Capitulo 4

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Unos días después

Kyungsoo y Chanyeol estaban ilusionados con su nuevo proyecto, ya llevaban unos días que habían comenzado el trabajo en el jardín del señor Kim.

Ya habían descargado algunas de las plantas que hoy plantarían, después de haber abonado la tierra y limpiarla de raíces muertas y malas hierbas.

Chanyeol se quitaba los guantes para poder beber un poco de agua. -Ha sido muy amable la señora Kim de traernos agua fresca, ya hace calor, ya comienza a apretar.

-Sí, debemos terminar en dos semanas como le prometimos al señor Kim aunque haga calor, nos va a pagar una buena cantidad de dinero extra si lo hacemos en ese tiempo y podremos comprarnos una furgoneta nueva, esta que tenemos va cada vez peor y se come mucho presupuesto con tantas idas y venidas al taller.

-Sí, es cierto, podremos comprar una nueva, hemos tenido suerte con los nuevos clientes.

-Sí, y que todo siga así y seguíamos teniendo trabajo uno tras otro.

Los dos amigos continuaron trabajando a lo largo de la tarde mientras Jongin llegaba a casa de sus padres para ver a su madre que hacía unos días le había prometido que iría la casa porque quería hablar con él sobre un tema y no quería hablarlo en el hotel, aunque sospechaba de qué podía tratarse, no quería hablar sobre el tema pero ya no podía eludirlo más, no tenía más remedio que hablar con ellos y que lo entendieran de una buena vez. Madre e hijo se abrazaron y se pusieron cómodos.

-Tú dirás mamá.

-Hijo, sabes que te quiero mucho.

-Lo sé, a que viene esto, creo que no me va gustar lo que me vas a decir, más bien lo intuyo.

-Tu padre y yo hemos estado hablando.

-Sobre qué.

-Sobre matrimonio, ya lo sabes, lo hemos hablado más de una vez y no haces nada, ya es hora que lo hagas.

-Mamá, otra vez no.

-Tienes 27 años, ya te has divertido bastante, ¿no crees que es hora de sentar la cabeza, casarte y tener hijos? Me gustaría tener nietos.

-Tengo un hermano que podrá dártelos en un futuro.

-Sí, pero es muy joven y alocado, acaba de comenzar la universidad, pero tú eres el mayor, además tu hermano ahora es joven y no piensa en matrimonio y menos en hijos, queremos un heredero y tú puedes dárnoslo, tienes que casarte de inmediato y tenemos a la chica...

-Creo que ya os lo dejé claro – Jongin interrumpió a su madre - no me voy a casar con una chica por qué es lo correcto en la sociedad y más en la nuestra, me gustan los chicos, no las chicas.

-Pensé que se te quitaría esa idea una vez que pasado el tiempo y te divirtieras pero veo que no se te quita de la cabeza.

-Tenéis que entenderlo, no puedo, ya lo he intentado varias veces y no puedo seguir con noviazgos con chicas que no llegan a nada, ni tan siquiera...- resopló - es vergonzoso que te lo diga...

-Que quieres decirme.

-Que con una mujer ni tan siquiera se me levanta.

-Oh, por dios, como dices eso.

-Es la realidad, no voy a poder darte nietos, no puedo estar con una mujer, ya os lo dije y vosotros no me entendéis. – Jongin se dirigió a la puerta para marcharse.

-Hijo...

-No, mamá, mejor voy a salir al jardín a que me dé el aire, avísame cuando llegue papá y se lo diré también, quiero zanjar este tema de una vez, no voy a casarme con ninguna chica.

Jongin caminó hacia el jardín y pudo ver a lo lejos a dos personas remodelando el jardín, recordó que su padre se lo había comentado.

Comenzó a caminar por la parte contraria de donde se encontraban esos dos jardineros tratando de plantar una palmera.

Caminaba pensando en lo que había sucedido hacía unos minutos con su madre, no había manera que sus padres no aceptaran que le gustaran las chicas, en Corea era algo que no se hablaba y se ocultaba de todas las maneras.

Sus padres querían ocultar por todos los medios que se descubriera que su hijo no era sexualmente convencional, por así decirlo, eran una familia conocida y con dinero, no podían someterse a habladurías, podría repercutir en los hoteles, en esa parte entendía a sus padres pero por otra no iba a sacrificarse su vida por los demás.

Estaba en una encrucijada, continuó caminando hasta que unas flores azules le llamaron la atención, quedarían bien en el hotel, pensó. -Iré a preguntar esos jardineros como se llaman esas flores. – Dio la media vuelta y caminó hacia la zona donde los jardineros estaban antes pero cuando llegó hasta el lugar había una palmera plantada, sin embargo los jardineros no estaban ya, pero sí oyó hablar no muy lejos de allí pero no veía a nadie.

-Pues estarán allí. - Iba a doblar la esquina de donde procedían las voces cuando de repente un carro lleno de estiércol chocó contra sus piernas llenándole los pantalones y los zapatos de dicha sustancia. – ¡Mierda!

-Oh, cuanto lo siento - dijo un Kyungsoo sorprendido al ver que había manchado a una persona - no lo vi, ha salido de repente de la esquina, discúlpeme, por favor.

Ambos se miraron a los ojos descubriendo que no era la primera vez que se veían y tampoco era la primera vez que Kyungsoo manchaba a Jongin, más bien era la tercera.

-¿Tú? – dijo Jongin frunciendo el ceño.


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No hay dos sin tres, nos leemos pronto.


El Jardinero (KaiSoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora