Notas a mi puto vecino (Completa)

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William

Llegué a casa de Emma,  todos habías salido, fui hasta su habitación y di tres toques en la puerta,  ella abrió. Estaba vestida con una camisa de cuadros hasta la mitad de los muslos. Me acerco a ella y la abrazo. Y luego estampamos nuestros labios. Me aseguro de cerrar la puerta con seguro. Quito mi camiseta, la cargo en mi cintura y me entero que no trae bragas porque su vagina hace contacto con mi abdomen, me sorprendo y la beso, acaricio sus senos y tampoco trae brasieles.

-Desabrocha esa camiseta para mi -digo en su oreja mientras chupo el lóbulo.

-De acuerdo -dice, sonríe y quita los botones con delicadeza.

La camiseta cae al suelo y ella está totalmente desnuda sobre mi, ella tiene sus piernas rodeando mi cintura,  con una mano sostengo su espalda y con la otra acaricio sus pezones, se siente rico tenerla así. Su puta mirada tan excitada me acelera,  muerde su labio con desespero y yo opto por chupar sus ricos senos. Sus dedos se esconden en mi cabello, halando de ellos y pegandome aún más a ella.

La dejo sobre la cama y quito mis pantalones y bóxer,  subo encima de ella, mis labios encuentran los de ellas y nos besamos, su lengua despierta esa rica sensación que por mas que se busque y busque explicación no aparece. Clava sus uñas en mi espalda haciéndome gemir, me ecomodo un poco, tomo mi miembro en mis manos para entrar lo en su sexo, no hace falta que yo lo moje de saliba, con ese mar que tiene ella ahí debajo haciendo el paso aún más fácil.

Ella reacciona inmediatamente entre en ella, cierra sus ojos con tal naturalidad y me da esa leve sonrisa, entro por completo y ella suspira. Entro y salgo suavemente, no quiero lastimarla. Me levanto quedando más o menos arrodillado frente a ella, aún con mi miembro en su sexo. Me muevo de adentro afuera, de un lado lado a otro. Sus gemidos invaden la habitación.

-Muévete más rápido -dice en un hijo de voz.

Obedezco y aumento la velocidad, sus gemidos son más intensos y excitantes, se sostiene del borde de la cama con ambas manos del mismo lado.

-Me encanta, no pares -dice entre quejidos. -Oh si, que rico -dice entre dientes.

Me muevo más rápido, sosteniendo su cintura, tengo claro que no se puedo sacar aunque me vaya a correr, ella odia eso.

-Vamos, quiero que te corras para mi -dice y luego gime.

Me muevo y finalmente llego a la meta y luego ella hace lo mismo.