009.

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Después de la llamada con Jimin, Hanae se encargó de avisarle a Seung sobre la cita, todo sin mucho entusiasmo. Y para su mala suerte, el plan no se canceló en lo absoluto; por más que desease que sí.

Ahora esperaba en el centro de uno de los barrios más turísticos de Seúl, que era Hongdae. Las luces brillantes y el montón de gente no paraban de llamar su atención en lo absoluto, aun cuando ya estaba acostumbrada. Siempre había amado la gran vida nocturna de Seúl. Incluso sentía que hoodie de color durazno contrastaba con las luces bastante estéticas que habían a su alrededor.

— ¿Crees que ya llegarán?—Seung se inclinó un poco, hablándole de cerca. Con el montón de gente también había un montón de ruido, y música.

—Deberían—se encogió de hombros. Y le miró, angustiada—. Aunque sería mejor si no lo hicieran...

—Hey, no pasará nada, bonita. De verdad tienes que relajarte un poco, ¿sí?

—Es que no quiero que la noche acabe mal—suspiró, arrugando la nariz—, de verdad quiero que pasemos un buen tiempo.

—Y ya será así, en serio.

Hanae volvió a suspirar para posteriormente sonreírle. Le agradaba que quisiese calmarla, era bueno tener a alguien que le asegurase que las cosas no iban a salir tan mal, aún cuando probablemente si fuese a pasar.

Y ella soltó su tercer suspiro cuando observó cómo la pareja esperada caminaba despaciosamente en su dirección. No entendía por qué tantos nervios, siempre había considerado que lograba llevar las cosas con calma, sin importarle qué tal desastrosas estén. Y tener que convivir con Hanbyul no sería el fin del mundo entero. Tal vez Jimin tenía razón. Quizás podía llevar bien con ella, por fin.

Sin embargo, nada nunca le quitaría el hecho de que era una mala pareja para el chico. 

Hanbyul fue la primera en mirarlos. Su reacción fue mostrar una gran sonrisa de par a par, como si se sintiese feliz de verlos. Luego Jimin también repitió dicha acción. 

— ¡Hola, chicos!—ella los saludó, animada. Y volvió a sonreír—. Lamento que hayamos tardado tanto. Jimin se toma tiempo haciendo boberas.

Hanae la miró por un segundo, un segundo extremadamente mínimo, y sonrió. Si bien no le agradó tampoco el último comentario por la manera en que lo dijo, tuvo que sonreír. No quería ser antipática de la noche. Y mucho menos tener conflictos con Jimin.

—No pasa nada. No tenemos mucho tiempo esperando.

— ¡Qué bien!—aplaudió, emocionada. Y batió sus pestañas, mirando a Jimin—. ¿Entonces cuál es el plan? ¿A dónde iremos, amor? ¡Me gustaría ir a cenar en un lugar bonito!—Y se volteó, mirando a Hanae y a Seung—. ¿Les parece si vamos después de pasear?

Y es que era algo más que le disgustaba de Hanbyul. Lo mucho que hablaba, sobre todo cuando colocaba esa voz tan dulce e inocente. Daba incluso la impresión de que era alguien sin malas intenciones.

 —Iremos a cenar después. Ahora, tú debes ir con Hanae—Jimin le sonrió, y la palmeó suavemente en el hombro. Así que no le había dicho el plan... —. Seung y yo debemos a ir a buscar unas cosas.

— ¿Qué?

Hanae quiso soltar una gran carcajada. Era un momento monumental, la cara de Hanbyul lo era. Miraba a Jimin, incrédula, sin poder creer lo que había escuchado. Y es que era claro. ¡Cualquier persona sabría que ellas dos no se llevaban bien y que dejarlas solas no era una buena idea! Sin embargo, luchar en contra de las muy tercas y malas ideas de Jimin tampoco era un opción. 

Y Jimin no dejó de mirarle con aquella cara de "¡Ánimo!". Era total y completamente ridículo.

— ¿Ah sí?—Hanbyul volvió a sonreír, y miró a Hanae—. Qué bueno. Así nos podremos conocer más.

Sí, claro. Conocerse más...

[...]

Hanbyul y Hanae caminaban por las calles de Hongdae. Ambas se encontraban en completo silencio, tan solo caminando con cierta distancia como para que no pudieran tocarse. Hanae se veía incómoda, y miraba a Hanbyul en ocasiones, tratando de ver si podían romper en hielo. Mas la cara de pocos amigos que tenía la chica le daban ganas de no pronunciar ni una sola palabra. Ni siquiera quería respirar demasiado fuerte.

Por lo menos el ambiente le ayudaba mucho. Habían muchas personas caminando alrededor. Turistas tomándose fotos, puestos de comida y también de vendedores de otras cosas. Había música. Y a unos cuantos metros había un montón de gente amontonada, de seguro viendo a las personas que solían bailar o cantar en cierta parte de Hongdae.

—Oh, ese vestido es lindo —Hanae rompió el hielo cuando pasaron al frente de una tienda. Y soltó el comentario refiriéndose a un maniquí.

Por primera vez en toda la caminata, Hanbyul la miró. Y luego llevó la mirada a la vitrina de cristal.

—Tienes razón, es muy lindo...

— ¿Te parece si entramos y me lo pruebo?— ¡Esa sería la oportunidad! Se suponía que las amigas iban de compras, ¿no?

— ¿Probártelo?—la miró. Y volvió a ver el vestido—. No creo que sea buena idea.

Y Hanae ladeó la cabeza, con el ceño fruncido.

— ¿Por qué lo dices?

—No te quedaría bien—se encogió de hombros—. ¡No estoy siendo cruel! Se supone que las amigas son sinceras, ¿no? Creo que se te vería fatal. Tal vez te quedé pequeño, no sé...

—No creo que me quede pequeño—murmuró, dejando que un risita se escapara de sus labios.

—Yo creo que sí, últimamente te he visto más... Subida de peso—se rió. Y encogió sus hombros—. Tal vez alguien está ahogando mucho sus penas y tristezas con comida.

Y es que deseaba no creer en lo que escuchaba. ¿Acaso trataba de decirle gorda? Y también trató de decirle que estaba deprimida. Fue casi imposible no abrir la boca, sorprendida. No había sido sincera, había sido cruel. Hanae no estaba gorda, eso lo sabía de sobra. ¡Hasta podía jurar que pesaban lo mismo y sus medidas también eran las mismas! Sin embargo, no podía sentirse molesta por el hecho de que Hanbyul lo dijese con esas intenciones.

—Mejor sigamos caminando, Hanae.

 Ahora sólo quería que ese estúpido paseo pasara más rápido.


Love Maze↠p.jiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora