Love Maze↠p.jimin

028.

Hanae miraba al profesor caminar de allí para acá, explicando y señalando las diapositivas utilizadas para Anatomía. Hanae las miraba, pero su cabeza no estaba allí. Parecía estar en otro mundo, pensando y pensando sin parar en lo absoluto. Tecleó un poco en su laptop, tratando de prestarle más atención a la clase, pero no pudo. Tal vez tendría que estudiar por su cuenta en la noche, no iba a dejar que estar en las nubes la hiciese sacar una mala calificación en su próxima evaluación.

Su celular vibró en su bolsillo, mas no lo sacó. Luego llegó otro mensaje, y después otro. Dejó salir un poco de aire de sus labios sin hacer ruido, y no tardó en llevar su mano hasta el bolsillo y sacar su celular, viéndolo por debajo de la mesa.

Jimin

"¿Qué te parece ir al cine hoy? Después de que terminen tus clases

Hay película muy buena que estrenaron

Sé que te gustará 😜"

Hanae

"Hoy tengo que estudiar...

Perdón"

Hanae estaba estresada. Mentía si no decía que estaba molesta con ella misma. Se sentía estúpida e infantil, aquella no era la manera de enfrentar las cosas. No lo era, pero Hanae ya había aceptado el hecho de que era una cobarde.

Jimin

"Oh... Está bien entonces. :)"

Mordió su labio al leer el mensaje. Jimin debía estar cansado de la situación, hasta ella lo estaba.

[...]

Tan rápido como la última clase de Hanae terminó, se plantó en una biblioteca y estuvo allí hasta casi las once de la noche. Hizo algunos trabajos que estaban pendientes, y también estudió de sobre algunos temas que debía, también repasó un poco su inglés y practicó hasta ya hartarse. No podía permitirse descuidar sus estudios, sin importar cuán desastrosa estuviese su vida personal. Así que pudo estudiar bastante hasta que la bibliotecaria le dijo que ya había llegado el momento de cerrar el lugar. Muy apenada, se disculpó y salió de su burbuja, dándose cuenta que era la única persona que quedaba allí. De una vez tomó sus cosas y, después despedirse de la señora, salió del lugar. Aquel día, las calles estaban algo solitarias, así que Hanae trató de cubrirse un poco más con su chaqueta para evitar morir de frío, caminando.

Jimin no había respondido a su último mensaje. Hanae sabía que ya era por su actitud insoportable, ni siquiera sabía cómo la toleraba. Y se sentía mal. Porque no quería seguir así.

Lo había aceptado, tal vez le había costado demasiado, pero tuvo que aceptar lo que ya era una realidad. Le gustaba su mejor amigo, era la verdad. Le gustaba, y le había gustado besarlo. Y aceptaba que quería repetirlo. Se sentía patética al haber tenido que hablar hasta con su mamá para poder aceptarlo. Sobretodo por el hecho de que sacó a la luz cosas que creía no recordar jamás  Como por ejemplo, que a los quince años estaba condenadamente derretida por él. Mas aquello nunca lo aceptó en voz alta, porque sentía que no iría a ser una buena idea. Simplemente se dejaba ganar por su sentimiento de siempre ir por lo seguro, Hanae siempre había sido así, pero ya estaba harta de ser de esa forma. Porque si no era en eso momento, ¿cuándo sería? ¿De verdad quería dejar ir las oportunidades que tenía sólo por el miedo de no saber si todo saldría bien? Era ridículo. Hanae tenía que entender, de una vez por todas, que intentar siempre iba a ser mejor para quedarse con las ganas.

Así que ni siquiera se sorprendió cuando se encontró a sí misma caminando al edificio de Jimin. Sus pasos eran rápidos, desesperados. Sentía como su bolso se movía en fuerza y las cosas parecían bailar dentro de este mismo. Hanae ya estaba cansada de ser una cobarde. Era su mejor amigo y lo quería como algo más, ¿y qué? No era la única persona que pasaba por eso.