta. Pronto dejó el celular nuevamente encima de la cómoda.
[...]
Habían pasado ya dos semanas desde aquel suceso. El dichoso viaje por sus vacaciones tuvo que esperar, puesto a que Jimin no se encontraba en sus mejores momentos. No era como que sentía que moría, puesto a que lo que había pasado era algo que, lamentablemente, él ya se esperaba; sin embargo, era difícil para él. Hanae trataba de visitarlo y estar con él siempre que podía, puesto a que no quería que se encerrase en sí mismo con esos malos sentires, entendía que pasaba por su proceso, mas no quería dejarlo solo en eso.
—Bonita, ¿me estás escuchando?—Seung la sacó de sus pensamientos, muy de repente. No tardó nada en levantar la mirada y hacer una mueca, avergonzada.
—Dios, lo lamento—suspiró—. Parece que estoy en otro mundo...
—Lo veo—el chico rió un poco, preocupado, y ladeó un poco su cabeza.
Ambos estaban en el apartamento de Seung. Hanae había decidido visitarlo puesto a que llevaban semanas sin verse, y apenas hablaban. Le daba tanta vergüenza ser así con él, pero estaba muy ocupada pensando. Pensando en Jimin y en cómo estaba. Era lo único que tenía en su cabeza en todo ese tiempo, y sentía una tremenda vergüenza darse cuenta que Seung lo sabía.
—Te preocupa mucho él, ¿no es cierto?
Hanae asintió lentamente con su cabeza, cerrando sus ojos, y pronto llevo una mano a su cabeza, como si esta le doliese de tan sólo pensar en la situación. Jimin, Jimin, Jimin. Su cabeza debía dejar de nombrarlo.
—No sabes cuánto deseo poder devolver en el tiempo y evitar que la conociera—suspiró.
—A veces las cosas pasan por una razón, ¿sabes?—le sonrió dulcemente, y se cruzó de brazos, mirándola, como si esperase una reacción—. He vivido más que tú, así que sé que estoy en lo cierto.
La risa de chica salió de golpe de su boca, y negó con la cabeza, riéndose por el comentario. Sin embargo, quisiera saber más a fondo cuál era la dichosa razon por la cual la vida de Jimin se había vuelto tan desastroza, mas decidió no darle más vueltas al tema, sinceramente, pensaba tanto en el que ya su cabeza tomaba el tema como una horrible canción ya quemada de tanto escucharla. Quizás eran tonterías de Seung, queriendo hacerla reír.
—Bueno, tal vez era una lección que Jimin debía de aprender. La vida te va golpes duros para enseñarte—se encogió de hombros.
— ¿Crees que Jimin sea el único que de cuenta de la realidad en este momento?—le preguntó él, con una pizca de curiosidad. Parecía referirse a algo que Hanae desconocía, ella sólo frunció el ceño, sonriéndole con confusión.
—Pues supongo. ¿Quién más podría?—hizo un pequeño puchero, pensando—. Son cosas entre Jimin y Hanbyul. Nadie aprende su experiencias ajenas.
—Al parecer, hay muchas cosas de las que te debes dar cuenta tú también, Hanae...
Aquel comentario se sintió más en serio que nada, como si se hablase de algo que era del todo cierto, un secreto oculto. El cuerpo de ella se tensó, sin entender del todo a qué se refería.
— ¿Qué quieres decir con eso?
Seung sólo se encogió de hombros, y se levantó de un solo golpe del mueble, girando en dirección a la cocina.
—Cenemos mejor. Te darás cuenta después.
Esa frase no dejaba de repetirse.
QWDGAKJSF OMG QUÉ SABE SEUNG, DE QUÉ SE HABRÁ DADO CUENTA? jijiji
Esta historia me tiene emocionada porque, a pesar de que mis capítulos son tal vez muy cortos, es la primera vez que tengo planeado escribir algo que llegue tipo a 30 caps o inluso más, aaaaa <3<3<3<3<3
Gracias por leer y darme apoyo, vale demasiado para mí): increíble que puedan leer el desastre que escribo
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Love Maze↠p.jimin
Fiksi Penggemar❝No puedes darte cuenta, ¿cierto?❞. En donde Jimin arriesga lo incorrecto por un amor falso. ❁Prohibida su copia, plagio o adaptación.