Hanae tenía la mente confusa y soltaba suspiros tal vez demasiado repentinos como para asegurar que estaba bien. Por su mente sólo pasado algo: había besado a su mejor amigo.
No dejaba de parpadear de golpe en ocasiones, queriendo escapar de la realidad. De su mente tampoco salía Seung. Se sentía mal, se sentía terrible. Más que cualquier otra cosa, no quería creer que se había atrevido a hacerle eso a Seung. Hanae quería culpar al alcohol, quería decir que fue un error por un estado de ebriedad; pero no estaba ebria. Estaba consciente de sus acciones: ese era el verdadero problema. Y es que todo después de ese beso pasó tal vez muy rápido.
Tan pronto como se separó de Jimin, se sintió calmada, aceptando lo que había pasado. Inclusive deseando repetir aquella acción con él. Pero la realidad la golpeó repentinamente; y el sentir de cómo su corazón latía tan fervientemente le asustó. Le asustó sentir cosquillas en sus labios y sus mejillas arder. Le asustó verle la cara a Jimin, con una expresión con la que nunca la había mirado. Se había percatado que lo había besado, y luego recordó a Seung. De golpe la culpabilidad la inundó. Y salió de aquella cocina de golpe, escapando. Jimin intentó alcanzarla, pero Hanae le dijo que la dejara sola un momento. Así que Jimin la dejó, a pesar de que era lo que quería hacer. Las cosas estaban tan confusas. Hanae sentía que quería llorar y al mismo tiempo quería darse un golpe a sí misma.
Pensó demasiado en llamar a Seung, sin embargo, Hanae era alguien que odiaba ocultar las cosas. Y, si bien prefería pensar más tiempo, no lo hizo. Porque sentía que le iba a fallar incluso más si no le decía.
— ¿Estás bien?—Seung rompió el hielo mientras apretaba el volante. El ambiente en aquel auto era tan tenso que parecía como si el problema fuese causado por el chico.
La cara de Hanae sólo se mantenía pegada al frente, observando las calles de Seúl. Se sentía nerviosa.
—No...
— ¿Pasó algo en aquella fiesta?
Hanae, por primera vez desde que subió al auto, lo miró. Seung tenía la cara aún hinchada, revelando haberlo despertado, y tenía puesta la ropa que usaba para dormir. Lo había preocupado, y se sentía peor por eso.
—Sí pasó—confesó, con una expresión indescifrable. Seung quería que tan sólo dejara de responder así de breve.
—Me estás preocupando bastante, Hanae—detuvo un momento el auto, ante la luz roja de un semáforo. Y se miraron. Los ojos angustiados de la chica le hacían pensar—. Puedes confiar en mí, ¿lo sabes?
—Lo sé—su voz salió temblorosa.
— ¿Entonces cuál es el problema?
Hanae tomó aire. ¿Realmente iba a decirle? Ni siquiera sabía cómo decírselo. Se sentía tan mal recordar todas esas veces que Seung le había dicho que siempre podría ser sincera, que él entendería. Y es que siempre fue muy maduro, cosa que Hanae agradecía. No se atrevía a decirle aquello, pero no podía mentir. No podía hacerlo.
—Sé que estos últimos meses han sido difíciles. No hemos hablado muchísimo, he estado ocupado—agregó él, conduciendo por las calles de nuevo. Parecía soltar esos murmuros con intención de que ella se sintiese tranquila—. Y tú.. También lo has estado. Sin embargo, te aseguro que mi opinión en cuanto a la sinceridad entre los dos no ha cambiado.
Una punzada se sintió en el pecho de ella. Tragó fuertemente, y dejó que unos segundos pasaran. Segundos que sentía bastante largos. Mas muy cortos para el tiempo que preferiría esperar antes de dejar soltar esas palabras.
—Me besé con Jimin.
Pronunció aquello sin despegar la mirada de Seung. Los labios del chico se separaron un poco, sin embargo, no lo escuchó decir nada. Absolutamente nada. Un minuto pasó, y Seung seguía conduciendo con tranquilidad. Hanae no sabía ni siquiera qué decir, no sabía cómo tomarse aquello. La inquietud no tardó en crecer aún más en sí misma. Los pensamiento divagaban en su cabeza, haciéndole ponerse más ansiosa. Los dedos de sus manos fueron a parar en su propio muslo, y tardó en apretarlo, tratando de calmarse.
— ¿Cómo te sientes al respecto?—fue lo único que le escuchó decir.
— ¿Qué?
—Hanae—el chico la miró un momento—. ¿Cómo te sientes al respecto?
—Yo...—balbuseó, sintiéndose intimidada por la pregunta—. No estoy segura de cómo me siento.
Seung aparcó al frente del edificio de Hanae, dándose unos segundos para pensar más en la situación. La chica ahora jugaba con los dedos de sus manos.
—Te preguntaré algo más, Kang Hanae—ahora pudo mirarla con toda la atención. Sin preocuparse por conducir, sin preocuparse por más nada—. ¿Estás arrepentida de haberlo hecho?
Los ojos de él buscaba verdad. Buscaban escuchar palabras honestas. Seung parecía estar llevando la situación con demasiada calma, cosa que Hanae no entendía. Había esperado que las cosas hubiesen sido más desastrozas, pero no lo habían sido.
—Estaba tomando, así que...
—No, no. No pregunté si estabas tomando, porque sé que no estás ebria—la interrumpió, ahora más insistente.
Entendía a qué se refería con esa pregunta. Sabía que él no sólo preguntaba sobre si se lamentaba de haberlo besado. También sabía que se refería a estar al tanto de todo lo que aquello podría provocar en su vida. Y ya no sabía a dónde quería llegar Seung.
—No. No estoy arrepentida.
— ¿Te sentiste bien?
— ¿Por qué me haces preguntas cómo esas?—juntó su entrecejo. Él sólo esperó a que respondiera—. Qué extraño estás...
—Responde.
—Yo... Sí, Seung. Sí.
—Te besaste con tu mejor amigo, y te gustó—recapituló lo que ya eran hechos, confundiéndola más—. Ahí está.
— ¿Está qué?
—Ahí está tu razón para organizar mejor tus sentimientos, Hanae—la miró, apretando los labios. Y suspiró—. Porque apuesto a que ya no me ves de la misma manera en la que lo hacías hace tres meses, ¿verdad?
Las palabras de Seung parecían querer salir calmadas, pero Hanae podía sentir aquella pizca de tristeza que tenía al hablar. Hanae mordió su labio, y miró hacia abajo, avergonzada. Apenada consigo misma. Y es que sentía que se desconocía. Seung era el chico de sus sueños, todo lo que ella y sus padres podrían haber soñado. ¿Cómo era posible que ahora su corazón estuviese tan confundido que ni siquiera podía asegurarse de lo que sentía por él? Todo era tan raro. Parecía estar en un sueño caótico, y realmente esperaba despertar. Pero no despertó, porque no era ningún sueño.
—Ya ni siquiera lo sé, Seung—confesó por fin—. Ya no lo sé, lo que pasó hoy... Me tiene pensando. Yo no creí que esto siquiera pudiese pasar, pero pasó. Y no sé qué siento ahora. Lamento esto...
—Necesitas espacio, Hanae. Y debes dejar de engañarte a ti misma, ¿sabes? Es increíble que te conozca tanto que ya haya sido capaz de predecir esto, bonita—musitó mansamente. Aunque parecía hablar con pesadumbre—. Y es que tú me gustas demasiado, Hanae. Eres un chica increíble. Pero debes darte cuenta de cuáles son tus sentimientos, porque... ¿Si no cómo serás feliz?
Los ojos del chico parecían querer soltar lágrimas. Pero no lo hicieron en ningún momento. Sólo le otorgaban miradas suaves, como si quisiese hacer aquel momento más llevadero. Pero es que Hanae ya sabía que iría a decir. Y no quería escucharlo pero era necesario.
— ¿Quieres decir qué...?
Dentro de Seung habían un montón de sentimientos. Él siempre se había considerado una persona transparente, pero fuerte. Mas en aquel momento se sentía frágil. Seung era inteligente. Antes de que Hanae siquiera pudiese percatarse mínimamente, se dio cuenta de que algo iría a pasar entre ella y Jimin, porque es que hasta el más apático lo sabría. Mas no lo dijo porque entendía que era algo que ella misma debía descubrir. Sin embargo, mentía si decía que no sentía su corazón desbaratado al tener que decir lo que iba a decir. Porque él se había enamorado de Hanae como si fuese masoquista, sabiendo lo obvio, sabiendo que el destino tenía otros planes para ella. Y no era quien para evitar que las cosas sucedieran. Ella debía entenderse a sí misma, y a sus sentimientos.
—Esto entre tú y yo debe terminar.
No me toquen, estoy enojada conmigo misma pORQUE amo a SEUNG NOOO ASIFHWQF MI BEBÉ
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Love Maze↠p.jimin
Fanfiction❝No puedes darte cuenta, ¿cierto?❞. En donde Jimin arriesga lo incorrecto por un amor falso. ❁Prohibida su copia, plagio o adaptación.