Brújula Invisible💭 [Taekook]

9

La costumbre de levantarme pronto había nacido desde que comencé a estar en el hospital. Allí todo el mundo tenía cosas que hacer y aprovechaban el día al máximo, y yo no iba a ser menos.

Observé a Jungkook unos segundos, antes de reír ante su tierna expresión mientras dormía y avancé con la silla de ruedas por todo el pasillo, para llegar al ascensor.

—¿Taehyung? ¿A dónde vas? —Dediqué una mirada al chico que se encontraba al frente mía y recién salía del aparato, que justo se acababa de abrir.

—Hey Namjoon. Iba a ver a un amigo. ¿Y tú?

—Venía de visitar a un familiar, ahora iré a ver a Yoongi ya que los días anteriores no he podido pasarme por allí, ¿te veo luego?

—Está bien. Hasta ahora.

Entré antes de que las puertas se cerraran para volverse a abrir minutos después, en la planta deseada. Me dirigí a la última habitación del pasillo, buscando con la mirada al hombre que, se encontraba desayunando.

—Hola señor Minho.

—¿Taehyung? Muchacho, es muy temprano. ¿Es que tienes alguna prueba hoy? —Negué con la cabeza.

—Hoy no. Sólo quería pasar a saludarle. —Me acomodé a su lado. —¿El señor Ko?

—Está hablando con los doctores. ¿Quieres? —Asentí rápidamente al observar el vaso con Cola- Cao que me extendía. Bebí un trago y lo extendí para que lo tomase, más recibí una negativa ante ésto. —Bébetelo todo. 

—Gracias. Ojalá a mi me trajeran desayunos tan ricos, lo mucho a lo que puedo aspirar es una manzana por mucho que me imponga. —Di otro sorbo.

—Es normal que las enfermeras tengan miedo ante un león cómo tú, muchacho. —Reí ante ésto.

—Si soy un amor. —Le guiñé un ojo.

—Ya, ya... Por cierto, ¿qué tal va la quimioterapia? —Me observó curioso. Deposité el vaso sobre la mesa antes de contestar.

—Supongo que bien. Mi madre habla mucho con el oncólogo últimamente, aunque tampoco me informa sobre sus conversaciones... Pero dijeron que todo mejoraría pronto. Y más les vale, esos hijos de puta me dejan más hecho polvo cada sesión que pasa. —Empuñé las manos.

—Pronto estarás bien del todo, no te preocupes. —Sonrió, consiguiendo tranquilizarme por un momento. —El cáncer...—Interrumpí sus palabras.

—El cáncer no es lo que me preocupa, es esta mierda que me cura lo que me hace querer tirar la toalla, Minho. —Suspiré antes de agachar la cabeza.

—Ven aquí anda. —Me coloqué al lado de la cama, acarició mi cabeza lentamente antes de seguir comiendo. —Puedo acompañarte a la siguiente sesión también, sabes que no me importa hacerlo.

—Que me veas en esas condiciones no es mi acontecimiento favorito... Pero no me vendría nada mal. —Humedecí mi labio. Ciertas ideas reconcomiendo mi cabeza.

¿Estaba mal querer no estar sólo en esos momentos?

¿Mostrar cómo me hacía sentir en verdad toda esta situación era algo incorrecto?

—Lo haré entonces, sólo avísame ¿sí? —Su voz hizo que abandonara mis pensamientos, antes de asentir.

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—¿Por qué te fuiste así el otro día? Eres idiota Hoseok, ni siquiera tienes una maldita mascota. —Mascullé mientras le dedicaba una mirada agria.