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La ceremonia ya había acabado, eran las tres de la madrugada y todos estábamos festejando en el salón.
Ambos rubios bailaban juntos, Se los veía muy felices, de echo bailaban muy bien. No vi a mikuo desde las una y media, quizás tuvo algo que hacer e irse.

Me encontraba un poco aturdida por la música y las luces del lugar. Así que decidí salir afuera para tomar aire fresco.
Una mano sujetó mi hombro izquierdo con firmeza, haciendo que me voltee, al hacerlo me Di cuenta que era kaito quien me sonrió de una forma extraña nuevamente dejándome desconcertada otra vez.

-¿Podemos hablar miku?..-. Preguntó con aquella sonrisa rota.

-Claro-. Contesté observandolo atentamente y sintiéndome un poco asustada por lo que iba a decirme, decidí llenarme de valor y escuchar lo que tenía para decir.

-¿Confías en mi?-. Fue lo primero que logre oir salir de sus labios, los cuales después de aquella pregunta se contrajeron mientras sus ojos azules me enfocaban atentos.

-¿A qué viene esa pregunta?, claro que confió en ti-. algo extrañada pero dispuesta a escuchar continúe con la conversación haciéndole ahora yo una pregunta. -¿crees que no lo hago?-.

-Claro que no dudo de tu confianza hacia mí...  Pero aveces decir las cosas son más difíciles de lo que crees o piensas-. Respondió tragando saliva y tirando su cabeza hacia abajo.

-¿a qué te refieres con eso? ¿piensas que te estoy ocultando algo?-.

-Para nada. Miku, Tengo algo que contarte, pero me da miedo tu reacción, me da miedo tu palabra al respecto, me da miedo tu silencio...  Pero me da más miedo tu abandono-. Tragó saliva nuevamente juntando sus manos en un puño, comenzó hacer fuerza en las mismas como si quisiera aplastar sus propias Palmas unas con otras, como si tuvieran la culpa de algo o hubiesen cometido algún crimen. -Meiko vino a mi casa hace un par de días...   Dijo que tenía algo que decirme, No pude evitar sentir pánico al enterarme la noticia, ¿A qué noticia me refiero? Nose si recuerdas esa vez que pasó aquella situación con meiko, me hubiese gustado alejar esa mala escena de mi cabeza y olvidarla de una vez por todas, pero no puedo, no puedo simplemente olvidarlo y a causa de un error tan grande como ese deba pagar con perder.
Es mi responsabilidad lo sé, no es culpa de esa criatura lo pero..-. Lo interrumpí, quizás porque consideré que estaba dando muchas vueltas para llegar al punto, o quizás no se animaba a decírmelo.

-¿De qué criatura estás hablando?-. Pregunté un poco exaltada.
Escuché como soltó un sollozo mientras se cortaba su respiración, levantó su mirada, mostrándome como aquellos azulejos que fácilmente podrías perderte en ellos, estaban rodeados de un color rojizo no muy oscuro, ese rojizo llamativo había cubierto casi todo aquel espacio blanco que lo hacían resaltar más, sí así es, kaito estaba llorando y yo no entendía el porque, pero, con cada lágrima que derramaba, más aumentaba mi inquietud y mi miedo que había aparecido desde el momento en el que el comenzó a llorar.

-Meiko está embarazada...   y ese niño...   es mío-.

Algo se quebró en mi interior, sentí como un fuerte dolor inundó mi ser, como si estuvieran desgarrando mi pecho, piel por piel, carne por carne.
Aquel dolor era tan inmenso que hasta respirar me costaba, comencé a tomar aire y mirar a todos lados como si estuviera buscando una solución en alguna esquina, las lágrimas comenzaron a brotar aunque en mi cabeza no paraba de preguntar "¿Que?".

Kaito al verme llorar, rápidamente me abrazó mientras lloraba, como intentando fundir su dolor con el mío, quizás en un intento desesperado de calmar mi llanto.

- No me dejes porfavor, porfavor no se que podría hacer sin ti, sí meiko está embarazada, pero porfavor porfavor sin ti no puedo respirar, sin ti la vida se me va-. Dijo mientras sus brazos me rodeaban lo más fuerte que podían.

-Dejame, Dejame porfavor, kaito, tienes que casarte con meiko, tu y yo ya no podremos estar juntos... porfavor no hagas esto más difícil-. Las lágrimas y el dolor estaban conmigo, mi cabeza era un caos, un total caos, no sabía que debía hacer, si debía dejarlo, si debía ayudarlo, sí debía decir esas palabras e intentar alejarme de sus brazos por más fuerte que me abrazaron en aquel momento, por más que me rogara que no lo abandone.
Yo no podía quedarme en aquel lugar, ya No, después de eso no.

El dolor y la angustia me llevaron a safarme de sus brazos a toda costa. - No, no, miku porfavor, porfavor, porfavor no me dejes, No te vayas, No te vayas de aquí, miku, no me dejes sólo-. Rogaba entre lágrimas kaito, tratando de sujetarme los más fuerte que podía, pero después de tanta lucha logre escaparme de sus brazos.
Una vez estuve en libertad corrí lo más rápido que pude, ¿A donde? No lo sé, y no lo sabía en ese momento, sólo corrí, corrí atravesando el salón mientras todos bailaban, las lágrimas corrían por mis mejillas con rapidez.
Yo buscaba un refugio donde desahogarme, y fue así que pensé en el baño, me meti en un pequeño bloque de aquellos baños dejándome caer en el suelo para  cubrir mi cara en mis piernas.

Mikuo tocando la puerta principal de la casa de meiko...

-Al fin llegaste-. Dijo la chica de cabellos cortos al terminar de abrir la puerta.

-¿Qué necesitabas decirme? Dijiste que era muy importante y que estuviera aquí lo más rápido que pudiese, así que habla-. Dijo el chico de cabellos color aqua antes de recibir un dulce y cariñoso beso en los labios por parte de meiko.






Hi, lamento haber tardado en publicar. Es que no tenía internet Jejeje, se está acercando el final D:, la verdad es mi primer miku x kaito, espero que la historia les gustara.
Prometo darles un buen final, nos leemos bye!

Una Vida A Tu Lado - Kaimi (Mikuxkaito)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora