Brújula Invisible💭 [Taekook]

28

Los días siguientes ni siquiera me esforcé por levantarme de la cama, si no fuera porque Seokjin me obligaba y lo hacía con tal de no estar todo el día escuchándole quejarse.

Echaba de menos al Señor Minho.

Y la próxima vez que Yoongi me visitó, nos fundimos en un largo abrazo del que ninguno quería soltar el agarre.

Él sabía perfectamente que, aunque no tuviera un vínculo de sangre con el mayor, era muy importante para mí y lo sería para el resto de mis días.

Aquella mañana iba por el mismo camino que el resto de días, salvo por una voz molesta acompañada de unas palmas que resonaron en mi cabeza con pesar.

—Buenos días, Taehyungie. —El MIR se mostraba animado frente a mí, por mucho que el día le hubiera ido mal o hubiese tenido complicaciones en el trabajo, se esforzaba por sonreírme, como si quisiera hacerme ver que todo iba a ir bien.

—No son buenos días si me despiertas a estas horas. —Me quité la almohada de la cara y me quedé estupefacto al ver que el moreno tenía prendas distintas a las que empleaba el personal médico. 

Lucía unos vaqueros y una camiseta de forma despreocupada, arqueé la ceja, algo confuso.

—Venga no seas aburrido. Te he conseguido un día fuera, y ya de paso tengo un día libre y te puedo llevar a dónde quieras. —Mi boca se abrió ligeramente.

Sabía que, ciertamente, algunos pacientes solicitaban días para salir del hospital y despejarse, siempre y cuando no estuvieran en un estado muy deplorable.

Yo nunca había pensado en ello, pero escucharlo de parte del mayor me animó bastante, así que no tardé en levantarme e ir hacia el armario, dónde tenía la mochila con la ropa, miré sin sutileza alguna a Seokjin, invitándole a abandonar la habitación para poder cambiarme, pero éste no pillaba la indirecta.

—¿Qué? ¿Quieres verme desnudo? Sal de aquí, enseguida estoy listo. —Se rió y se marchó, quedándose tras la puerta que posteriormente, cerró.

—¡En verdad no me hubiera importado verte! —Escuché tras ésta. Reí antes de comenzar a cambiarme la ropa, opté por unos vaqueros y una gran sudadera.

Una vez estuve listo, salí, dando un pequeño toque en su cabeza, incitándole a andar lejos de la habitación.

—¿Crees que podría ver a Baekhyun antes de ir? ¿O que podría venir con nosotros? —El mayor alzó los hombros.

—No le van a dejar salir... Y creo que será mejor visitarle a la vuelta, de todas maneras tu tiempo fuera es limitado, así que si llegamos pronto podrás estar con él un buen rato. —Asentí, sin estar satisfecho del todo.

Mi amigo siempre se empeñaba en decirme que, a pesar de todas las pruebas que le habían hecho, no sabía los resultados de ninguna de ellas, no sabía si era verdad o simplemente no quería contarme de éstos. Pero según él, se pondría bien pronto y saldría de aquel lugar, pues no tenía nada. Y esperaba que en verdad tuviera razón.

Despedí a las personas que me miraban sonrientes en la entrada, diciéndome adiós con un gesto de la mano.

—¿A dónde vamos primero? —Pregunté curioso e impaciente.

—Deberías desayunar algo decente, la comida del hospital es un asco. —Asentí calurosamente, para justo después caminar hasta el coche que Seokjin me había indicado que era el suyo.

—Gracias. —Murmuré mientras me colocaba el cinturón. Éste sólo sonrió en respuesta.

Fue extraño lo que sentí a medida que el coche avanzaba y nos alejábamos del edificio. Ojalá y la próxima vez que saliera fuera porque ya estaba totalmente curado.