La Marca (K.o X T.k.o)

28

-¡k.o! ¡t.k.o!- gritaron los dos chicos lanzándose hacia los ya mencionados formando un fuertemente abrazo, que el castaño correspondió con la misma emoción, pero tko solo intento formar una sonrisa, no le gustaba mucho los abrazos, no al menos de otras personas, porque si fueran de k.o, bueno ya saben, esos si los aceptaba con mucho gusto -chicos, cuanto tiempo sin verlos- dijo un joven de cabello color dorado, con una gran sonrisa -si, espero que no se hayan olvidado de nosotros- intervino una chico pelirroja aun abrazando a los dos, específicamente al de ojos morados, al que le está molestando tanto contando y cercanía -eso nunca- respondió el castaño -nunca me olvidaría de ustedes, fueron mis mejores amigos cuando venía a pasar los veranos en la casa de mi abuela- comentó nuevamente el de ojos cafés juntando la mirada con la pelirroja, como diciéndole “suéltalo ya” la chica después de unos segundos terminó por entender el gesto y dejó ir al de tez pálida el que se sintió aliviado de esta libre de su agarre por fin, y ya algo empalagado por tanta nostalgia cualquier excusa era buena para irse de allí -oigan, iremos a dejar nuestras mochilas en la casa ya regresamos- dijo el de ordes morados mientras empezaba a caminar siendo seguido por ko -OK los esperamos aquí- respondió el chico de pelo dorado mientras veía como se alejaban, por fin, cuando los chicos estuvieron lo suficientemente lejos como para no escucharlos, la chica empezó a hablar -necesito tu ayuda- dijo con una pequeña sonrisa -mi ayuda? Para que?- cuestionó el chico con los brazos cruzados -quiero que mantengas alejado a
k.o- respondió sentándose nuevamente en la cerca echa de piedra -repito, para que?- pregunta nuevamente, con un mal presentimiento aflorando en su piel, conocía bastante bien a la chica, eran primos después de todo, además de que vivían en la misma residencia -pues...he de admitir que tko se a puesto muy guapo en todos estos años, y no puedo ni siquiera acercarme a él con
k.o en medio, así que....necesito que me ayudes primito- respondió la chica mirando fijamente a su primo que solamente suspiro mientras rodeaba los ojos -ni siquiera lo pienses- dijo con molestia, sabía de sobra como era su prima, y no iba a ayudarla, mucho menos tratándose de tko...el lo sabía, lo sabía todo, sabía sobre los sentimientos del de ojos cafes, sabía cuánto amaba a
t.k.o, aunque no lo había descubierto por el castaño, fue un accidente, simplemente un accidente, y prometió guardar aquel secreto, o más bien, k.o le había suplicado hasta el punto de las lágrimas a que no dijera nada -bueno...entonces supongo que no te importará que le diga a mamá sobre tu pequeña relación con aquel chico- amenazó la chica de ojos color granate mientras una sonrisa de dientes afilados se formaba en ella, sabía cada una de las debilidades del chico, y sería pecado no aprovecharlas para su propia beneficio, el joven palideció ante tal idea, no podía creer que su propia familia fuera tan cruel “te odio” fue el pensamiento que surcó la mente del chico que se veía impotente ante tal amenaza “perdóname k.o” pensó apretando sus puños y apretaba la mandíbula con fuerza -está bien- dijo con impotencia mientras le dedicaba una mirada fulminante a quien consideraba su familia -bueno decisión...pri-mi-to- afirmó mientras reía levemente haciendo que un sabor amargo inundará los sentidos del chico, hay que ser sinceros, entre los sentimientos de los demos y los sentimientos propios siempre escogemos los nuestros “después de todo no es nuestro problema”

-oye...han cambiado mucho no crees?- comento el castaño mientras entrelazada su mano junto a la de su hermano -pff no son tan diferentes a como los recuerdo- respondió mientras miraba hacia abajo intentando no tropezar con alguna roca o por la humedad del pasto y tierra, seguramente provocado por alguna lluvia -bueno pues yo creo que han cambiado bastante desde la última vez que los vi, en especial Alex, está muy alto- comentó cortando aquel agarre y dando pasos más avanzados y alargados, lo que alarmó un poco al de ordes morados “se va a caer” pensó casi como un presentimiento, conocía bastante bien a k.o, era bastante torpe -en serio? No lo note- respondió desinteresado, no le importaba realmente, porque habría de hacerlo? -he he siempre has sido muy despistadoOoOo- y casi como si tko lo hubiera adivinado el castaño se resbaló rompiendo y raspando sus rodillas con varias de las rocas que había en el camino -auch- se quejo el menor sentándose mientras subía sus rodillas viendo como estas sangraban, el de ordes morados fue casi al instante a auxiliar al castaño, que soplaba un poco las heridas mientras se quejaba -tko me duele- afirmó el castaño con algunas lágrimas de dolor, mientras dejaba su mochila a un lado y veía como el chico se arrodilló para estar a su altura -me imagino, mira el tamaño de esas heridas, creo que hasta puedo ver un poco de carne descubierta- mintió el de ojos morados para asustar a k.o...y lo logró, el castaño palideció y alarmó ante lo que dijo su hermano -¡AHHH!HAZ ALGO, LLAMA A LA CRUZ ROJA- el de tez pálida no pudo contenerse y empezó a reír a carcajadas, haciendo que el castaño entendiera lo que acababa de hacer,  por lo que frunció un poco el ceño mientras apretaba sus labios -¡eres un idiota como se te ocurre hacerme esas bromas!- dijo mientras empezaba a dar golpes en el hombro de este -jajaja auch! Valió la pena por ver tu cara auch!- respondió aun entre risas tko haciendo que k.o se molestara mucho más -vale vale, ya paro- comentó limpiando algunas de sus lágrimas, le divertía bastante molestar de vez en cuando a su hermanito...Y digamos que sus bromas solían ser algo pesadas, y muchas veces terminaban por enfadar al castaño, que después de estar unas cuantas horas enojado terminaba por perdonarle -haber…- dijo el de ordes morados mientras se daba vuelta quedando de espalda hacia el castaño que seguía con los brazos cruzados -sube- ordenó tko mientras miraba de reojo al de ojos cafés que sólo fruncido el ceño -no- respondió girando la cabeza haciéndose “el ofendido”... que? El también podía ser orgulloso, tko no era el único que podía jugar ese juego -anda no seas testarudo y sube- insistió el de ojos morados intentando mantener la cordura -ya te dije que no- respondió nuevamente sin mirarlo, lo que agotó lo último que tenía de paciencia (que de por sí era muy poca) por lo que sin más se levantó del suelo y volteó a ver al castaño mientras suspiraba y hacía sonar sus dedos -supongo que no me queda otra opción entonces- estas últimas palabras alertaron al castaño pero cuando estaba dispuesto a girse a mirarlo lo único que pudo sentir era como las manos de su hermano agarraba sus caderas y lo levantaban con fuerza posicionando su peso en su hombro -hey! bájame!-exigió el castaño mientras dabas leves golpes en la espalda de este, pero fue ignorado por el de tez pálida que solo se limitó a agarrar las dos mochilas y seguir el camino - tko no estoy bromeando bájame- volvió a insistir el castaño intentando librarse del agarre de su hermano que no estaba dispuesto a ceder - ¡que no soy un costal de papas!- afirmó k.o mientras daba algunos golpes en la espalda de tko -tienes razón, hasta los costales de papas hacen más silencio que tu- dijo el de ojos morados mientras apretaba levemente la mandíbula - ¿¡que dijiste?!- grito k.o ya algo enfadado, está situación ya están empezando a molestarle bastante - que aparentes ser un costal de papas y te calles- dijo ya algo fastidiado por la insistencia del castaño (y también por el afán de hacerle la contra) - ¡Eres un idiota¡ ¡bajame! ¡bájame! Baja! ¡bájame!- gritó mientras daba golpes más fuertes en su espalda y empezaba a patalear, parecía un niño caprichoso, segundo de ojos morados que estaba ya a su límite, y con su paciencia no se juega.

Luego de caminar menos de un minuto los gritos y movimientos bruscos del castaño lo habían cansado y estaba a punto de tener un ataque de histeria, por lo que sin dudarlo un segundo más dejo al castaño sentado en la primera piedra que vio y empezó a escarbar en su mochila, lo que confundió al de ojos cafes por lo que se asomaba levemente a ver, hasta que el de ordes morados encontró lo que buscaba, al volverse el menor palideció al ver que tenía una cuerda entre sus manos -q-qué piensas hacer con eso?- pregunto algo nervioso mientras su hermano se acercaba, pero no recibió ninguna respuesta, cuando el chico estuvo lo suficientemente cerca del castaño agarró fuertemente sus manos atandolas bruscamente con la cuerda, recibiendo un gemido de dolor de parte de este y algunas quejas que ignoro, para luego atar sus piernas y volver a cargarlo de la misma manera, pero obviamente el castaño no iba a quedarse callado -¡AYUDA ME ESTÁN SECUESTRANDO!- gritó con todas sus fuerzas creando hecho en el lugar -grita todo lo que quieras nadie va a escucharte- afirmó despreocupado mientras volví a agarra las mochilas y seguir su camino, con muchos gritos y lloriqueos por parte del castaño.

Sólo tengo una cosa por decir...perdón por actualizar tan temprano:'3