No Impliques Al Amor ||Chanbaek||

3. Boda En Camino

A los diez minutos que la familia Byun se fue Chanyeol se dirigió a la casa de Joy, tenía que ser muy discreto, ya que si su madre lo descubría sería su fin.

Se vistió de completamente de negro, tenía que salir por su balcón para no encontrarse por error con su madre que de seguro ya debería estar durmiendo, pero igual, luego debía saltar al jardín, recorrerlo por los puntos ciegos y llegar a un muro con una puerta secreta al extremo contrario de la propiedad y de la entrada principal, ahí tenía una Harley, esperando para que pueda huir una vez lograda la hazaña, se monto en su moto y fue en busca de Joy, empezando a reír al recordar como casi es pillado el bajar por la alcoba.

Estaba Chanyeol bajando gracias a una sabana que sujeto a un barrotes, pero al parecer la casa no estaba tan dormida como él creía, había olvidado la manía de su madre de no dormir hasta que todo en su casa estuviera en su lugar, el caso es que si su madre no se hubiera dado la vuelta para volver a su habitación en el momento correcto para que él tuviera que tirarse un piso de altura cortando las sábanas, su madre lo habría descubierto y lo habría matado por las sábanas.

Cuándo llegó donde Joy, no había ninguna luz prendida, ella ahora vivía en un departamento que él había comprado hace mucho y realmente nunca usaba, puso el código de ingreso y fue directo a la habitación principal, en medio de todo el caos la encontró abrazada a sus rodillas viéndose más débil que nunca.

***

—Señora Park, que sorpresa verla tan temprano, pero siempre es agradable contar con su presencia, pase por favor. —Baek no entendía que hacía Park Hee Sun ahí y más a esas horas, no eran ni las siete de la mañana.

—Que joven tan educado, ayer hablaste de tomar el té y mi esposo salió temprano en la madrugada a China, así que debo alcanzarlo antes del almuerzo, pero no iba a desaprovechar mi tiempo antes de partir y menos cancelar nuestra cita. —habló con una sonrisa mientras analizaba el departamento de Baek, este le sonrió la invitó a sentarse  y fue a su cocina, como era un piso abierto, solo los separaba la isla.

—Perdone el desorden, ayer no pude limpiar, este lugar no es nada comparada con su mansión en Seúl que es espléndida. —comentó Baek mientras preparaba el té y alistaba todo en una bandeja.

Pero lo dijo por decir, se había asegurado de limpiar su casa de extremo, no había podido dormir en toda la noche, ahora mismo se hallaba de pie gracias a una buena dosis de cafeína que se tomó antes de atender la puerta.

—No conoces la mansión en China, la de Seúl es la segunda más grande, esa también es la herencia de mis ancestros, pero tu departamento es muy espacioso, nada que disculpar, está perfectamente ordenado, eres muy modesto, ¿a que hora pasa el servicio o tienes algún robot? —el departamento en si, era un penthouse de dos pisos, que tenía aires modernos, pero a la vez era cálido y acogedor, tenía la esencia del dueño al parecer.

—Pasemos al comedor, esta en la terraza al aire libre. —primero fue él, llevando la bandeja y le siguió su ¿suegra? —respondiendo a su pregunta, me gusta llevar las riendas de lo que considero mío, adoro hacer las cosas con mis manos, así que no suelo necesitar de servicio extra, considerando que es una casa inteligente, aunque prefiero hacer las cosas yo mismo. —sonrió bajando la cabeza, empezaba a sentir sueño, le ofreció te a su suegra.

—Eres simplemente único Byun Baekhyun, me alegro que seas tu quien se case con mi hijo. —aceptó con una sonrisa el té que le ofrecía Baek, luego alzó un bizcocho y le encantó.

—Me honran sus palabras, ¿gusta algo más?, ¿galletas podrían ser? —Baek fue por unas galletas que había hecho ayer.

—La decoración y distribución aquí es hermosa , vives en una zona tranquila, la arquitectura del edifico es muy adecuada, Chanyeol se decidió por un departamento casi a las afueras del distrito central, pero hace tiempo que no lo usa, yo personalmente decore ese edificio. —comentó mientras saboreaba las galletas, le iba a pedir el nombre del chef que hizo las masitas que le ofreció.