Hanae y Jimin reían sin parar mientras caminaban por Jung-gu, Seúl. Las calles eran exactamente como se solían ver en la noche; repletas y emocionantes. Las luces de Seúl nunca la decepcionaban con su aire estético. Y sentía que se veía muy linda en ese momento, puesto a que, por querer estrenar su cabello, se colocó un vestido casual con mangas largas que era su favorito.
—Como hoy me siento bondadosa—comentó sonriente, echando su, ahora, corto cabello para atrás y teniendo aires de grandeza—, pagaré cualquier cosa que quieras consumir hoy.
La cara de emoción de Hanae no tenía comparación. Sus vacaciones definitivamente no podían empezar mejor. Y quería costear, por primera vez, una salida que tuviese con Jimin. Desde que estos dos se conocían, él nunca le permitió pagar nada. Ni siquiera cuando eran más jovenes y compraban dulces en la tiendita cerca de su instituto. Para Jimin, eso no era permitido. Además, los padres de Hanae le habían enviado dinero como regalo por sus excelentes calificaciones. Tenía suficiente como para costear algunos tragos sofisticados si querían y luego irse a Jeju con Jimin.
— ¿Ah sí?—Jimin carcajeó, y luego le miró fijamente—. ¿Te parece que estoy de acuerdo con eso?
—No me importa tu opinión, quiero hacerlo—se crucó de brazos—. Déjame ser tu cita hoy, anda.
Jimin entornó sus ojos, dudoso. Parecía estar pensando en la situación, luego soltó un suspiro, y finalmente relajó sus hombros.
—Primera y única vez.
Hanae abrazó a Jimin rápidamente y lo apretó con todas las ganas del mundo. Realmente estaba feliz, nadie más que ella podía decir lo mucho que le hacía falta su mejor amigo. Estaba agracida de por fin tener tiempo con él, de hablar y reír sin que nada más los molestara. Pronto se separó de Jimin, y entralazó su mano con la de él para caminar más rápido.
—Vaya, no te vi tan feliz ni cuando nos vimos después de meses por haberme ido de viaje—murmuró Jimin indignado, siguiéndole el paso a la chica.
Hanae ni siquiera se dio vuelta, sólo soltó una carcajada.
—Primero, eres un exagerado. Lloré aquella vez como si hubieses regresado de la guerra—aseguró, y luego se encogió de hombros, apretando el agarre de su mano—. Y segundo, es porque nunca me dejas pagar las cosas. Yo también puedo pagar, ¿sabes?
—Pero no quiero que lo hagas.
Hanae sólo suspiró, sonriente. Sabía que era la manera de Jimin para hacerle saber que la quería. Pronto visualizaron la gran Plaza central, repleta de personas que parecían disfrutar el momento. El lugar no estaba exageradamente lleno, sin embargo, habían suficiente gente como para hacer el ambiente divertido. Era un concierto con grupos que apenas comenzaban o artistas que eran poco reconocidos, sin embargo, Hanae aseguraba que no había mejor manera de divertirse que conociendo cosas nuevas. Quizás terminaba enganchándose con algunos artistas nuevos. Sin embargo, mentía si decía que no le había echado un vistazo a la mayoría de cantantes que estarían; sabía que muchos eran conocidos por ella y Jimin.
— ¿Quieres tratar de ir al frente o nos quedamos acá atrás?—preguntó Hanae, mirando a Jimin.
—Como quieras, Nana—pasó un brazo por la cintura de la chica, abrazándola—. Acá atrás está bien, la gente allá se ve muy amontonada.
Hanae sólo rió, asintiendo. Pronto un grupo que parecía bastante genial subió al escenario y Hanae comenzó a dar saltitos. La música no tardó en llegar a sus oídos.
— ¡Esa canción me la sé!—murmuró Jimin, separándose de la chica—. ¿No es la que siempre cantas?
—Me sé la canción pero no conocía el grupo...
Ambos chicos comenzaron a reír a carcajadas, burlándose de la situación. Pronto comenzaron a cantar calmadamente y a moverse a compás de la música. De vez en cuando, los dos se miraban y cantaban las canciones el uno para el otro, bailando y señalándose. El cabello de Jimin cada cierto tiempo era despeinado por Hanae, la cual lo hacía a propósito. Jimin bufaba cuando eso pasaba, tratando de peinar su cabello nuevamente. El ambiente era sinceramente lo mejor del momento. Hanae a veces se le quedaba viendo a Jimin, observando sus delicados rasgos, cómo el chico sonreía sinceramente y cantaba a todo pulmón—tratando de acertar con la letra de las canciones, pero en algunas terminaba equivocándose—, era una imagen que se quedaría en su cabeza. Le alegraba tanto verle tan feliz, el momentos así, realmente sentía que su corazón estaba contento: cuando estaba con Jimin. Era un sentimiento que no encontraba ni estando con Seung.
Pasaron como 20 minutos cuando la muchacha se volteó hacia él, con las mejillas rojas de tanto moverse.
—Okey... Muero de sed—admitió. Jimin soltó una risa al verla así, pues llevaba tiempo sin verla divertirse y reír tanto.
— ¿Y cómo no lo irías a estar? Pareces un saltamontes.
—Bueno, el saltamontes irá a comprar algo para tomar—dijo, sacando la lengua—. ¿Quieres que te traiga algo?
—Un jugo está bien. ¿Te acompaño?
—No, tranquilo. Será rápido—Hanae sonrió, moviendo sus manos en forma de negación—. Ya vengo, tú sigue disfrutando.
Jimin no parecía muy convencido, sin embargo, tampoco era para insistir. Sabía que la chica era terca, y si bien le seguía diciendo que podía acompañarla, la respuesta seguiría siendo no. Así que sólo asintió. Hanae le sonrió una vez más antes de darse la vuelta y comenzar a caminar. No iría a tardar ni siquiera diez minutos. Había una tienda tan cerca como cuando cruzabas la calle principal.
Mientras caminaba, comenzó a revisar su celular y a subir unas cuantas fotos que se había tomado con Jimin a sus historias. Pronto, recibió bastantes respuestas de personas cercanas y ella respondió las que pudo, riendo por lo que decían algunas. Después de hacerlo, se guardo el celular nuevamente en el bolsillo y cruzó la calle con precaución. No tardó mucho en llegar a la tienda de conveniencia. Estando allí, se decidió por comprar dos jugos de los que Hanae y Jimin siempre solían tomar, y también se detuvo a comprar unas galletas y dulces. La tienda estaba desierta, quizás por el hecho de que muy cerca de allí estaba ese evento. Llevó las cosas que iría a comprar a la caja y allí una chica muy amablemente la atendió.
Antes de poder pagar, sintió como su celular sonaba. Así que lo sacó un momento de su bolsillo y, mientras lo desbloqueaba, le pasó el dinero a la muchacha.
Jimin
¿Dónde estás?
Quiero ir a donde estás.
Hanae
Justo acabo de pagar las cosas que compré. ¿Cuál es el apuro?
Ya voy para alla.
Jimin
Creo que no sería una buena idea seguir en este concierto.
Hanae frunció el ceño ante aquel último mensaje. Le hizo una reverencia rápida a la chica, agrandeciendo, y tomó la bolsa con la comida como si fuese un rayo. Sus pasos eran rápidos, no entendía cuál era la situación de Jimin, pero algo le decía que era algo malo. Ni siquiera tuvo que salir del todo de la tienda cuando se topó con el muchacho. Al parecer la encontró antes de siquiera decirle dónde estaba.
Y le habría preguntado por qué estaba tan apurado si tan sólo no se hubiese dado cuenta de que tenía las mejillas rojas de la rabia, como cuando aguantaba las ganas de decir cosas groseras, y sus ojos estaban a punto de soltar lágrimas.

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Love Maze↠p.jimin
Fanfiction❝No puedes darte cuenta, ¿cierto?❞. En donde Jimin arriesga lo incorrecto por un amor falso. ❁Prohibida su copia, plagio o adaptación.