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Una vez me hube despertado, casi salté eufórico de la cama.

Había pasado algo más de una semana desde que me comunicaron que aquel día me darían los resultados sobre la evolución en la remisión del cáncer.

Me sentía bien, tenía plena esperanza después de tanto tiempo esperando por una buena noticia, y ahora que ésta había llegado, no iba a cagarla con mi negatividad.

Era cierto que, me sentí algo desanimado los primeros días, pues todas las promesas que Jungkook le había hecho sobre visitarle antes de que le dieran aquellos resultados, se habían quedado en eso, en una simple promesa.

Aunque le alivió saber por Hoseok que el castaño se encontraba algo cansado del hospital, y él le comprendía en su totalidad. Ahora que había conseguido el alta, era totalmente normal que el chico no quisiera ni oler el hospital, pero aún así, pensó que tal vez le visitaría.

Jimin y el pelirrojo habían pasado por allí para verle el día anterior, pues las vacaciones habían llegado a su fin y las clases volvían a empezar.

Miré al pequeño sofá que se encontraba en el rincón de la habitación, observando a mi madre dormir plácidamente, al final había logrado acostumbrarse a aquel lugar, incluso había renegado el descansar en la cama, ahora vacía que se encontraba junto a la mía.

Me acerqué, depositando un leve beso en su mejilla, era demasiado pronto como para despertarla con mi euforia. Por lo que, me coloqué la sudadera y acomodé la capucha en mi cabeza, acariciando el cabello que por fin había vuelto a crecer tras las sesiones.

La espalda tampoco me dolía, en verdad la quimioterapia era lo que me hacía sentirme verdaderamente desanimado, y esas más de dos semanas de descanso de ésta me habían ayudado para recuperarme físicamente.

Sin necesidad de tomar la silla de ruedas, salí de la habitación, dirigiéndome al ascensor. Ya había movilidad en el lugar, enfermeros corriendo de lado a lado, al igual que los celadores, pacientes algo preocupados, incluso familias quejándose del servicio médico presente.

El aparato se cerró ante mí, esperé ciertos segundos antes de que las puertas volvieran a abrirse, dejando al descubierto al Señor Minho frente a mí.

—H-hola. —Dije algo temeroso. A pesar de haber hablado con él con normalidad tras el incidente, aún seguía en mi cuerpo ese miedo cada vez que me lo encontraba. Mi corazón palpitaba más rápido ante la idea de que no me reconociera.

—Muchacho. Iba a ver a mi nieto. ¿Vienes? —Asentí. Dejando hueco para que se incorporara a mi lado. —Hoy es el gran día. Estás ilusionado, ¿me equivoco? —Una tímida sonrisa no tardó en dibujarse en mi rostro.

—Mentiría si dijera que no lo estoy, ¿tanto se me nota? —El mayor se carcajeó ante mis mejillas sonrojadas. —Puede que me den por fin el alta, no es para menos. —Mordí mi labio inferior ante la idea de volver a la normalidad.

—Te lo mereces. —Comentó, quitándome la capucha y revolviendo mi pelo rubio. 

Seguí la dirección que marcaba el anciano, sorprendiéndome una vez llegamos a la habitación que tantas veces había visitado anteriormente.

Mis pensamientos e ideas encajándose en menos de un segundo.

—Espera, Señor Minho... ¿Yoongi es tu nieto? —El aludido pareció sorprenderse ante mi pregunta.

—¿Lo conoces? —Dijo atónito.

—En verdad, nunca he hablado con él... Durante un arrebato, acabé aquí, conocí a Namjoon y me contó acerca de Yoongi. —Vi cómo la ilusión se prendía en sus ojos a medida que observaba a su nieto. —Despertará pronto. —Dije, intentando creérmelo yo también, escuche un gran suspiro por su parte.

Brújula Invisible💭 [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora