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Llovía a cántaros y los dos chicos corriendo por las calles del barrio, al final llegaron empapados a casa por supuesto para llevarse una buena regañada de su madre -como se les ocurre salir así en medio de la lluvia, al menos hubieran esperado hasta que el agua parace un poco- decía su madre mientras les entregaba unas toallas para que se fueran a secar, los dos chicos obedecieron y subieron a la habitación para sacarse el pantalón y buzo, que dejaron a un lado de la abitacion  quedándose solo con sus camisetas y bóxer, ya se conocían bastante bien como para tener vergüenza de cambiarse juntos, luego de ponerse ropa seca k.o bajó a la cocina ya que en el transcurso de ir y volver de la tienda tko le comentó que su mamá tenía algo que decirle, y efectivamente al momento de encontrarse con ella le explico la situación de su amiga y que tko ya había accedido a ir a cuidar a los hijos de esta, lo que extraño al castaño, ya que al de ojos morados no le gustaban para nada los niños, y digamos que no había sido bendecido con mucha paciencia, pero no lo pensó mucho antes de aceptar, si accediendo podría ayudar a alguien con gusto lo haría, además sería divertido cambiar de ambiente por un rato, “será aburrido estar solo encerrados en casa todo el día” pensaba el castaño, mientras que con una sonrisa se ofreció a ayudar a su madre con la comida que estaba preparando, se sentía bien ayudar, es una de las cuentas costumbres que tiene desde que era un niño, aunque más que eso una virtud, que resaltaba en el castaño, su madre estaba orgullosa de haberlo criado con un buen corazón, aunque no siempre es muy bueno ser demasiado frágil, y k.o lo sabe mejor que nadie, la gente sabrá cómo aprovechar de tu bondad y vulnerabilidad, y no de una buena manera
A pesar de todo el de ojos cafés no se arrepiente de nada de lo hizo, porque fue de corazón...aunque nunca va a negar que fue tan doloroso el vivir todas esas experiencias tanto física como emocionalmente, pero lo soporto por él...quería dejar de ser aquel niño débil, porque pensaba que esa sería la única forma en la que él pudiera amarlo, aunque el de ojos púrpuras lo quiso y lo quiere por lo que fue y lo que es, no hacía falta que le demostrará nada.
Luego de un rato la cena ya están servida y los tres se encontraban charlando animadamente, Carol les dijo que hoy a las 17:00 tenían que estar allá y les dio la dirección anotada en un pequeño papel -mamá porque no nos llevas tu- propuso k.o - a no, ustedes ya están lo suficientemente grandes para ir solos- respondió con firmeza su madre, los dos chicos no tuvieron más que resignarse y esperar hasta la hora acordada, aunque obviamente saldrían un poco antes de casa ya que para llegar a su destino a pie tiene que caminar al menos 30 minutos si no es más, las dos chicos pasaron lo que quedaba de la mañana y la mitad de la tarde viendo la tele en su habitación o jugando algún que otro juego, y obviamente no faltaron algunas muestras de cariño, como besos caricias y abrazos, cuando menos se dieron cuenta ya eran las 16:00 por lo que se pusieron ropa abrigada y agarraron lo necesario, ya cómo sus celulares y cargadores o en el caso de tko sus auriculares, luego bajaron a despedirse de su madre para finalmente salir de la casa, sin está vez llegar un paraguas ya que la lluvia se mantenía igual de fuerte que hace rato, empezaron a caminar por la acera mojadas, las calles se encontraban desoladas, su barrio siempre a sido muy tranquilo pero particularmente hoy parecía que el mundo era solo para ellos, una idea se encontraba rondando desde que salieron en la mente de ojos cafés, quería sentir el tacto del de ordes morados, ya que no había nadie en los alrededores tal vez...solo tal vez podría.
El de pelo castaño empezó a acercar su mano a la del de ojos púrpuras, pero se sentía tan nerviosos que empezó a dudar un poco en hacerlo
pero casi como si le hubiera leído la mente tko junto el tacto de sus manos, haciendo que k.o se sobresaltada un poco para juntar sus miradas, el de ojos morados le sonrió levemente, haciendo que el castaño se sonrojara un poco para sonreír igualmente, luego de caminar alrededor de unos 46 minutos llegaron a la casa de la alumna de su madre, por lo que rompieron su agarre y tocaron el timbre de la casa, luego de un par de segundos una señora algo bajita con lentes y de pelo rubio les abrió la puerta -Oh por dios si no es este el pequeño k.o?- dijo algo emocionada la señora mientras apretaba uno de los cachetes del castaño -pero que grande estas- el contacto está poniendo ya algo incómodo a k.o pero no le dijo nada por cortesía -y además muy guapo, no tendrás ya novia- la pregunta se clavó directo en tko que al escuchar esto puso más atención a lo que decía esa señora -pues n-no- respondió el castaño algo nervioso -cómo es posible que un chico tan lindo no tenga novia, tengo una sobrina al otro lado de la ciudad que está soltera y es muy linda,estaría encantada de salir con un muchacho tan guapo como tu- propuso la señora haciendo que el de ojos morados se enfureciera -vieja metiche- dijo entre dientes tko -disculpa dijiste algo jovencito- preguntó mirando al de ojos púrpuras algo confundida -que hace algo de frío aquí afuera no?- mintió para salir de esta situación que podría tornarse algo incómoda -oh! Por supuesto, pero que descuidada soy, pasen por favor- dijo la señora dando espacio para que los chicos pasarán y luego cerrando la puerta, lo primero que divisaron los hermanos fue una pequeña sala de estar donde se encontraban dos niñas y un niño viendo la televisión muy a gusto en el sofá.

La Marca (K.o X T.k.o)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora