A esta hora de la tarde unas compañeras hacen chocolate caliente. Tomás se me acerca con la guitarra al sillón en donde estoy sentada leyendo.
-hola preciosa-. Dice mientras se acerca a besarme.
-hola hermoso-. Respondo
Tom se pone a hacer un pequeño solo de guitarra, muy tranquilo y romántico.
Dejo el libro a un costado y le sigo la canción.
Los demás nos escuchan y deciden sumarse a la ronda. Otros chicos buscan sus guitarras y hacemos una especie de karaoke.
Al rato llegan los chicos que hicieron el chocolate caliente y todos tomamos una taza.
Cantamos muchas canciones clásicas y otras no tanto. También nos reímos de varias desafinadas que todos hicimos.
En las canciones en inglés varios inventamos palabras y eso nos causaba risa.
Sin darnos cuenta fué pasando el tiempo y llegó la noche.
Y nos encontrábamos a oscuras.
Algunos compañeros fueron a buscar los faroles. Si bien hay generadores de energía nos parecía un despropósito encenderlos por lo que optamos por los faroles. No iluminaban tanto pero lo necesario para compartir un momento todos juntos.
Después de cantar, el grupo que le tocaba dedicarse a la comida nos avisó que estaba lista.
El olor nos invadía, por lo que no demoramos en acercarnos a la cocina.
Habían preparado un risotto riquísimo. Lo habian preparado en unas ollas enormes, ideales para preparar grandes cantidades.
Después de comer y de calentar agua para lavar las vasijas. Empezamos a escuchar un viento muy fuerte que golpeaba las ventanas y a través de estas se veían unos copos pequeños de nieve.Al rato cada uno fue a su habitación para descansar. Mañana disfrutaríamos del día.
Yo subí a mi habitación con los demás. Subía lento,se veía poco, solo quedaban encendidos un par de faroles. La noche era cerrada, el viento se escuchaba intenso y se sentía el frío. Por suerte yo había llevado mi manta de lana gruesa que me tejió mi nona y haciéndome bollito estaba bien.
Lo único que quería era dormirme. Lo cual teniendo en cuenta el viaje y que no dormí nada a la tarde, no me costó mucho.
Puedo decir que dormí profundamente.
Después de un tiempo sentí una sensación rara en mi cara y boca pero el cansancio no me permitía abrir los ojos. Y sinceramente estaba tan cansada que no sabia si estaba en la realidad o era parte de un sueño.
Yo solo quería dormir-.Al día siguiente me despertó la luz del día. Abro lentamente los ojos y estiro mis brazos. Muevo mis piernas sintiendo el calor de la cama.
Miro hacia los costados y no algunos siguen durmiendo, otros tienden su cama, se escuchan entrar y salir del baño asi como ruido de tazas y personas hablando abajo.
Dedico un tiempo para mí, al frente de mi cama hay un ventanal enorme desde donde se puede ver un paisaje lleno de arboles y pinos cubiertos de nieve. A pesar que el cielo está cubierto de nubes, un sol invernal intenta atravesar las nubes con sus rayos.
A un costado había dejado mi teléfono, lo miro y tengo un mensaje de mi mamá preguntando cómo la estamos pasando. Abro el chat y le contesto. Quiero que se queden tranquilos que estoy bien, ya conozco el lugar vinimos otras veces ¿Qué me puede pasar?.-
Escucho a mi alrededor y escucho silencio, aunque el ruido abajo se siente mayor.
Me bajo de mi cama, y afortunadamente en la cama de abajo no había nadie, aunque la cama estaba deshecha. Trato de tender mi cama y dejarla prolija.
Pienso en la sensación de ayer y toco mis labios. Supongo que fue parte del sueño con Tom. No hay otros labios que desee-.Busco mi neceser, mi ropa y me meto en el baño, saco mi pasta dental y mi cepillo de dientes.
El baño de la habitación está bastante dividido tiene cuatro puertas que salen al sector del lavabo. En dos de ellas hay duchas, en otras dos hay retretes. Supongo que eso permite ingresar al baño a varias personas al mismo tiempo manteniendo su intimidad.
Me acerco al área de bachas y apoyo a un costado mis pertenencias mientras que me cepillo los dientes.
Las duchas están libres, por lo que ingreso a una, junto a mi ropa, shampoo, acondicionador y jabón.
Entro a la ducha y comienzo a darme un rico baño. Pero rápido acá no se puede desperdiciar agua sobretodo si somos dieciocho.
Cuando termino busco mi toalla para secarme y no la encuentro, busco entre mi ropa pero nada.
Despacio abro un poquito la puerta de la ducha y veo mi toalla sobre el lavabo.
No veo a nadie a quien le pueda pedir que me la alcancé y está muy lejos para estirarme.
Estoy muriendo de frío.
Ay no, no, no digo para mis adentros. No puedo ser tan tonta.
Miro a mi alrededor y veo que no hay nadie por lo que decido hacer una corridita hasta mi toalla-.
Respiro profundo y digo. -bueno Mery no puede ser muy difícil, no hay nadie podemos ir corriendo. A la cuenta de tres-. Respiro profundo y cuento. -uno dos y tres-. Digo para luego salir corriendo-. Cuando llego a mi toalla y apoyo mi mano sobre ésta, se abre la puerta. Y yo grito del susto y quedó en shock. Claramente estoy mojada, desnuda y el frío está poniendo mis pechos mas firmes.
Cuando levanto la vista para ver quién es, no se si desmayarme, hundirme en un pozo y quedar ahi por siempre. Enzo me mira de arriba, abajo. Primero sorprendido y después se detiene en mis zonas íntimas.
-ah bueno-. Dice con un tono seductor haciendo una risita de costado-.
-¡¿podrías darte vuelta un segundo y dejar de mirarme con esa cara de degenerado?!-. Digo firme.
Él se da vuelta y me dice.
-bueno la que está acá desnuda sos vos.
-es que me olvidé la toalla acá afuera-. Explico mientras envuelvo la toalla alrededor de mi cuerpo. Cuando levanto la vista puedo ver que me está mirando por el reflejo del espejo.
-¡¿Qué estás mirando, infeliz?!-. Lo increpo mirándolo por el espejo como él a mí. -la idea que te dieras vuelta era para que no me mires-. Aclaro con sarcasmo.
Entro en la ducha otra vez para ahi secarme y vestirme.
-perdón tenés razón estuvo mal, no se porqué lo hice, creo que me llamó la atención verte así, tan, tan, tan... Como decirlo-.
-tan desnuda-. Completo yo.
-no, no es eso-.
Abro la puerta con mi calzado en la mano y lo suficientemente vestida como para terminar afuera y no seguir viéndole la cara.
-no me interesa Enzo, me voy a terminar de vestir afuera-. Digo saliendo de ahí.
ESTÁS LEYENDO
Amor travieso. Lo que esconden las caras inocentes
RomanceEs la historia de Mery, una chica de pueblo que vivió toda su vida con su familia en la finca de sus abuelos... ¿Qué le deparará el destino al salir de ella? En la historia vivirás sus amores, sus idas y vueltas.. Junto a sus dos amigas, que junta...