029.

1.4K 168 24
                                        

Hanae suspiró al ver de nuevo su laptop, y ladeó su cabeza mientras se mordía el labio, sofocada por lo que leía. Estaba finiquitando un proyecto para la universidad, y tan sólo le faltaban unas cuantas palabras, sin embargo, aún no lograba ponerlas en orden. Jimin alzó la cabeza al escuchar el suspiro de la chica, y levantó una ceja. Era domingo y el chico había ido a su departamento para visitarla, mas decidió no molestar demasiado mientras Hanae estaba en la mesa con la laptop, pues sabía que necesitaba terminar ese proyecto, además, aún quedaba día de sobra. Apenas era de mañana, casi mediodía.

Habían pasado ya cinco meses y un poco más después de aquella noche en donde Hanae habló con Jimin y los sentimientos por fin salieron a flote con claridad.

Las cosas entre los dos regresaron a la normalidad, volvían a ser los mejores amigos de siempre, sólo que con algunos cambios notables. Claro que se seguían tratando igual, como de costumbre, bromeaban entre sí y mantenían la gran confianza intacta, sin embargo, tanto los abrazos llenos de emoción como los besos alargados se hicieron mucho más frecuentes, ahogando esos momentos melosos de mejillas sonrojadas, palabras dulces y risitas cómplices. Se habían dicho que no había razón para apurarse, que tenían todo el tiempo del mundo, así que irían a su paso. Puesto a que por fin aceptaban lo que sucedía, con paciencia y calma.

Los padres de Hanae se habían devuelto a Japón un poco después de esa noche. La despedida fue algo triste, porque Hanae no quería que sus padres se fueran, sin embargo, mantuvo las lágrimas ocultas hasta que los vio entrar en el avión, y automáticamente clavó su cara en el pecho de Jimin para llorar como una niña pequeña. Él sólo se mantuvo en silencio mientras la abrazaba. La mamá de Hanar había hablado muchísimo con ella antes de irse.

La vida es así, tienes que dejar de reprimir los sentimientos—le regañó—. Cuando estés vieja eso te va a pasar factura, así que vive, por Dios, vive y ya.

Su madre siempre tenía tanta razón.

Hanae también mantenía el contacto con Seung, ahora su buen amigo, quien estuvo muy feliz al enterarse de lo sucedido con Jimin. Hanae agradecía la gran madurez que tenía él a pesar de todo lo que pasó, sin embargo, Seung no paraba de decirle que son cosas que debían pasar y experiencias que debían vivir. Además, le aseguraba que estaba muy bien y que incluso estaba conociendo a alguien. Hanae reaccionó muy bien ante eso y le dijo también estaba muy feliz por él, deseándole toda la suerte del mundo.

Muchísimas cosas habían cambiado en la vida de Jimin y Hanae. Cambios para bien.

— ¿Está tan desastrozo en serio?—el labio inferior de Jimin sobresalió un poco, preocupado. Dejó el control remoto a un lado y se levantó del sofá. Tan sólo tuvo que dar unos pasos para acercarse a la muchacha y así ver lo que pasaba en la laptop—. A ver, ¿qué sucede?

— Es que lee eso, ¿qué es eso? ¿Eso tiene sentido?—suspiró, señalando el último largo párrafo, siendo el más importante puesto a que con este cerraba el proyecto—. ¿Qué significa eso? No se entiende nada—lloriqueó, llevándose las manos a las mejillas y apretujándolas con estrés—. Parezco de nuevo ingreso.

Jimin carcajeó ante los quejidos de la chica. Le causaba demasiado gracia porque siempre se ahogaba en un vaso de agua. Y es que Hanae estaba ya que empezaba a llorar, así que sólo se inclinó un poco para leer el párrafo que tanto molestaba a la chica. Podía entender de qué hablaba, al instante supo qué era lo que debía mejorar. No tardó en acercar sus manos a las teclas y comenzó a modificar algunas partes velozmente. Trataba de leer el párrafo y así sólo buscar las palabras indicadas para buscar más sentido, pues claramente no era experto en Medicina así que no podía extenderse como si supiese del tema. Tan sólo le agregaba más forma a lo que ella ya había escrito. Hanae observaba cada movimiento de Jimin, porque si en algo era bueno, era en la redacción. Recordaba que en secundaria siempre tenía las mejores notas en los trabajos y ensayos por aquello mismo.

— ¿Qué te parece así?—el chico se despegó un poco, enderezando la espalda. Hanae lo miró desde su silla, y luego observó la pantalla de la laptop, leyendo.

— Mmm...—sus ojos leían lo más rápido posible, y la sonrisa se formó en sus labios de golpe—. ¡Sí! ¡Eso está muchísimo mejor!—aplaudió, y abrazó el cuerpo de Jimin, dejando la cara en su abdomen, pues él seguía de pie y ella sentada—. ¡Gracias, Jiminnie! ¡Gracias, gracias, gracias!

Jimin sólo carcajeó y llevó una mano al cabello de la chica, acariciándolo.

— Son treinta dólares—bromeó.

— Sales caro.

— Lo bueno tiene un precio alto.

— ¿Entonces por qué cobras tan caro?

— ¡Oye!

Hanae sólo carcajeó al escuchar el quejido y se separó de él, riendo, sin embargo, no se disculpó porque Jimin también dejó escapar una carcajada, aceptando la broma.

— Bueno, no te quiero pagar—Hanae murmuró entre risas, cruzándose de brazos y siguiendo con la actitud.

— Tienes que hacerlo, mejoré ese trabajo por ti.

Ella rodeó los ojos, y miró hacia arriba, encontrándose con la cara del chico.

— ¿Qué otra opción hay?

Era gracioso seguirle el juego a Jimin.

— ¿Qué te parece aceptar una salida conmigo?—Jimin propuso.

— Me parece una buena idea, ¿qué tienes en mente?

— ¿Te gustaría ir a cenar?

— ¡Claro!—Hanae sonrió de par a par—. ¡Sabes que amo ir a cenar contigo!

— Lo sé, pero no es una salida normal—anunció. Hanae juntó sus cejas sin mucha fuerza, demostrando confusión.

— ¿Cómo así?

— Será una cita.

— Pero... ¿Siempre tenemos citas?

— Sí, pero esta será una cita—el chico pronunció aquella palabra como si cada letra tuviese un significado profundo, y una sonrisa suave se formo en su boca.

— ¿Una cita, cita?—Hanae murmuró con diversión—. ¿Cita?

Parecía estar siguiéndole la corriente sin entender mucho.

— Estás diciendo mucho esa palabra—Jimin carcajeó, ella rio también.

— Lo sé—la chica se levantó de la silla, quedando de pie junto a Jimin—. Pero es que es que hay muchos tipos de citas.

— Bueno, la de hoy será una cita distinta—Jimin la tomó de las mejillas, y le miró la cara con lentitud, hasta dejar la mirada en sus labios. No tardó nada en dejar un beso suave en estos.

Ahora entendía, Jimin quería hacerse el romántico. Le pareció adorable, pero no pudo dejar la oportunidad a un lado.

— ¿Qué tan distinta puede ser a las que usualmente tenemos?—ella habló sobre los labios del chico, divertida—. Debe ser muy lujosa entonces. ¿Me vas a llevar a Paris y cenaramos en la Torre Eiffel?

— Nunca más intento ser romántico contigo.

Hanae dejó salir una fuerte carcajada cuando sintió a Jimin despegarse de ella al instante. Era demasiado sencillo fastidiarlo, sobretodo si uno no le seguía la corriente.

— ¡Pero no te enojes! ¡Me puedes llevar a McDonalds y sería feliz, Jiminnie!








no quiero que termine esta historia pero al mismo tiempo sí quiero porque lleva ya años conmigo jshdjahsh

Love Maze↠p.jiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora