Fiesta Sofi

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Vuelvo al establo y dejo al caballo en su caballeriza. Le suministro comida y agua fresca. Lo acaricio y me despido-.
Levanto mi canasta y subo a mi hogar. Arriba me está esperando Tom.
Lo veo sentado rodeado de libros y con una lapicera en la mano.

-hola preciosa, ¿cómo te fué?-. pregunta.
-ay Tom, maravilloso, estaba tan feliz cuando lo vió. Tendrías que haberle visto su carita, ¡brillaba!-. le contesto entusiasmada y feliz. -ahora iban a darle los regalos y a comer el pastel. Pero mi nona me mandó una canasta con algunas cosas incluidas dos porciones de pastel-. Continúo guiñando un ojo-.
Él se ríe y se acerca.
-Me alegro que esté todo bien, sos tan linda cuando estás asi de entusiasmada-. Dice tomandome con sus manos de las mejillas. -me recuerda cuando nos llevaban a tomar un gelatto a la ciudad... ¡Mi Dios! Eras un manojo de ansiedad-.
-Bueno, bueno... ¿quién no es fanático del gelatto?-. Le hablo con un tono de ofendida.
-no te me ofendas que yo amaba verte asi-. y me besa en los labios-.
Pienso... "Ésto es mejor que el gelatto sin dudas"... -¿qué hacias?-. pregunto.
-organizaba el proyecto que nos mandaron a hacer, si querés después de comer miramos la película y respondemos el cuestionario-. Me propone.
-perfecto, manos a la cuccina entoces-.
-ok y yo termino de organizar el cuestionario-. Dice mientras busca el lápiz.

Me acerco a la cocina, es pequeña pero tiene de todo. Abro una alacena y tomo un paquete de pasta seca.
Tom se acerca y me abraza por la espalda. -¿en qué puedo ayudar?
-mmm, ¿podés buscar de aquel mueble una olla para pasta? ah y una sartén también.
-perfecto allá voy-.

Mientras sigo buscando lo que necesito. Me acerco al refrigerador y saco unos cuantos pomodorini.

Tom llena de agua la olla y la coloca en el fuego. Luego echa un puñadito de sal.

En la sartén coloco un poco de aceite de oliva, los pomodorini, un puñado de olivas negras cortadas, unas hojas de albahaca cortadas a groso modo y dejo todo cocinando a fuego bajo.
Cuando hierbe el agua Tom agrega la pasta.
Mientras me quedo embobada pensando en lo lindo que es y en la felicidad que me provoca que se sienta cómodo en mi hogar.

Me mira con una mirada pícara y se acerca a la cava en busca de un vino y lo descorcha. Toma un queso Gouda y corta un par de bocados. Yo me acerco con dos copas y se las alcanzo.
Tom sirve el vino en cada una dándome una de las copas y el queso, él sostiene la otra copa. Brindamos por nosotros y probamos el vino con el queso. Por un momento él se queda pensando.

-¿qué estas pensando?-. le pregunto.
-no nada es que pienso que ustedes se dedican a hacer vinos, mi familia quesos y por alguna razón. cuando se unen hacen de ambos algo mejor, es decir el queso acompaña y resalta el sabor del vino y a su vez el vino resalta las cualidades y los sabores del queso. Y acá estamos los dos y sé que sin dudas tu sacas lo mejor de mi, me gusta el hombre que soy cuando estoy a tu lado-.

No puedo creer lo que me dice, simplemente me acerco y miro su boca, aún húmeda por el vino.
-sos tan dulce y es verdad porque yo siento lo mismo. Todo estos años sacaste siempre lo mejor de mi y más allá de todo yo te quiero con toda mi alma-. Digo mientras sigo acercando mi boca a la suya.

 Digo mientras sigo acercando mi boca a la suya

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Amor travieso. Lo que esconden las caras inocentes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora