Una Vida A Tu Lado - Kaimi (Mikuxkaito)

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Las horas pasaban y el peli-azul ni aparecía, comenzaba a impaciente por tanto retraso.

Gakupo- Len, ¿Crees que le haya ocurrido algo a Kaito?-. Me preguntó algo afligido el chico de cabello morado.

Len- No te preocupes, seguramente estará dando vueltas por ahí, pero me está enfureciendo el echo que estoy muriendo de hambre y nisiquiera se puede ver su sombra por aquí-. Bufo enojado el rubio.

Una o dos horas más pasaron cuando se escuchó el timbre de la puerta príncipal sonar. Sin duda alguna el peli-azul come helados había llegado, un poco agitado por supuesto, había venido corriendo al parecer.
Gakupo como yo, bajamos las escaleras para nuestro encuentro con Kaito.

Len- Ya era hora, ¿donde te metiste? Tardaste casi un Milenio-.

Kaito- Lo lamento, es que, tuve un pequeño percance-. Dijo todo agitado, entrando y sentándose en unos de los sofás de la sala.

Yo, sin embargo, me puse a explorar la bolsa que el chico amante de los helados trajo, encontré una bolsa de papas fritas, unas que otras bebidas, y helados de distintos sabores. Sin pensarlo dos veces, abrí esa bolsa de frituras, la gaseosa, e le di una probada a ambas cosas.

Kaito- Len, espera, eso era para todos-.

Len- Pues te jodes, te estuvimos esperando y tardaste mas de una hora-.

Kaito- Es que... mi padre otra vez estuvo con sus cosas-.

Gakupo- y ¿Ahora que fue lo que te dijo?-. Pregunto el tipo de pelo morado sacando un poco de frituras de mi bolsa la cual la tenía rodeada con mis brazos.

Kaito- Pues... hace unos días me crucé a meiko, y pues justo hoy cuando estaba saliendo para acá, no me aviso y mucho menos me di cuenta que había invitado tanto a meiko como a su madre a nuestra casa-. Al oir eso, no pude evitar ahogarme con la bebida. Sabía de la historia de ella y bueno, el, la recuerdo como la palma de mi mano.

Gakupo- ¿Eso tiene algo de malo?-.

Kaito- Pues, no me molesta hablar con ella, no soy un niño pequeño como para odiarla, simplemente me molesta el echo que quiere que regrese con ella solo por su dinero-.

Len- Oye creo que tu padre ya se está sobrepasando, entiendo de que sea materialista y eso pero, ¿hace falta meterse así en tu vida?-.

Kaito- Por eso mismo, me moleste con el y salí de casa-.

Kaito nos contó a gran escala todo lo que ocurrió antes de llegar, nos dijo que se había tardado porque no encontraba una tienda que vendieran helados con los sabores que el estaba buscando, así es, trajo sabores de berenjena, banana y bueno para el compro cualquier cosa.

Narra Rin

Me encontraba sentada al borde de la piscina, mis pies estaban siendo remojados por esa fresca agua.
Ya había oscurecido, miraba al cielo mientras esperaba a miku, ella había entrado por unas limonadas.
Fue la primera vez que, le decía a algúien lo que sentía por len, se sintió bastante raro pero debo admitir que sentí quitarme un gran peso de encima.

Miku- oye Rin-.

Rin- dime-.

Miku- Aquí tienes, traje un jugo de naranjas para ti y uno de limón para mí-. Dijo con una sonrisa la chica de trenza estirando su mano derecha con un vaso frío lleno de jugo de naranjas hasta mí. Rin- Gracias, Miku, ¿Tu crees que pueda tener una oportunidad con Len?-.

La peli-azul tomó asiento a mi par imitando mi postura, tomo su vaso y un poco antes de responder dio un sorbo a este. Miku- Por lo visto Len es un chico bastante agradable, es amable en cierto modo, ama las bromas, no suele demostrar demasiado interés por las chicas pero por lo visto atraes su atención-. Volvió a dar otro sorbo. Al oir sus palabras me quedé pensando en ello.

¿será cierto que eh atraído su atención?, eso nunca lo noté antes, sin duda alguna. Tome un sorbo de mi vaso, mantuve algo de silencio luego de un suspiro decidí hablar.

Rin- Miku... ¿podrías hacerme un favor?-.

Miku- Sí claro, ¿que tengo que hacer?-. Pregunto bastante entusiasmada la peli-azul.

Rin- Ayúdame a ganar el cariño de Len, porfavor-.