Amor travieso. Lo que esconden las caras inocentes

Perdida

Para comer hoy había tallarines con filetto.  El olor a salsa invadía cada rincón y eso me provocaba ruido en mi panza.
Nos dimos prisa para terminar de llevar a la mesa lo necesario para comer. En unos minutos estabamos todos sentados y con la pasta servida.
El silencio reinaba en el lugar, solo el ruido de los cubiertos chocando con la vajilla.
Evidentemente la pelea en la nieve nos dió hambre a todos.
Cuando la pasta fue llenando nuestra panza empezaron a escucharse las primeras voces.
Las primeras conversaciones fluian entre nosotros-.

Matteo nos avisa que el grupo de recolección de leña tiene que salir después del almuerzo. Ésta vez me toca a mí y estoy contenta porque voy a poder llegar quizas hasta ese refugio al que veníamos de chicos-.

El almuerzo transcurrió entre risas y charlas.
Cuando terminamos de comer, el grupo de Tom levanta los platos y se encargan de lavarlos y secarlos.

-bueno amor me voy a recolectar, no me extrañes-. Le digo dándole un beso
-eso es imposible, cuídate-. Responde.

Salgo de la casa y veo a Enzo parado en la puerta.

-que te vaya bien-. Pide
Lo observo de costado pero no contesto.
Yo simplemente me dirijo al lugar donde tenía recuerdo que había ido.
El lugar es hermoso es como un bosque de cuentos, en cada paso que doy se puede apreciar un lugar más lindo que el otro. Afortunadamente traje mi teléfono móvil, que no tiene señal pero puede sacar fotos.
Camino durante mucho tiempo, igualmente creo que estoy cerca, de todos modos sé cómo volver.

Camino un poco más y observo una hermosa piedra, es enorme, desde arriba podría tener una hermosa vista, por lo que decido escalarla. Cuando llego a lo más alto me siento y quedo cautivada por el paisaje, busco mi celular y tomo muchas fotos.
Todo vestido de blanco me relaja y pierdo la noción del tiempo.

De repente unos copos de nieve caen sobre mi nariz. Evidentemente no voy a poder ir al refugio, la nieve cae cada vez más intensa, por lo que decido volver a la casa.

Me pongo de pie y camino un buen rato, pero de repente parece que todos los caminos son los mismos. Las piernas las siento cansadas y débiles. Cada paso que doy se hace más difícil. Con todas mis fuerzas hago todo lo posible por seguir caminando.

POV TOMÁS
-bueno chicos son los últimos platos-. Les digo a mis compañeros de tareas.
-si Tom, ahora a relajarnos, misión cumplida-. Contesta una de mis compañeras.
Dejo el trapo con el que sequé la vajilla y decido ir por Mery y ayudarla con su tarea.
La empiezo a buscar y pregunto por ella pero nadie sabe hacia adonde se fué.
Decido tranquilizarme y esperar unos minutos no se puede haber ido muy lejos.
A la media hora ya volvieron todos pero ella no, ésto me empieza a preocupar.
Tengo que ir en busca de Lucas. Pienso y salgo a buscarlo de prisa.

Me acerco donde está la leña y lo encuentro acomodando toda la que los chicos fueron a buscar.
-Lucas, Mery no volvió-. Digo con preocupación.
-¡¿cómo que no volvió?!-. Pregunta Enzo.
-no se preocupen tiene que estar por llegar, no se pudo haber ido lejos-. Intenta tranquilizarnos Lizandro.
-vamos a buscarla, por favor-. Le ruego.
-ok vamos por la moto de nieve-. Dice Lucas.
-ok yo voy caminando-. Avisa Enzo y se aleja.
-está bien, gracias-. Le contesto, no me agrada pero no es momento para discutir.
Fin POV TOMAS

POV ENZO
Se por donde empezar, vi por donde se fué, no les dije nada para abarcar más territorio. Pero ¿dónde estás Mery?. Dios quiera que estés bien. Llevo conmigo una petaca con whisky y una manta. Hace más de media hora que estoy caminando.
Estoy empiezando a temer por su vida. Los nervios me están matando no quiero que le pase nada, cada vez está nevando más fuerte y ésto no ayuda.
En un momento recuerdo que la última vez que vinimos ella quedó enamorada del refugio. Quizas tenía la intención de ir hasta allí.
Observo a mi alrededor para ubicarme, cuando vinimos yo era más grande tengo que poder recordar por donde era.
Hago todo lo posible por recordar cómo llegábamos hasta ahí.