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La luz de la mañana ya había iluminado toda la ciudad en donde se situaban nuestros dos protagonistas, habían pasado una noche exhausta por no decir placentera, los dos se encontraban envueltos entre las sábanas de la cama que habían sido testigos de su amor, hoy era viernes, solo faltaba un día para el fin de semana, lo que significa que no tienen que ir al trabajo,
Pero por ahora solo estaban sumidos en un profundo sueño, ignorando que hoy tenían que aparentar ser un día como cualquier otro, empezando por su madre, ya había preparado el desayuno por lo que se dirigía a despertar a sus hijos, pero cuando intento abrir la puerta noto que estaba con seguro, le pareció muy raro, por lo que empezó a golpear la puerta, al principio los dos chicos no le dieron importancia , Carol al no recibir respuesta empezó a gritarles, haciendo que
K.o y T.k.o se levantarán de golpe al darse cuenta de la gravedad de la situación, si su madre lograba entrar cómo le explicarían el hecho de que estaban los dos desnudos durmiendo en la misma cama, si eso se escucha raro se ve peor, los dos se levantaron de golpe, bueno k.o lo intento, ya que al momento de levantar su cuerpo sintió un fuerte dolor en su cadera, lo que hizo que cayera bruscamente haciendo un estruendoso ruido, lo que no ayudó a que Carol se fueron -¡qué demonios está pasando ahí, abran de una vez!- gritaba ya esta vez enojada desde el otro lado de la puerta -¡n-nada!- respondieron los dos al unísono, k.o intentaba levantarse, pero le dolía demasiado, el  contrario al ver esto sintió que no quedaba otra opción,  por lo que cargo a k.o, y lo llevó hasta el baño que tenían en su habitación -tú quédate aquí, yo me encargo de mamá- el castaño asintió, quedándose sentado en el retrete, el de orden morados agarró rápidamente una toalla y cerró la puerta del baño, se la envolvió alrededor de la cadera y le abrió a su madre que estaba casi echando fuego por los ojos -h-hol- intentaba disimular pero Carol lo interrumpió incluso antes que podía terminar la palabra -¡que demonios estában haciendo que no me habrían la bendita puerta!- está enojada y mucho, a tko se le heló la sangre, muy pocas veces había visto enojada a su madre, pero cada vez que lo hacía daba demasiado miedo -nada mamá, lo que sucede es que acabo  de salir de la ducha no me seque bien y me caí nada más- mentía el de ojos púrpuras con la esperanza de que su madre se la creyera -y tu hermano- réplicas dudosa Carol -se acaba de entrar a bañar- respondió rápidamente,  no entendía porque se sentía tan presionado, usualmente no pestañeaba a la hora de mentir, pero supongo que nunca estuvo metido en una situación como esta -mmm...esta bien, apuren a bajar a desayunar que llegarán tarde- Carol sabía que le estaba ocultando algo, conocía a sus hijos mejor que nadie, pero no quería presionarlos demasiado, ellos ya eran mayores de edad saben perfectamente lo que están haciendo.
Carol bajo finalmente a la cocina y el de pelo castaño oscuro cerró la puerta para al final soltar un suspiro de alivio, pudieron ser solo unos segundos, pero fueron los segundos más largos de toda su vida -hey k.o mamá ya se fue, puedes salir- dijo tocando la puerta del baño -este. ..podrías pasarme mi ropa?- respondí el pelo castaño, sentía vergüenza de que lo viera sin ropa -oye ya te vi desnudo, no seas pudoroso y sal- realmente es algo tonto, pero aun así, no quería salir de ahí sin algo de ropa, y
t.k.o ya se había llevado la única toalla -n-no importa, tu solo pasame la ropa- replicó el de ojos café algo rojo -eh está bien- dijo ya resignado para empezar a buscar la ropa de su hermano en el armario, tomó su ropa usual, una musculosa blanca, con unos pantalones azules y una chaqueta de mismo color, que era su uniforme de trabajo -toma- el castaño abrió un poco la puerta del baño para agarrar la ropa, y luego volver a cerrar la misma nuevamente, fue agarrando poco a poco de las cosas que había en el baño para no caerse, sus piernas temblaban un poco, pero pudo llegar a la ducha sin caerse, se agarró de las paredes y abrio la llave del agua para asearse un poco, se enjabono el cuerpo y se lavó el pelo.
Mientras con el piel más clara, el se encontraba cambiándose, ya que lo único que tenía en el cuerpo era la toalla, se puso una musculosa de color morado oscuro, una chaqueta de cuero sin mangas y un pantalón negro roto en las rodillas, luego de eso se recostó en la cama a ver su celular, esperando que k.o saliera de la ducha, realmente no quería estar solo con su mamá, conociendola podría bombardearlo de preguntas, y sentía que no iba a poder mentirle correctamente, se le notaria demasiado, y era un riesgo que no podía correr, por lo cual su única opción era esperar a k.o, y así lo hizo, luego de un rato, el peli castaño salió del baño apenas y agarrándose de algunos muebles -¡¿no que no me iba a doler?!- le replicó
k.o tirándose en su cama -ja, no es mi culpa que no aguantes nada- uy eso fue un golpe bajo en la moral de cualquiera -¡¿que?! esto fue tu culpa porque la tienes enorme y...- el de orden café al darse cuenta de lo que había dicho se puso más rojo que una manzana en día de cosecha y tapó su cara entre las sábanas - NO! QUISE DECIR! AAAH OLVÍDALO!- era muy gracioso ver a
k.o de esa manera, el contrario sólo comenzó a reír ante la torpeza de su hermano, nunca fue muy bueno con las palabras -ja ja gracias por el cumplido, pero hay que bajar a desayunar si no queremos más problemas de los que ya tenemos- comento para pararse de la cama y guardar su celular, los dos salieron de la habitación, aunque
k.o tuvo un poco más de complicación, lo difícil sería bajar las escaleras -estás seguro de que vas a poder?- preguntó el de ojos morados viendo la cara de terror del castaño -s-si?- respondió con inseguridad para intentar bajar las escaleras, pero al segundo paso dio un mal movimiento, y rodó unos 10 escalones antes de dar con toda la cara en el suelo -¡Cariño!- gritó Carol mientras corría hacia él y lo ayudó a apoyar su cabeza en sus piernas -cariño estas bien, que paso?- decía preocupada,
K.o no podía decir nada, todavía no se recuperaba de tremendo golpe, tko solo se reía a carcajadas desde arriba -deja de reírte y ayúdame con tu hermano- aunque quería a k.o podía ser muy cruel cuando quería, cuando terminó de reírse bajo los escalones y alzó a k.o para sentarlo en una silla, pero el chico de pelo castaño todavía no reaccionaba así que tko tomó aire frotó sus manos y -¡despierta!- le dio una cachetada que de alguna forma funcionó y terminó por despertar al moreno -auch- se quejo el de pelo castaño para frotar su mejillas -no seas tan bruto- dijo Carol antes de darle un golpe en la cabeza al de ojos morados -pero funcionó no?- respondió un poco orgulloso de sí mismo, recuerden niños y niñas de la audiencia la violencia no lo resuelve todo, bueno si, pero no siempre es lo más correcto moralmente usarla -bueno lo importante es que ya despertaste, es hora de irnos- suspiro algo aliviada de que su hijito este bien, digamos que
k.o es como el niñito consentido, ya que Carol lo ve como el más frágil? Siente que es al que más tiene que proteger sentimentalmente, aunque obviamente también se preocupa bastante por tko solo que ella sabe que él es lo suficientemente fuerte para enfrentar cualquier cosa y está muy orgullosa de él -pero ni siquiera hemos desayunado- reclamo k.o, tenía mucha hambre, y como no tenerlo si ayer hizo mucho ejercicio junto a tko si saben a lo que me refiero -eso tendrían que haberlo pensado antes de haberse tardado tanto en bajar jovencitos, ahora suban al auto que se nos está haciendo tarde- reprocho Carol para salir a la cochera a sacar el auto -oye me debes una por el golpe- se quejo el de ojos cafés haciendo un puchero y cruzando los brazos, podía ser muy infantil a veces, pero eso era tierno para el de ojos morados, y afasia no había perdido la exención que lo enamoró -está bien- dijo para agarrar su mentón y darle un suave beso, k.o tenía un leve color rosa sobre sus mejillas, fue una forma dulce de disculparse, se separaron de repente al sentir la bosnia del auto -mejor vamos, no quiero molestar más a mamá- el de ojos castaño se levantó de la silla esta vez con un poco más de equilibrio, no sabía si había sido el golpe el que le había amortiguado los demás sentidos o el dolor ya se estaba esfumando de -está bien, después de usted princesa- dijo en un tono burlón en de ordes púrpuras, esta es un tipo de anécdota, lo que sucede es que en una obra de teatro que estaba organizando su escuela, la chica que interpretaba el papel de la princesa había faltado por fiebre alta, k.o era el único que podía caber en el vestido así que lo obligaron a vestirse de princesa con un vestido azul y una tiara, como toda una princesita, recuerdo que hasta le pintaron los labios con un suave color rosa, se veía muy lindo, según tko, el de pelo castaño al escuchar eso se puso rojo, no pensaba que recordaba eso -¡no me digas asi!- grito desde la puerta, tko al ver su reacción hecho unas cuantas carcajadas, k.o dio un leve gruñido y salió para entrar al auto seguido por el ya mencionado para ir al trabajo.

Well esto fue muy rápido, pero tengo una buena explicación, lo que sucede es que ya tengo otros dos capítulos escrito aparte de este, que puedo decir me gusta hacerlo de esta manera, realmente no los subí por inseguridad, pero como veo que esta historia les está gustando empezare a actualizar más seguido,  bueno sin nada mas que decir, que tengan buenos Días tardes o noches. Adios

La Marca (K.o X T.k.o)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora