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Cuando ingresé al hospital, creí que en poco tiempo estaría fuera, pero no era consciente de que todo parecía pasar más lento en su interior.

Hacía dos meses que seguía el tratamiento y mi cuerpo había envejecido como si se trataran de años. 

El mismo chico, atlético y enérgico, no se parecía en apenas nada a la persona que, a día de hoy, podía observar frente al espejo.

Era cierto que me advirtieron sobre los posibles efectos secundarios de la quimioterapia, pero en verdad no pensé que, el tratamiento fuera a ser tan jodido.

Todo mi interior se sentía hecho mierda a pesar de los medicamentos para contrarrestar estos efectos que me proporcionaban.

Aunque, según me habían dicho los doctores, al haber tenido sesiones más intensas de quimioterapia, el cáncer era más posible que pronto comenzara a remitir, y no podía estar más contento por aquello.

—Te ves feliz, Taehyung, en verdad me alegra que estés así. —Me dedicaba una sonrisa mientras me llevaba de regreso a la habitación.

—Lo estoy, no es para menos, según la Doctora Ji, mejoraré pronto y eso no puede ser otra cosa que una noticia más que increíble. —Alcé las cejas y sonreí con cierta ilusión.

—Y tienes razón. —Me extrañó que su expresión cambiara, antes de parar en la sala correspondiente. —Aquí estás, voy por otros pacientes, recuerda que mañana tienes las pruebas de punción lumbar, descansa y no te muevas mucho, aunque para ti eso sea imposible. Adiós Jeon. —Añadió antes de alzar la mano a modo de despedida hacia el castaño que se encontraba en la cama del frente.

—¿Punción lumbar? Esa mierda no suena nada bien. —Rodé los ojos ante el comentario.

—Tú tampoco suenas nada bien, calladito estás mucho más guapo.

—Sólo bromeaba. Me amarga la vida compartir habitación contigo. —Puso la almohada sobre su cabeza, ahogando los demás reproches.

—Ah... ¿Cuándo mierda te van a operar para que puedas irte de aquí y dejar de verme la cara? Pobre bebito. —Reí maliciosamente.

—En verdad, me hicieron unas pruebas el otro día, y han determinado que lo mejor es tener algunas sesiones más de quimioterapia antes de la operación, para reducir lo máximo el tumor del hueso. 

—Vaya, eso en verdad es una mierda, pero bueno, serán pocas, así que tu curación está muy cerca. —Vi cómo el ánimo recorrió sus ojos.

—Lo es. Por cierto... Me lo llevo preguntando un tiempo, pero no dije nada pues... Porque se trata de ti, y cuando se trata de Taehyung nadie sabe cuándo puede ser el momento preciso. —La curiosidad me inundó unos segundos, esperé a que prosiguiera. —¿Qué es lo que te ocurre a ti? ¿Por qué estás aquí? 

En verdad, estaba claro que aquel muchacho acabaría preguntándome, por la información de la que carecía, y porque era curioso. 

No sabía la razón por la que no había mencionado el tema, no me importaba hablar sobre lo que me pasaba, es más, lo tomaba con normalidad, ya que ocultarlo no iba a servir para absolutamente nada, esta mierda formaba parte de mi y no podía hacer nada para evitarlo.

Aunque, no quería sentirme expuesto a aquel chico con ojos castaños y personalidad carismática. Simplemente, el hecho de que pudiera sentir lástima por mi, o se preocupara, cosa que estaba claro que no haría, me provocaba una sensación inexplicable en el interior de mi pecho.

—Qué cotilla Jungkook. Tranquilo, no es más grave que lo tuyo, no te quitaré el título del mayor enfermito de la planta. —Pude observar su mueca de desagrado al no haberle proporcionado la información que deseaba saber, así que decidí añadir algo para hacerle olvidar la conversación. —Escucha, iba a ir a visitar a Jimin... Aunque es algo tarde, ¿vienes a dar una vuelta? 

Brújula Invisible💭 [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora