¿Qué está pasando?

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Mery
Estoy en mi casa mirando como una tonta el techo, no puedo creer que al fin pasó, estoy tan feliz.
Me trató tan bien, fue tan dulce e intenso al mismo tiempo.
Pienso y me llevo las manos a la cara tapándola y gritando de emoción.
Aunque en un momento un pensamiento me deja triste.
Ya estamos a nada de terminar las clases y no se que vamos a hacer... ¿Cómo vamos a seguir nuestra relación?...
Mis pensamientos se ven interrumpidos por un mensaje en mi celular, lo busco y es un mensaje de Lucas.
"Mery, Tom se lastimó en la cancha, después te contamos"
"¿Que?¿Como que se lastimó?¿Están en la cancha?"-. Le mando
Rápidamente me contesta, " Si un golpe fuerte, y si estamos acá por ahora"-.

Ni me preocupo en preguntar, simplemente me visto y voy a buscarlo.
En veinte minutos llego a la cancha.
Pero no veo a nadie, solo hay un chico dentro limpiando, me acerco y le pregunto-.
-hola, disculpá que te moleste, no viste unos chicos acá que estaban jugando al fútbol-.
-hola si ya se fueron, pero creo que en vestuario aún quedan algunos-.
-ok, gracias y donde queda el vestuario, ahí está mi novio que está lastimado-.
-ahh si, si uno recibió un golpe muy fuerte, uno de los compañeros me vino a pedir hielo hace un rato. Mirá, el vestuario queda subiendo esas escalera de alla, ¿La ves?-. Me explica señalando con la mano.
-si si claro, ¿y ahí?-.
-ahí caminas hasta el final del pasillo, tercer puerta a la derecha-.
-ok, gracias-. Le digo y me voy corriendo a buscar a Tom.
Subo las escaleras super rápido, sigo corriendo y cuando llego a la tercer puerta. Golpeo con fuerza.
-Tom, amor, ¿estás ahí?-.
No contestan...
-Tom, amor, vuelvo a llamarlo-.
Sin entender que está pasando, abro la puerta y entro.
-¿Hola?...-. pregunto despacio, mientras voy caminando.
-Mery-. Habla una voz a mis espaldas que me hace saltar del susto.
-Tomás no está acá-. Dice con un tono frio y el seño fruncido
-¡Enzo!-. Digo asustada llevándome la mano a mi pecho. -me asustaste, estaba buscando a Tom, no pensé encontrarte acá, ¿Lo viste?, Me mandó un mensaje Lucas diciendo que se había lastimado, y yo....-.
-si ya veo, viste corriendo a buscarlo-. Agrega interrumpiendome. -como te dije no está acá-. Contesta con una sonrisa burlona.
-ahh bueno y ¿Viste que pasó? O ¿Dónde fueron todos?-.
-estábamos jugando y se golpeó con un pie, igualmente no fue para tanto, ya deben estar en su casa-.
-uhh bueno, que suerte que esté bien, voy hasta su casa entonces, gracias por decirme-. me voy acercando hasta la puerta cuando Enzo contesta
-si mejor, tendrías que apurarte ahora que ya tienen sexo deben querer estar en la cama todo el día-.
Su comentario me hace frenar de inmediato-.
¿Qué?!-. Le pregunto mirándolo con enojo.
-lo que escuchaste-.
-¿Quién te dijo que ya lo hicimos?-. Interrogó con mis mejillas coloradas.
-¿Es verdad entonces?-. Me increpa acercándose a mí tan rápido que no me dejó ni reaccionar, yo retrocedo y golpea mi espalda con la puerta cerrada y me arrincona entre sus brazos. -no puedo creerlo-. Dice fulminandome con la mirada.
-y ¿Qué esperabas? ¿Que te pida permiso?, Haceme el favor-. Lo increpo.
-no pensé que así iba a ser tu primera vez, quizás...-.
-¡¿quizás que?!-. Contesto alterada. - ¿quizás me la querías planear vos?, No termino de entender ésto-. Digo señalándonos a ambos
-quiero estar con vos, quiero que seamos amigos, te extraño y quiero compartir lo que te pasa-.
-dejaste muy en claro lo que querías de mi y lo continuaste aclarando durante muchísimos años, no tengo ningún interés en tener ningún tipo de vínculo, no quiero salir lastimada nuevamente-.
-te prometo que no, me pone muy mal verte todo el tiempo con Tomás, vos sos mía como siempre, no podés olvidar todo lo que fuimos-.
-vos lo estás diciendo, fuimos... Y sinceramente no tengo más ganas de hablar, Tom me está esperando y ésta conversación no nos lleva a ninguna parte, lo único que estamos haciendo es revolver el pasado. Un pasado que a mi particularmente me hace daño recordar-.
-al diablo con Tom no entendés Mery-. Me habla con desesperación, sujeta mi cara con sus manos y me mira a los ojos. -yo te amo-.
Mis ojos se abren, no puedo creer. Por un momento debo decir que se me aflojaron las piernas... Las tres palabras que siempre soñé estaban saliendo de su boca-.
Él nota mi sorpresa y me suelta la cara . -como amiga claro-. Aclara
Yo sentí como que mi burbuja se rompía.
-no era necesario aclarar, pero no me interesa ésta forma de amar que tenés, te agradezco el "sentimiento"-. Digo haciendo comillas en el aire. -pero no estoy interesada, ya tengo amigos y novio. No necesito a más nadie. Ahora sí me voy-.
Él se queda mudo y yo rápidamente abro la puerta, salgo del vestuario y empiezo a correr buscando la salida.
Una vez afuera busco mi celular y lo llamo a Tom.
Suena un par de veces y atiende.
-hola Mery-.
-hola Bebé ¿donde estás?-. Pregunto cómo si nada.
-en el hospital del pueblo, ¿vos?-.
-en el club, vine a buscarte pero evidentemente llegué tarde-. Le digo apenada.
-no te preocupes amor, ahora viene el traumatólogo a decirme que tengo, pero no creo que sea nada bueno, tengo el tobillo muy inflamado y me duele mucho aún no me hicieron efecto los calmantes que me dieron las enfermeras-.
-tranquilo bebé ya voy para allá-.
-te espero, no voy a irme corriendo a ningún lado-.
-el sentido del humor no lo perdiste por lo visto-. Le digo entre risa
-después de lo que vivimos creo que nada puede sacarme la felicidad ni siquiera una patada de ese imbécil-.
-¿qué pasó?-. Pregunto.
De fondo se escucha al médico entrar en la habitación.
-Mery vino el Doctor, después hablamos-.
-ok estoy yendo-.
-bueno te espero, te amo-. Saluda y corta la comunicación.
Llego a la calle y busco un taxi por suerte al cabo de unos minutos consigo uno.
-Hola Señor, buenas tardes, voy al hospital central-.
-buenas tardes señorita, al hospital central entonces-.
El señor se dirige rápidamente.
-espero que no sea por algo grave-. Me dice el taxista.
-no creo, fue un golpe jugando al fútbol-.
-ahhh, bueno ojalá que sea algo sencillo, afortunadamente no hay mucho tráfico en unos minutos vamos a estar llegando-.
-está bien gracias-.
Cuando llegamos al hospital, el señor me dice el importe que debo abonar y yo le pago rápidamente-.
-gracias señor que termine bien el día-.
-usted también y que su amigo se recupere-.
-gracias-. Contesto mientras cierro la puerta del taxi.
Entro rápidamente y me acerco al sector de informes.
-buenos días señorita estoy buscando la habitación de Tomás Greco. Entró hace una hora aproximadamente-.
-a ver...-. dice tecleando y observando su computadora. - si está en el segundo piso habitación 234.
- perfecto muchas gracias-. Contesto para ir rápidamente al sector de los ascensores. Pero había mucha gente así que elijo subir por escaleras.
Cuando llego al piso correcto busco la habitación y me encuentro con Fabricio, Lucio y Lucas hablando afuera.
-hola chicos-. Les digo mientras les doy un beso en la mejilla a cada uno.
-hola Mery, que suerte que llegaste, el bebé de tu noviecito no deja de preguntar por vos-. Dice riendo Fabricio.
-que tonto-. Le contesto dándole un golpecito en el pecho. - voy a entrar así no lo hago esperar más-. Digo mientras me acerco hacia la puerta de la habitación.
-no te gastes Mery no está en la habitación se lo llevaron para ponerle un yeso, hace un rato vino el médico y le dijo que en las placas vieron una fractura así que iba a tener que usar yeso durante 40 días, así que después de unos minutos vinieron unos enfermeros a llevarlo para colocarselo-. Me explica Lucas.
-y Mariza y Jorge, ¿les avisaron?-. Pregunto por los padres de Tom.
-si, ellos lo acompañaron a colocarse el yeso-. Dice Fabricio
-pero ¿qué pasó? ¿Cómo fue que se fracturó?-.
- no sé fracturó, mejor dicho lo fracturó...-. dice Lucas
-¿Qué?, Chicos sean más claros porque no entiendo-.
Lucas toma la palabra y me cuenta en detalle lo que ocurrió. No puedo creer que Enzo haya hecho eso, no sé qué le está ocurriendo. Él no era así, aunque ahora ya no se quién era... Pienso apenada. ¿Quién puede hacerle algo así a un amigo?. Mis pensamientos son interrumpidos por la voz de Tom-.
-¡Mery amor!-.
-hola, ¿cómo estás?-. Le pregunto mientras me acerco rápidamente a abrazarlo y a besarlo-.
-Tom está bien Mery, tiene que tener éste yeso y después rehabilitación-. Responde Mariza.
levanto la vista hacia ella y puedo notar su cara preocupada. Su esposo nota esa preocupación y le dice
-pero no hay que preocuparse nuestro hijo es fuerte y va a ponerse bien pronto-.
-yo voy a acompañarte en todo esto-. Le digo a Tom mirandolo a los ojos.
En ese momento se acerca el doctor.
-¿como está el futbolista?-. Pregunta riendo y dándole una palmada en el hombro a Tom.
-bien doctor ya me pusieron el yeso-.
-bárbaro, ahora podés irte a tu casa y te vuelvo a ver en 15 días para ver cómo evoluciona, recordá que no podés mojarte el yeso, vas a tener que tener cuidado para bañarte-.
-no se preocupe doctor vamos a hacer todo para que mi hijo se recupere-. Contesta Mariza.
-muy bien, aqui tienen el alta firmada ya pueden irse-. Nos saluda.
Los amigos lo ayudan con el bolso con la ropa de fútbol y el padre lo lleva con la silla de ruedas, yo lo tengo de la mano y su mamá lleva los papeles que debe presentar para salir.
Cuando llegamos a la puerta Tom se levanta de la silla con la ayuda de su padre. A partir de mañana ya va a tener muletas para movilizarse. Los amigos lo ayudan a subir a la camioneta de los padres y se despiden prometiendo ir a verlo mañana para jugar a la PlayStation.
-Mery, ¿podrías venir a casa?-. Me pide Tom con carita de perrito mojado-.
-claro que puedo-. Le contesto contenta.
-arriba entonces-. Me dice sonriente Jorge.
Me apresuro a subir junto a Tom y entrelazamos nuestros dedos.
Cuando se sube la madre, mira para atrás y nos ve a los dos y mira nuestras manos. -Chicos no saben la Alegría que nos da con Jorge que estén juntos-. Dice alegre, vuelve a mirar al frente y se coloca el cinturón de seguridad. El padre de Tom acelera y ella continúa hablando. -los veo así y me acuerdo cuando nos íbamos de vacaciones y venías con Enzo... ¿te acuerdas Jorge?... -.
-¡claró mujer como olvidarlos!, los tres sentados, Mary en el medio y tomados los tres de la mano-.
-ay siii es verdad, eran tan tiernos-. Recuerda la madre con una sonrisa-.
Si usted supiera señora pensé para mis adentros, solo lo miré a Tom que solo me hace señas que no hable. Me imagino que no saben que él fue quien provocó todo esto, ya le pediré explicación del porqué tanto misterio-.
-Tom, mañana voy a hablar en la escuela para que sepan por qué no vas a ir esos días-.
-Bueno Mamá, por lo menos tengo quien me alcance la tarea-.
-si claro me imagino quien puede ser-.
-no seas cruel yo te la hubiera traído igual, no te olvides que antes de estar juntos somos amigos-.
-mejores amigos-. Aclara haciendo énfasis en mejores
En unos minutos llegamos a la casa, el padre lo ayudó a bajar, la madre rápidamente se acercó a la puerta con las llaves y yo ayudaba con el bolso de entrenamiento, que pesaba muchísimo, ¿qué llevan los hombres acá?.
Apenas entramos se acercó Anna, la ama de llaves junto a una joven que nunca antes había visto.
-hola Anna, ¿viniste con Romina?-. Dice saludando a las dos.
-si señora tenemos un problema de termitas-. Habla con tristeza.
-uhh, y ¿están fumigando ya?-. Pregunta Jorge.
-si por suerte, pero tenemos que estar aisladas unos días-. Explica Anna.
-no te preocupes pueden quedarse en nuestra casa el tiempo que necesiten-. Les ofrece, además ahora que Tom tiene que hacer reposo nos va a venir bien una ayuda.
-claro señor yo también puedo ayudar-. Dice Romina con una enorme sonrisa.
Yo simplemente estoy como en pausa, no me cae bien su risita, ¿qué tiene que estar cuidando a Tom?, pensé.
-Gracias Romi siempre puedo contar con tu apoyo-. Le contesta Tom devolviéndole la sonrisa.
-siempre-. Responde sonriente-.

Creo que tengo un volcán en mi interior y que si exploto no va a estar bueno.
-si me disculpan me gustaría ir a mi habitación-. Dice Tom con una mueca de dolor.
-si claro hijo, agárrate de mi cuello que te ayudo-. Le pide Jorge.

mientras que suben las escaleras Marisa le pregunta -hijo ¿necesitas que te llevemos algo?-.
-agua Mamá y algo de comer-.
-Perfecto enseguida te lo alcanzamos-. Responde su mamá.
-Mery ¿venís?-. Pregunta Tom
-si si claro-. Le contesto rápidamente mientras que subo las escaleras.

Cuando llegamos a su habitación Jorge lo deja en la cama y Tom se acuesta. Yo dejo a un costado su bolso que pesa muchísimo. -chicos los dejo, Mery ¿Te traemos algo de tomar o comer?-.
-agua si es posible, gracias-.
-ok les traemos agua y algo para comer a ambos-. Se mete una mano en el bolsillo y saca una caja de pastillas y dice. -Tom acá sobre tu cómoda te dejo los analgésicos, tenés que tomarlos cada 6 horas, mañana podrás tomarlo cada 8 hs si podés aguantar el dolor-.
-ok-. Contesta Tom.
Su padre sale de su habitación y cierra la puerta.

Miro a Tom con cara de preocupación. Me mira y dice estirando su mano hacia mi. -¿qué pasa amor?-.
-varias cosas, primero ¿qué pasó en el club? Y segundo ¿quién rayos es Romina?-. Me acerco a él y me siento junto a él.
-¿estás celosa?-. Pregunta con una pequeña sonrisa-.
-¿Debería estarlo?-. Contesto cruzándome de brazos.
-no para nada, ella es la hija de Anna-.
-¿Enserio? No me digas...-. Digo con ironía. -eso ya lo se Tom, pero ¿Por qué tanta confianza?-.
-porque la conozco desde que éramos chicos, Anna viene acá desde hace años y algunos días sobretodo en vacaciones venía con su mamá y jugábamos-. Explica
-¿a qué jugaban? ¿Al doctor? ¿A los novios?, ¿A qué Tom?-. Pregunto un poco alterada.
-tranquila Mery no pasa nada, si te preguntas si sentía lo que sentías vos por Enzo, te digo que no-. Dice con el ceño fruncido.
En ese momento abro los ojos enorme.
-¿Por qué decís eso?-. Pregunto más tranquila.
-no se Mery vos sabrás el porque Enzo se pone tan intenso conmigo, al parecer se enteró que estuvimos juntos y no le gusto nada-.

En ese momento nos interrumpe el golpe de la puerta. -¿Puedo pasar Tom?-. Pregunta Romina
-si claro-. Contesta y me hace una seña para que le abra.
Rápidamente me acerco a la puerta y la abro-. Romina entra con una bandeja con una jarra de agua, dos vasos y una bolsa de papas fritas, la apoya en la mesa de luz de Tom y se acerca a la puerta. -que lo disfruten, en un ratito ya les traigo la cena-. Dice Romina mientras se va.
-gracias-. Contestamos ambos.
Me acerco a la bandeja y sirvo agua en ambos vasos y abro la bolsa de papas y se la dejo a Tom. Le doy un sorbo de agua a mi vaso y lo dejo en la bandeja nuevamente.

-¿qué tengo que ver yo?, hace años que no me hablo con él. Le dejé más que claro que no volvería a ser su amiga pero no quiere aceptarlo y encima me trata como si yo fuera un objeto que le pertenece, si traslada esto a vos porque estamos juntos es un tema suyo. Perdón si te traigo problemas Tomás-.
-no Mery, ya lo sé, pero vos estuviste enamorada de él-.
-Tomás por el amor de Dios tenía seis años, que puedo saber lo que es el amor-.
-tenes razón ya no quiero tener ésta conversación, en algún momento lo entenderá, no quiero que discutamos nosotros, quiero que estés junto a mí-. Dice abriendo los brazos-. Yo me acuesto a su lado y me dejo abrazar.
-¿miramos una película?-. Pregunto
-si dale-. Tom busca el control remoto y busca una película en Netflix.
A la mitad de la película vuelven a golpear la puerta y se anuncia Romina que nos trae la comida. Yo la ayudo con la bandeja y le alcanzo la comida a Tom junto con el analgésico qué le toca ahora.
Romina se retira y nosotros nos ponemos a comer. Después terminamos de mirar la película y nos quedamos dormidos-.
Después de un rato abre la puerta Romina y se lleva las cosas, nos mira juntos dormir, yo me hacia la dormida, y da un suspiro, que me llamó la atención, no me gusta nada. Se da media vuelta y sale de la habitación con la bandeja.

Hola a todos espero que les haya gustado éste capituló que hice con tanto amor. Si les gusto déjenme su estrellita y comenten que les pareció. Besos Myfairbrook💋

Amor travieso. Lo que esconden las caras inocentes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora