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Los chicos se encontraban en silencio simplemente disfrutando la compañía del otro, solo se sentía el sonido de sus respiraciones -tko…- dijo el castaño captando la atención del contrario -si?- respondió aun sin levantar la cabeza -y tu, porque te enamoraste de mí?- se cuestionaba k.o -después de todo siempre he sido un llorón- dijo algo triste, los chicos pueden ser muy crueles cuando algo les parece raro, fue una etapa difícil para el castaño, y aún quedan algunos fragmentos de todas esas experiencias, simplemente algunas cicatrices no se van tan fácilmente, el de ojos púrpuras levantó su cara y se separó un poco del castaño -si,pero eres mi niño llorón- el de ojos púrpuras empezó a hacer contacto visual con el castaño haciendo que su corazón latiera más rápido al ver esos lindos ojos fervientes de color morado -sabes a veces el amor no se puede explicar, pero...yo me enamore de ti, me enamore de todo tu ser, amé tu llanto, tu sonrisa, y el color tan brillante de tus ojos, ame tu compasión y tu forma de perdonar, también ame cada uno de tus errores, tanto como tus virtudes- decía el de ojos morados mientras acristalada las mejillas de castaño que escuchaba atento las suaves palabras de su hermano -incluso con cada una de tus cicatrices, nunca dejaste de sonreír por encima de ellas, pero sobre todas las cosas- tko agarró el mentón del castaño acercando sus labios -me enamore de la belleza de tu alma- dijo por último para unirse en un suave beso que no duró más de unos segundos, el castaño se sentía tan feliz, no sabía explicar el porqué pero sentía una alegría tan grande que no cabía dentro de su cuerpo -puedes ser tan dulce cuando te lo propones-
Comento el castaño con un inusual brillo en sus ojos -un lado que solo te mostraré a ti- afirmó tko acariciando el pelo del castaño, iban a volver a unirse en otro beso cuando escucharon la puerta de la casa abrirse, sin duda tenía que ser su madre, así que los dos chicos se levantaron de la cama -listo para recibir a mamá?- pregunto el chico al borde de la puerta, el de ojos cafés sonrió ampliamente para acercarse y darle un rápido beso -ahora si, vamos- afirmó el chico saliendo por al puerta y bajando a toda velocidad las escaleras junto a su hermano como si estuvieran jugando a las carreras -hola mamá- dijeron los dos al unísono -hola mis niños, qué tal la pasaron anoche?- preguntó Carol, haciendo que el castaño se sonrojar al mal interpretar su pregunta -he he yo diría que muy bien- respondió el de ojos púrpuras apoyando su mano en el hombro del castaño -me alegro- dijo Carol mientras se sentaba en una de las sillas del comedor -oye k.o podrías hacerme un favor- comentó Carol sacando un billete de 200 y un pequeño papel doblado por la mitad para dárselo al castaño -podrías ir a comprar estos vegetales a la tienda, los necesitaré para hacer la cena de hoy-
K.o sin dudarlo ni un segundo agarró la lista y el billete -por supuesto ma’- dijo para salir de la casa de inmediato, no se de donde saca tanta energía, pero así es k.o
-tko- el de ojos morados al sentir su nombre se sobresalto un poco para luego mirar a sus madre que le estaba haciendo una seña para que se siente a su lado, a lo cual el de pelo castaño más oscuro obedeció -escucha necesito que me hagas un favor- tko se relajo un poco al escuchar esto, pensaba que lo iba a regañar o a cuestionar por lo de ayer -mira es sobre una de mis alumnas, su Hermana está enferma y tiene que ir a cuidarla y su casa y se encuentra hasta el otro lado de la ciudad, y no tiene con quien dejar a sus tres hijos, y necesito que vallas con k.o, temo que tres niños sean demasiado para él solo, y creo que entre los dos sabrán arreglárselas mejor- tko algo fastidiado iba a decirle obviamente que no, pero luego de pensarlo unos segundos llego a la conclusión de que su madre tenía razón, no podía dejar a k.o solo con tres criaturas, aunque no le gustaba mucho la idea de tener que tolerar a tres mocosos, solo lo haría para no dejar solo al castaño -está bien- respondió algo enfadado, y quien no lo estaria si lo estuvieran haciendo trabajar en sábado -muchas gracias cariño- dijo Carol para levantarse de la silla y acariciar el pelo de tko -pero...k.o ya sabe de esto?- pregunto con algo de curiosidad el de ojos morados -no, pero dirá que si ya que tu vas a ir, a k.o le encanta estar contigo así que no creo que diga que no- menciono Carol entre risas, ella sabía que k.o era muy apegado a su hermano, pero no sabía de qué forma amaba
El castaño al de ojos morados -supongo- respondió tko para luego suspirar y pararse de la silla para irse a su habitación, era una mañana fría por lo que se puso un buzo de color negro y agarro otro de color azul que es del castaño, luego bajó las escaleras para abrir la puerta principal -dónde vas?- preguntó Carol volteando a verlo -voy con k.o, salió tan a prisa que se olvidó su buzo, está
lloviendo así que se resfriada si anda a estas horas en mangas cortas- dijo por último para salir y cerrar la puerta detrás de él,  para empezar a correr en dirección hacia la tienda, estuvo corriendo por al menos dos minutos hasta que divisó al castaño, y se detuvo detrás de él asustando un poco al menor -toma pillaras un resfriado así que pontela- ordenó el de ojos morados mientras seguía caminando -gracias- dijo k.o para ponerse la prenda de color azul y luego alcanzar a su hermano que ya se encontraba varios pasos adelante, y así los dos fueron al mercado juntos, agarraron los vegetales que había en la lista los pagaron y volvieron a casa, corriendo ya que la lluvia había aumentado considerablemente y ninguno de los dos había llevado paraguas.

OK vale, vamos a ver como sale está pequeña idea que estoy formulando en mi cabeza, espero que les guste este pequeño capítulo, la verdad es que lo hice con mucho amor, supongo que son las palabras que k.o necesitaba escuchar.

La Marca (K.o X T.k.o)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora