012.

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Aquella visita inesperada de Jimin fue como una curita que cerró la herida de Hanae. Las cosas regresaron a estar bien, por supuesto que no tan bien como Hanae quería, pues ella estaba convencida de que todo se arreglaría cuando Hanbyul no estuviese en sus vidas. Mas no tenía otra opción que conformarse, por lo menos seguía con su mejor amigo. Por lo menos.

Las visitas entre los dos volvieron a hacerse frecuentes, claramente en sus tiempos libres, y parecía como si la discusión por la mañana de aquel domingo se hubiese olvidado con el paso de los días.

Hanae estaba feliz, ya no se sentía sola. Pero, muy en el fondo, le decepcionaba saber lo muy dependiente que había sido formar una única amistad que valiese la pena, pues, cuando ese tipo de cosas pasasen, sentía que quedaba completamente sola.

— ¡A mí también me dan vacaciones en dos semanas!—le comentó a Jimin mientras tomaba su taza de chocolate caliente—. Estoy desesperada, necesito dormir más de cinco horas.

Jimin asintió desesperadamente, dándole la razón, y cerró sus ojos mientras le daba un sorbo a su té.

—Ya ni siquiera recuerdo cómo era dormir sin miedo a que se te olvide lo que estudiaste—suspiró pesadamente, y luego dejó escapar una risa dulce—. ¿Te has preparado bien para estos últimos exámenes?

—Sí, bueno, eso he tratado—suspiró Hanae—. Realmente estoy tan enfoncada en tomarme un descanso que no puedo esperar a que pasen las semanas y ya.

Los dos rieron automáticamente, puesto a que entendían muy bien aquello.

—Debemos de tomarnos un muy buen descanso—comentó Jimin, y miró su té, haciéndose el interesante.

— ¿Cómo sería un buen descanso? Yo planeaba dormir por unos tres días seguidos—Hanae se encogió de hombros, y se tomó lo que quedaba de chocolata de un solo sorbo.

— ¿Qué te parece ir a un pequeño viaje emocionante?

Hanae lo miró curiosamente. ¿A qué se refería el chico? Es decir, ¿acaso estaba escuchando correctamente? Tenía siglos, desde su graduación de bachillerato, sin ir a un viaje de amigos. Antes era como una tradición y simplemente había pasado a desaparecer.

— ¿Tratas de decirme que deberíamos hacer un viaje en vacaciones?—susurró, muy emocionada y mirándole fijamente a los ojos sin poder creerlo.

—Sí, y como quiero disculparme por el problema de hace unos días, lo pagaré yo—sonrió—. ¿Qué te parece, Kang Hanae?

Hanae no podía explicar el sentimiento dentro de ella.

—Pero... Ya va, ¿sólo tú y yo?

—Bueno, planeaba que fuese un viaje de mejores amigos, no sé si estás bien con eso...

Ella dejó de sostener la taza al instante y le agarró la mano a Jimin. ¡Estaba muy feliz! No podía ser una broma, Jimin no bromeaba. Es decir, por fin iba a poder tener un tiempo de calidad con su mejor amigo. Además, un viaje sin pagar nada, sonaba como un sueño. A ver, no es que fuese una aprovechada, no. Pero aún estaba algo enojada, y sabía que de igual manera no iba a dejar a Jimin solo con todos los gastos... Pero esa oportunidad se presentaría una sola vez en la vida.

— ¡Me encanta! ¡Adoro la idea!—chilló, y le apretó más la mano—. ¿A dónde iremos? Debemos planear todo a la perfección.

— ¿Comenzar con la isla Namiseom está bien?

— ¿¡En serio!?

Hanae sentía cómo su corazón se alegraba, y, poco a poco, una gran sonrisa se asomó por su rostro, demostrado que amaba la idea.

— ¿De verdad?

—Sí—Jimin asintió, riendo por la reacción de la chica—. Después de visitar el lugar, podemos ir a Kangwon y a Jeju.

—Pero...—lo miró como si hubiese dicho un disparate—. ¿Acaso sabes la cantidad de dinero que será todo? No te dejaré pagar solo.

—Tengo mis ahorros.

—Estás demasiado loco—le soltó la mano, y se cruzó de brazos—. Me gusta la idea, pero me dejas ayudar o no vamos.

—Hanae...

Ella lo miró, con esas mirada de reproche. Jimin iba a tener que vender hasta sus peores ropas para poder pagar todo lo que costaba los viajes a todas esas islas, más siendo ellos simples universitarios. Entre los dos podían, entre uno solo no.

—Sh, nada—replicó—. Tómalo o déjalo.

—Agh, ¿quién te gana?—suspiró, y tomó otro sorbo del té, fastidiado—. Qué más.

— ¡Perfecto! Oh Dios mío, no puedo esperar a que pasen estas dos semanas—Hanae soltó un suspiro, y sonrió de par a par.

Jimin sentía que verla así de feliz era todo lo que necesitaba. Por fin eran buenos momentos.




Love Maze↠p.jiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora