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Mi abuela me da un yogurt como merienda, me da un beso, me abre la puerta y empiezo andar hasta la casa de los vecinos.

Llego hasta la puerta de la habitación de William, entro sin tocar porque se que si le aviso antes, se hace el dormido.

Ahí está él sentado en su hermosa silla de rueda, sólo en bóxer, con sus auriculares y de espaldas a mi.

Me siento sin decir nada, lo escucho hablar con unos amigos sobre el estúpido juego; Fortnite.

Unos diez minutos después él suspira se da la vuelta y se sorprende al verme.

-Dime,¿No puedo tener privacidad ni en mi maldita habitación? -pregunta muy alterado.

-Es hora de que llenes la práctica de francés y muévete que no tengo tu tiempo.

-¿Por lo menos me dejas ponerme ropa? Necesito que salgas de la habitación.

-Si quieres te puedes cambiar ahora o no te cambies porque no saldré -digo cruzándome de piernas.

-Más terca no podías ser -dice mirándome con odiosidad.

Lo veo poner las manos en su cintura, baja su bóxer y lo sube rápidamente; si vi su vaina colgante.

-No seas cochino y ven a estudiar -digo mirando la hoja.

Se acerca a mi.

-Dime profe, ¿que quiere que haga?.

-Que llenes la práctica imbécil.

La toma y empieza a llenarla, está muy concentrado. En unos 10 minutos me la entrega para que la revise.

La reviso y sólo tenia un error.

-Muy bien, al parecer te hacías el bruto en clases -digo sacando un libro de matemáticas de mi bolso.

-Continúa y callate que me estresas -dice abriendo su cuaderno.

Le explico unos ejercicios, él los entiende y llena la otra práctica de hoja suelta.

-Bueno, ya que terminamos me voy a casa -digo recogiendo mis cosas.

-Deberías de quedarte para que hagamos cositas ricas.

Lo ignoro y continúo.

-Se que quieres, vamos Emma.

Vuelvo a ignorarlo.

-Te quedan muy bien esos jeens, déjame quitártelos.

No te hagas la santa, sé muy bien que aceptaste el ayudarme para estar cerca de mi.

-No, no es así, déjame en paz, por favor.

-Ay Emma, Emma Emmita, te conozco, somos vecinos de hace años. Siempre te he gustado.

-Jajajajajajajajajasjj jajajaj me diviertes, tu ni me gustas, ni me gustarás ni nada.

-Como digas zorrita -dice dándose la vuelta en su maldita silla.

Inmediatamente escucho eso salir de sus labios me muevo rápidamente hacia donde él está.

-Escúchame bien lo que te voy a decir  -digo sosteniendo su mentón con fuerzas. -yo no soy igual ni a tu novia, ni a tus amiguitas, maldito infeliz, usted a mi me respeta, aprenda a diferenciar una Mierda de la otra, si está acostumbrado a tratar con puras perras; conmigo no se equivoque maldita marica, usted mide sus palabras  hacia mi, que yo venga ayudarlo a estudiar no es por falta de dinero, porque somos de la misma economía, vine porque quería ayudarlo, además le debo una disculpa por el accidente y usted sólo se hace el imbécil; m ignora, me habla feo y no agradece. Dime una cosa, ¿Dónde está tu novia, dónde están tus zorras amiguitas? No vinieron a verte y no puedes decir que tu madre no dejaría pasar a tu novia, porque si de verdad ella está interesada en usted, haría lo imposible por venir a visitarte, o ayudarte a estudiar u ordenar tu cochina habitación. Por que cuando se ama de verdad se te olvidan las barreras y lo imposible lo haces posible. Así que aprenda a valorar. Digo soltando su mentón.

Recojo nuevamente mis cosas y empiezo andar a la puerta, él no dice nada, está anonadado.

-Aaah otra cosa -añado y me devuelvo hacia la cama. -Ésta zorrita se hartó de ti -termino diciendo y rompo sus dos prácticas y le meto los trozos de papel en el bóxer.

Quedó peor que como estaba de anonadado.

Notas a mi puto vecino (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora